Ecos De Amor

Capítulo 19

Mi alarma empieza a sonar y sé que es hora de levantarme, no pude dormir en toda la noche pensando en todo lo que ha pasado, aunque no quiero enfrentarlo y tengo miedo debo afrontar la realidad. No hubo un momento de toda mi noche que no pensara en Dereck, me preocupa mucho y Mónica también, los quiero y deseo que todo salga bien. Así que luego de esta noche eterna en vela me levanto de la cama y me dirijo al baño a darme una ducha caliente para relajarme un poco pero la verdad no lo logro, cada minuto que pasa es un momento más de inquietud y ansiedad que se agrega a mis pensamientos. Y luego de arreglarme y no querer desayunar, releo un poco el material para un parcial que tengo hoy y agradezco haber estudiado días atrás porque ayer fue imposible concentrarme, así que cuando termino de leer me voy a la Universidad para encontrarme con Dereck porque preferí verlo allá y no que pasara por mí.

Llego al edificio de Comunicación Social y ahí está el auto estacionado, mi corazón empieza a latir con fuerza porque sé que Dereck está dentro de él; sin darme cuenta empiezo a caminar lento, con cada pisada que doy de camino al auto mi ansiedad aumenta, no sé porque estoy tan nerviosa pero sin poder evitarlo lo estoy, y mucho. Finalmente llego y me paro justo al lado de la ventanilla del conductor, no me atrevo a ver dentro del coche, pero no pasan 5 segundos cuando él abre la puerta y me abraza como nunca.

--¿Cómo estás princesa? Te extrañé mucho—se separa un poco de mí, me da un pequeño beso y luego se me queda mirando con una notable preocupación--¿Dormiste bien? Se te nota un poco cansada.-- ¡Dios Santo! No puede ser que me conozca tanto.

--Sí amor, dormí bien—Trato de evadir su mirada pero él con mucha suavidad me toma las mejillas con ambas manos para que hagamos contacto visual, logrando su cometido.

--Amor dime la verdad.

--Está bien amor, descansé poco.

--Lo sabía. ¿Desayunaste?—Me quedo callada porque sé que es inútil mentirle—También lo sabía—Responde a mi réplica no expresada, es como si me leyera la mente, no puedo con su poder para saber lo que pienso a través de mi mirada—Así como también sé que no te gustaría ir a la cafetería porque preferirías hablar el tema que quedó anoche pendiente en un lugar más íntimo, así que ven—Me toma la mano y me lleva hasta el otro lado del auto, luego abre la puerta, yo entro, la cierra y se va hacia su lado para tomar asiento. Una vez dentro, extiende su mano derecha al asiento de atrás y saca un jugo de naranja y un sándwich—Esto es para ti mi vida--¿Es en serio? ¿Cómo es posible que sepa lo que voy a querer o decir? Tiene toda la razón en eso de que no me habría gustado hablar ese tema en la cafetería. Dereck me sorprende más cada día y lo amo demasiado.

-- Gracias amor, por ahora sólo me tomaré el jugo, pero muchas gracias—Me acerco y le doy un pequeño beso en los labios.

--Mi vida pero trata de comer un poco, ¿sí?

--Más tarde amor, te lo prometo. Por ahora el jugo está bien— Doy un pequeño sorbo y la verdad es que no lo quiero, la bebida simplemente no me pasa de la garganta. Sin embargo hago un esfuerzo y me lo voy tomando poco a poco para complacerlo, sé que le preocupa que no me alimente bien. Luego de ver cómo me tomo el jugo hasta la mitad sonríe complacido.

--Así está mucho mejor, tienes que tratar de comer más mi vida, no sé por qué no te gusta desayunar, es el alimento más importante del día. ¿Sabías?—Me hace reír ante su comentario y es la primera vez que me siento un poco más relajada.

--Sí amor lo sé, pero ya sabes que el desayuno no va conmigo.

--Mmm pues tienes que tratar de hacerlo preciosa, es por tu bien—Me ve y sonríe derritiéndome al instante con esa maravillosa dentadura—Y bueno amor, ahora sí—Mi corazón empieza a latir con fuerza nuevamente, sé lo que va a decir—¿Me puedes enseñar los mensajes por favor?—Aunque quisiera decirle que no, se lo prometí así que no puedo negarme. Asiento y saco mi celular del bolso, busco el mensaje de Joey y luego le paso el celular, él comienza a leer.