Mi pequeña sombra era feliz de nuevo. Podía estar horas y horas con su chica, y cuando estaban juntos él sonreía... ya he dicho antes que su sonrisa era una de las cosas más lindas que había en él, así que, ¿cómo no sentirme feliz por él?
Yo por mi parte, aunque ya había superado el dolor, aún no podía estar con nadie, solo porque no podía.
Aún así, podía notar como poco a poco el dolor y el odio se desvanecían, y como volvían mis sonrisas y mi buen humor. Lo único que no regresaba eran las ganas de enamorarme de nuevo y estaba bien, así jamás volvería a darle a alguien el poder para lastimarme.
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Mi pequeña sombra
RomantizmToda historia tiene un inicio y un final, pero esta fue muy corta y a la vez eterna.