Me encontraba afuera de mi casa, con Cameron, mi mejor amigo. Estábamos hablando de mi chica, y aunque no fuéramos nada, era mía, la amaba y sabía que ella a mi también, pero no entendía la razón de su rechazó.
-Ella no quiere saber nada de mí y la verdad es que yo también estoy cansado de sus rechazos- dije molesto mientras me apoyaba en su coche- No sabes lo idiota que me sentí cuando ese día me rechazó y me dijo que el amor está idealizado, que a veces no todo lo puede- me crucé de brazos, Cameron me miró por unos segundos y contestó:
-Está asustada, entiende- dijo y fruncí mi ceño, ¿asustada? Él continúo- Todos jugaron con ella, no quiere que vuelva a pasar, y tu Nash, le has hecho mucho dañoMiré hacia abajo, él tenía razón. Mi chica estaba asustada, y no la supe entender. Ella tenía miedo, y yo sólo la juzgué sin conocer sus razones. Sonreí, la recuperaría, costará lo que costará.