Capítulo ocho13 de agosto de2014
Mi bebé esta creciendo demasiado de rápido para mi, ya en unos días cumpliría un mes de nacido, y había programado una sección de fotos el día anterior para así pasar el día juntos en casa sin tener que salir para nada.
-Muñeco de mami-dije llamando su atención para así capturarlo en una fotografía.
Jasen hizo un sonidito de bebé y sonreí para luego hacer un sonido de un beso, captado completamente su atención. Jasen suele estar muy pendiente a lo que sucede a su alrededor.
Lo tome de su cuna y lo coloque el "canguro para bebé". Quería salir a caminar con el, aunque seguía reafirmando que prefería estar con el en mi hogar, pero la idea de dar una vuelta por aquí cerca me parecía bien, respirar aire fresco.
Mi celular sonó avisándome que iba a salir de casa sin el. Conteste la llamada.
-Elena vida mía, ¿recuerdas para que fecha te dije que iba a tomar vacaciones? -la inconfundible voz de Rachel estaba al otro lado de la línea, se escuchaba triste.
-No cariño, se supone que tu tomas tus vacaciones cuando quieres, pero al yo estar de maternidad tendrás que poner algunas de las empleadas a cubrir tu puesto. -conteste y salí de mi hogar.
-Si, sí ya es lo sé. Solo quería decirte que estaré en tu casa viviendo contigo desde el día antes que Jasen cumpla un mes.
-¿Viviendo o de vacaciones?-pregunté
La escuche ahogar un sollozo.
-¿Qué sucede Rachel?
-Es una especie de vivir y vacaciones -suspiró- te cuento cuando termine de recoger algunas cosas.
-No hay problema te espero en casa, pero ¿antes estas bien? -pregunté.
-No, pero no quiero hablar de esto ahora.
-Te veo en la heladería que hay por mi hogar.
-Dame quince minutos y estoy allí.
-Mueve tu pesado culo, te espero -dije antes de cortar la llamada.
Camine con la lentitud de una abuelita hasta la heladería que había acordado con Rachel, tome una mesa alejada de las enormes vitrinas de cristal. Lo mas seguro era que tendría camarógrafos tratando de tomar una primera imagen de Jasen y eso no lo iba a permitir.
Al momento de sentarme me arrepentí el haber acordado llegar a este lugar. Maldita sea mi suerte, destino, karma, los chacras lo que sea.
-Elena que bueno verte -dijo Marcos corriendo la silla que estaba frente a mi y sentándose.
Asentí. -Marcos no estamos para hipocresías, no estamos en tu boda, no estoy trabajando. Ve directo al grano ¿qué quieres?
-Solo quiero saludar a mi ex prometida, ¿acaso no puedo? -dijo con una pequeña sonrisa.
Estaba jodiéndome. Jasen se removió un poco pero lo acaricie consiguiendo que se calmara.
-Por la misma razón es que no te quiero ver Sr. Fonti. No estoy para que estés diciéndome -sacudí la cabeza- restregándome en la cara, que conmigo solo quisiste humillarme delante de quinientos invitados y prensa. Gracias a Dios yo no invertí un solo peso en toda esa estupidez.
Su expresión había cambiado totalmente en el momento que mencione la boda-no boda. La seriedad dominaba todas sus facciones.
-Tenemos que hablar -dijo serio- en un lugar privado, y sin que este el bebé.
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Venganza de la novia
General FictionEl día más emocionante para toda mujer es el día de su boda. ¿Cierto, no? Pero ¿qué sucedería si en este día el novio no aparece? Si, te deja plantada delante de quinientos invitados, incluyendo a la prensa. Pues esto me pasó a mi, Elena Martínez...