Fácil

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Dormir no era fácil, siempre alerta, siempre desconfiada, siempre atenta a cualquier mínimo ruido o movimiento pero, con él a mi lado, sí lo era. Era demasiado fácil recostarme vulnerable en su pecho, dejar que me abrazara y arrullarme con su calor y su respiración. Era demasiado fácil sentirme segura y protegida.
Era demasiado fácil confiar en él, creerle. Era demasiado fácil enamorarse de alquien así...
Todo era simple y fácil, hasta que una memtira rompió el sueño en el que yo caía una y otra vez al mirarlo a los ojos...
Ese hombre estaba a punto de acabar conmigo, con lo poco que quedaba de mí...

Mi pequeña sombraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora