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Llevaba caminando por el parque unos minutos siquiera cuando a lo lejos divisó una cabellera rizada. Y esa cabellera la reconocería en cualquier lado.

Se fue acercando lentamente a la persona que estaba sentada en un banco balanceando sus pies como un niño de cinco años, cosa que a Louis le enterneció de sobremanera, cuando oyó al rizado suspirar al cielo.

Cuando se posicionó detrás, le tapó los ojos, cosa que hizo pegar un brinquito al ojiverde. Pero luego se relajó, porque con sólo sentir el tacto de esas manos sabía a la perfección quien era.

-¿Quién soy? -Preguntó Louis con una sonrisita en la cara.

-Loueh... -Susurró Harry con su acento peculiar acentuado mientras sentía al ojiazul despegar sus manos de sus ojos para sentarse a su lado. -Lou...

Louis se sentó a su lado y se abrazaron.

-Te extrané. -El rizado susurró mientras se abrazaban.

-Yo también ricitos de chocolate. Perdón por no haber salido en todo el fin de semana y hoy no ir al recreo con vosotros, los exámenes me tienen muy ocupado. -Se separaron del abrazo pero solo lo suficiente.

El azul hizo contacto con el verde.

-Lo sé, yo estoy igual, bu-bueno los chicos están igual también, y-ya sabes

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-Lo sé, yo estoy igual, bu-bueno los chicos están igual también, y-ya sabes...

Louis sonrió sin poder evitarlo, Harry se había puesto rojo y tartamudeaba. Louis no podía imaginar algo más adorable que aquel acto que le regalaban sus ojos.

El de los ojos verdes sonrió por inercia dejando que sus hoyuelos se marcaran en sus mejillas y el castaño sonrió más formando también unas lindas arrugitas a los lados de sus ojos.

-Por cierto, ¿qué haces por aquí?

-Oh, bueno, mi papá acaba de irse por allí. -Señaló el rizado. -Acabamos de ir a visitar a mamá... -Bajó la mirada, no quería que Louis viera sus ojos tristes.

-¿Tú mamá? ¿Dónde vive ella? -Preguntó Louis sin si quiera darse cuenta de la situación.

-E-Ella... ella está en el cementerio, Lou. -Susurró Harry, estaba apunto de echarse a llorar. -Ella está muerta...

Louis abrió los ojos a más no poder. Había metido la pata a más no poder. ¡Imbécil! Aunque también era verdad que no tenía ni idea.

-Oh, d-dios mío... L-lo siento mucho, Harry. No lo sabía, nunca hablas de ello y yo...

Harry sollozó en ese momento y Louis no evitó abrazarlo dejando que el rizado llorará en su hombro. Al fin y al cabo él fue el que arruinó el momento con sus preguntas.

Cuando se separaron Harry ya no lloraba, pero sus ojos estaban rojos y un poco inchados.

-N-No te preocupes, no me g-gusta hablar de ello, pero a veces es bueno hablarlo con alguien. F-fue hace 3 años en un accidente de tráfico. La echo mucho de menos.

18 Frases Para Él: Amor Secreto -L. S-PAUSADA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora