Venganza de la novia

¿Por qué ahora?

Capítulo once.

-Elena, ¿me puedes explicar que le pasa a ese allí afuera?-pregunta Rachel al llegar a mi apartamento.

-¿Todavía sigue ahí?-pregunto rodando los ojos.

-¿Cómo que todavía?-grita desde la que ahora será su habitación.

Esta subió con alguna maletas para ellas y sus gemelas, las cuales estaban durmiendo en mi habitación.

-Lleva ahí no se-miro el reloj que está en la cocina- algunas dos horas.

-¿Dos horas? -vuelve a preguntar mientras llega a la cocina.

-Sí, ya le he dicho que se fuera -miro hacia la puerta- comienzo a creer que esta sordo.

-Ese hombre no entiende que es el significado de irse- dice caminando hacia la puerta.

-¿A dónde vas?- pregunto y me siento en el sofá.

Rachel abre la puerta de mi hogar, y se para en el umbral observándolo, para luego negar con la cabeza.

-Ese pobre hombre va a quedar con el culo plano -ríe y luego saca su celular para tomarle una foto.

Una vez dentro de mi hogar y con la puerta cerrada, me enseña la imagen que le tomo. Sonrío al verlo durmiendo sentado en la puerta de al frente de mi casa.

-¿Qué opinas si subimos la foto al Internet?

Río negando con la cabeza y tomo a mi hijo en brazos.

-Hola titi -hago una voz infantil y muevo la manita de mi bebé-mañana cumplo mi primer mes.

Beso la mejilla de mi hijo mientras lo observo el mira su alrededor.

Rachel grita asustando a Jasen provocando que el haga un puchero.

-Jasen, no le hagas caso a la tía loca esta que tienes -digo mientras acaricio su rostro y miro mal a Rachel-. Lo haces llorar y te mato Rachel, no me gusta verlo llorar.

Rachel toma su celular y llama a no se quien.

-Sí, ya me se eso lo cree yo -dice y asumo que llamo a nuestro trabajo- organicen una decoración para mañana Jasen cumple su primer mes, los quiero a todos aquí antes de las once de la mañana

-¡Rachel, no! -digo muy alto.

-Tu cállate, -dice señalándome- es mi sobrino y tu hiciste lo mismo con mis hijas.

-Mañana no vendrá nadie -digo- solo vienen mis papas, tu, Gabriel y tu mamá.

-Y vendrán los miembros de nuestra compañía -dice encogiéndose de hombros- taran -dice alargando la "a" y sonriendo de lado- Dame a mi sobrino.

-No -digo alejándome con Jasen-, mi niño mío.

-Dame a mi sobrino -repite, pero esta vez persiguiéndome.

-Mamá -se escucha la voz de una de las niñas de Rachel -Alejandra-se detiene en seco a mirar a su hija- tengo hambre.

-Vamos a comer mi niña, ¿y María esta despierta? -pregunta y su hija niega con la cabeza.

-Hay un poco de comida preparada pero si quieren otra cosa la cocina es toda tuya -digo- Alejandra luego que comas puedes venir a jugar conmigo y Jasen -beso la frente de la niña y me voy a la habitación de Jasen para jugar con él.

**

16 de agosto de 2014

Observo a la hora en el celular el cual dice que son las dos de la madrugada, suspiro. Jasen se queja un poco y sé que ya es hora de su alimentación y cambio de pañal. Con el en brazos me voy al sofá donde me acomodo y luego de cambiar su pañal procedo alimentarlo.