Poco a poco y muy lentamente comencé a morir en su mirada, en sus besos, en su cuello, en sus sonrisas y en esas pequeñas cosas que cada vez nos alejaban más.
Sabía que no había marcha atrás, que esa pequeña sombra nunca me pertenecería y aún así yo trataba de aferrarme, ¿a qué? No estaba segura.
Quizá trataba de aferrarme a lo que yo sabía que sentía por él y a lo que creía que él sentía por mí. Quizá me estaba aferrando a mi esperanza de un futuro juntos.
Quizá solo me aferraba a los momentos de felicidad que me hacía pasar a su lado, pues no quería que mis últimos años estuvieran llenos de dolor y sufrimiento... quizá solo era yo, tratando de escapar del dolor...
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Mi pequeña sombra
RomanceToda historia tiene un inicio y un final, pero esta fue muy corta y a la vez eterna.