Capitulo 8

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Me encontraba en mi habitación, leyendo un nuevo libro, que para mi sorpresa... Me entretiene mucho.
Esta noche estoy sola, mis padres salieron de viaje y Susan salió y quién sabe a qué hora regresará, así que tengo toda la casa para mí, lo que no suena tan emocionante, pero me agrada la idea de estar en silencio.

(...)

Bajo a la cocina por un vaso con agua y un extraño sonido irrumpe mis pensamientos.
Dejé el vaso con agua sobre la barra de mármol y me dirigí hacia la sala de estar... Aquello que se escuchaba, era el fuerte rugir del viento golpeando los árboles contra las ventanas. —Uff... Menos mal .-dice mi subconsciente.

Sabía que en ese momento no debería de temer, solo era el viento no había razón por el cual tener miedo. Tomé el vaso y me dirigí hacia las escaleras, un fuerte trueno se escuchó, haciendo que me paralizará y agarrara con fuerza el vaso. —Tranquila, solo fue un gran trueno, pero fuera de eso... No pasa nada.-dice mi subconsciente. Rayos!, quisiera escuchar otra cosa, que estar escuchando a mi subconsciente.
Desde las escaleras, miré el ventanal que daba vista al exterior del jardín y de pronto se me cayó el vaso, al ver una sombra oscura a través del ventanal me puso los pelos de punta, la luz no lo podía rodear y esa sombra no se movía.
Tallé mis ojos para visualizar mejor el presente y cuando volví a mirar... Ya no estaba. —Mierda!.-mi subconsciente pone el modo de alerta.

Corro a mi habitación y enseguida me encierro muy bien, tomo una raqueta de tenis y me meto a la cama. —Es... En serio?, de verdad tomaste una raqueta de tenis y te metiste bajo las sábanas?, vaya... Tan mal estamos. Ahora no seas cobarde y ponte en estado de alerta.

Si, si, carraspeo, yo no debería de tener miedo, es absurdo, no fue nada. Salí de las sabanas y tomo el libro dejando la raqueta a un lado mío, por si acaso.
De pronto suena el timbre, checo la hora, son las 12:35 a.m. Quién mierda puede ser a esta hora?, Susan no viene a esta hora, sería demasiado temprano para ella.
Bajo e identifico quién podría ser.
Oh dios...! Es el hombre atractivo, es Nathaniel.

Abro la puerta y ahí está él, junto a su coche deportivo, con una jersey y unos vaqueros negros.

—Señor McCroow... Qué...Qué está haciendo aquí? .-pregunto sorprendida.

—A mis padres... Nos lo conocí. Me adoptaron desde que era un bebé, mi pasado es oscuro y malo... Y no quiero lastimarte, no quiero hacerte daño, pero no me puedo alejar de ti... .-dice acercándose a mí.

—No lo entiendo... Nathaniel estás bien? .-no entiendo lo que significa.

—Tu querías saber sobre mí, vine a decirte que mi vida no es colorida, ni cariñosa y absolutamente está llena de reglas, trabajo y un pasado
oscuro que no me gustaría introducirte en él. .-me toma de la mejilla con sus suaves dedos.

Trago saliva y miro esos hermosos ojos que me derriten por dentro, son de un color marrón pálido. Siento su respiración tan cerca de mi, su aliento a vino tinto, su aroma cálida, hace que yo también me acerque cada vez más a él.

—No tienes porque alejarte de mí...-susurro.

Él mira mis ojos y se muerde los labios haciendo notar su blanca dentadura.

—Carajo...-refunfuña.

Me toma de la cabeza y embiste sus labios contra los míos, fuertemente. Inmediatamente reacciono a ese cálido beso, rodee mis brazos alrededor de su cuello, él me empuja hacia adentro, cerrando la puerta con su pie derecho y tirándome al sofá.
—Qué es lo que intenta hacer?.-pregunta mi subconsciente.
Creo que sé a dónde va... Pero no lo puedo permitir, no ahora.

—Necesito hablarte.-dice Nathaniel sentándose en frente de mí.

—Que es lo que pasa.-sorprendida me incorporo sentándome en el sofá.

—Necesito alejarme de ti, no soy bueno para ti...-deja las palabras en el aire, mirando fijamente mis ojos.

—No lo entiendo. Nathaniel, porqué tienes que alejarte de mí?.-pregunto confundida.

—No puedo decirte, pero necesitaba estar cerca de ti, hacer esto, tomarte de la mejilla y besar tus labios fuertemente hasta dejarte sin aliento, pero no puedo hacerte daño, me es difícil saber lo que piensas de mí y eso me frustra, me hace sentir débil ante ti y no lo puedo permitir.-me mira pensativo.

Me quedo estupefacta. Qué significa?, es un lunático tal vez... Un maniático del control, un ser vivo perfecto salido de cualquier libro, caído de cualquier planeta, que mierda me está diciendo.
Muerdo mi labio fuertemente haciendo que éste sangrara, oh Dios... Estoy muy nerviosa ante esto.
Siento la sangre cayendo por mi ropa, pero estoy paralizada.

—Mierda, Chelsea! .-dice Nathaniel, poniendo su pañuelo en mis labios.

—Oh... Lo siento.-dije tomando su pañuelo.

—Tienes que recostarte, dónde está tu habitación?.-dice cargándome.

—Está subiendo las escaleras, la tercera puerta.-dije recaída, en serio me duele esto.

Llegamos a mi habitación y me deja sobre la cama, me quita las pantuflas y me cubre con las sabanas.

—Ya te vas? .-pregunté al ver que estaba decidido a irse.

—Tienes que descansar.-dice dándome la espalda.

—No! Tienes que explicarme, tienes que darme respuestas, no sé porque tienes que alejarte de mí, Nathaniel no sé qué sucedió en el pasado, pero no me importa y sé que eres bueno para... Mí.-dije mirándolo fijamente.

Él tomó una silla y se sentó a un lado mío.

—No puedo decirte nada, estarías en peligro. Chelsea, desde que topé contigo aquella tarde por el bosque, me he empeñado a recordar ese momento en el que estaba decidido a besarte, pero una parte de mí... Quería dañarte.-me toma la mejilla. —Soy diferente y muchas veces no puedo controlarme, pero contigo es muy distinto, me siento bien.

—Y entonces, porqué quieres alejarte de mí? .-dije alzando la voz.

—Ya te lo he dicho. A veces me es difícil controlar mis impulsos, no puedo perder el control contigo, me castigaría a mí mismo si un día llegara a lastimarte.-dice calmado.

—Porqué me harías daño?, realmente... Qué es lo que eres? .-sé que en este momento parezco una pequeña niña haciendo muchas preguntas, pero no entiendo a este hombre.

—Qué no lo entiendes? No puedo decírtelo. Ahora descansa. -dice levantándose.

—No te... No te vallas, por favor, quédate conmigo.-dije suplicando.

Él me miró y se metió bajo las sabanas, abrazándome con fuerza. Tomé sus manos y las llevé hacia mi pecho, él era tan cálido, suspiraba tras mi cabeza, haciendo que mis músculos se relajaran poco a poco. Puse mis pies entre los suyos haciendo que nuestros cuerpos estuvieran cerca del otro.
Estaba tan cómoda, que me quedé profundamente dormida entre sus brazos, entre su aroma, entre su cuerpo, que la sensación fue agradable.

You Have Me By Your Side - (Jamie Dornan & Dakota Johnson) ®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora