Contemplaba la ciudad desde el balcón de mi departamento, tenía suerte de vivir en el penúltimo piso, la vista era genial, y cuando estás triste de cierto modo te tranquiliza. Pero en estos momentos, no me servía de nada. Le di otro trago a mi botella casi vacía de vodka, no me sentía bien, él se fue, no sin antes romperme el corazón y llevarse una parte de mí también. ¿Lo peor de esto? Fácil, él se fue con otra. El dolor te hace más fuerte, las lágrimas más valiente, el desamor más sabio y el vodka hace que olvides toda esa porquería.
-Babe- dijo Cameron entrando a mi habitación. Lucía agitado- ¿Qué estás haciendo?
-Estoy intentando olvidar al imbécil que me rompió el corazón- dije con ironía- ¿Tú qué estás haciendo aquí?- pregunté mirándolo. Prendí un cigarro y le di una calada.
-Nos tenías preocupados, Taylor no dejaba de decir que algo estaba mal- reí amargamente. Claro que algo estaba mal, yo estaba mal, todo a mi alrededor estaba mal- ¿Qué haces bebiendo vodka?- preguntó.
-Te puedo jurar que el vodka sabe mejor cuando tu corazón está roto- tiré mi cigarro y le di otro trago más. Fruncí el ceño, mi botella se había terminado. Me levanté en busca de otra, pero la mano de Cameron me paró.
-Se que es difícil, pero él se ha ido y tú necesitas dejarlo ir- no aguante más y me tiré a los brazos de Cameron llorando. Él tenía razón. Taylor se había ido, y no iba a volver.
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One Shoots
Fanfiction"La lectura, como el amor, es la piedra ideal para afinar el alma."
