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Capítulo # 1.

Estaba orgulloso de quien era, de quien me había convertido, miraba hacia atrás y era como respirar aire fresco, de chico tenía las mejores calificaciones del curso en la primaria; finalmente en la secundaria había podido graduarme con honores y antes de lo previsto, asimismo en la universidad. Y acá estaba celebrando un domingo por la noche en uno de los mejores clubes de New York, hartándome de tequilas y shosts hasta morir; se suponía que mañana debía ir a trabajar, pero vamos, no todos los días se celebraban de esta forma ¿O sí?

Lunes, 23 de noviembre de 2015.

08:10.A. M.

Jake Austin Cullen, así decidieron llamarme mis padres he de aclarar que durante toda mi vida odié el nombre: "Austin"; es decir, solo por pronunciarlo la cólera subía a mi garganta y un horrible e inmenso escalofrío recorría mi columna vertebral dejándome totalmente paralizado e inerte, así que, simplemente me he quedado como: Jake, Jackie, y varios seudónimos que me habían asignado mis jodidos amigos; tengo veinticuatro años, una hermana y mis padres llevan años "felizmente" casados. No me quejaba de mi vida. Iba sin compromisos y nada durara más de una noche.

Mis amigos estaban caracterizados por unos gemelos verdaderamente gilipollas y que habían visto el mundo toda su jodida vida como un paraíso en el que habían existido ponis, vómitos coloridos, en fin, todas esas mariconadas, y otro que efectivamente no se daba la importante tarea de madurar si quiera un poco ¿Pero y yo para que hablo? Lo dice un jodido tío que solo era serio al cruzar las puertas de su empresa y que al salir se comportaba como una completa cría de cinco años.

Me dirigía a "Cullen's Ing. C.A." En mi Audi A3, australiano, modificado para viajar a la velocidad de un Lamborghini, con un blindaje sumamente fuerte; una hermosísima y jodidamente bellísima bestia; pisé elacelerador y subí el volumen  de la radio, pegué mi espalda al asiento y sonreí victorioso mientras apretada mis el volante.


Lunes, 23 de noviembre de 2015.

07:00. A. M.

50 minutos antes.

Un sonido ensordecedor interrumpió mis sueños, y provocó que mi cabeza quisiera estallar.

Maldita resaca de lunes por la mañana.

— Cinco minutos más— Gimoteé, tomando una almohada con mi puño para ponerla como escudo en mi oídos.

Mierda.

— ¿Un momento? ¿Acaso es lunes? — Me pregunté a mí mismo.

—Si idiota, es lunes— Respondió mi subconsciente.

— ¡Mierda! ¡Es lunes! — Exclamé y salté de la cama pero, mi pie izquierdo se enredó en las sabanas de satén azul rey y terminé en el suelo enrollado como un burrito. Maldije levantándome de un solo movimiento y caminé alrededor de la habitación sin saber qué dirección tomar.

Finalmente me decidí por dirigirme al cuarto de baño y lo observé por unos segundos mientras sopesaba la idea de darme un baño.

Las baldosas y azulejos son de tonos obscuros que le dan elegancia, seriedad y un toque masculino. Los lavabos y accesorios son tan negros como la noche logrando que cada pieza reluzca complementándose a la perfección. El armario de la izquierda a los lavabos es amplio, aunque en su mayoría esté solo ocupado por batas de baño y toallas.

Cómo Aman Los Hombres. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora