You Have Me By Your Side - (Jamie Dornan & Dakota Johnson) ®

Capitulo 9

Él estaba ahí, llorando en medio del bosque, desolado... No se encontraba nadie con él, acaso lo dejaron aquí?, solo?, esas preguntas me molestaron con solo pensarlas. Cómo es posible que dejarán a un niño desolado?, él sigue llorando con la cabeza gacha, mirando sus manitas heridas, él niño es tierno, tiene su ropita desgarrada y sucia.
Miro a mi alrededor, todo nos rodea de arbustos y pinos... Decido acercarme hacia el niño y preguntarle, cuál era la causa por la que se encontraba aquí solo... El niño me miró y noté en sus ojos grises tristeza, enojo y misterio, pero nunca una pizca de amor, él estaba asustado y envuelto en sus brazos, no quería que me acercara hacia él. Cuando estaba por llegar a él... Se desvaneció todo.

Despierto por los gritos de Susan. Volteo en busca de Nathaniel pero él no está aquí, se ha marchado.
Susan no para de gritar, así que voy a su habitación molesta.

—Quieres callarte por favor! —dije entrando a su habitación.

Oh por dios... Susan está en la cama con un chico.

—Oh por dios... —dije cerrando inmediatamente la puerta.

Así que viene tarde y se le ocurre llegar con un idiota.
—Es interesante que tu hermana menor tenga sexo y tú no —dice mi subconsciente riéndose. Si, pero al menos no soy una perra que trae al primer idiota a casa cuando se le cruza por el camino.

(...)

Me doy una ducha y cuando salgo, Susan está sentada en la cama.

—Por favor no le digas a nuestros padres —dice suplicante.

—Yo no voy andar contando la vida íntima de los demás, aunque sean nuestros padres, pero toma en cuenta que ya estás lo bastante grande como para tomar tus decisiones, ahora sal de aquí —dije muy molesta, enserio estoy muy molesta con ella.

—Oh gracias Chelsea, esto no volverá a pasar. —dice saliendo de mi habitación.

Si, eso es seguro...

(...)

Después de un largo rato y estar sentada en el césped, cojo mi teléfono y veo que no hay novedades.
Pienso en el sueño que tuve la noche pasada, en el niño que se encontraba solo, en que de alguna forma me recordaba a Nathaniel, y me decido por llamarle.

—Señorita Whitton...—deja mi nombre en el aire.

—Hola —dije con voz tímida.

—Está bien señorita Whitton? —pregunta.

—Si... Pensaba en ti y en la posibilidad de salir esta noche.—dije algo esperanzada.

—Pensabas en mí...? Para ser franco señorita Whitton, no creo que haya entendido mi advertencia de ayer y yo también pensaba en ti... Todo el tiempo.—dice soltando el aire.

—Entonces te veo esta noche? —pregunto evadiendo su comentario.

—No creo que sea buena idea—dice cortante.

—Nathaniel... Necesito verte.—dije firme.

—No estoy seguro, pero paso por ti a las ocho en punto. Ya deseo verte...—dice con voz seductora y cuelga.

Necesito respuestas, necesito saber lo que realmente significa lo que me dijo el día de ayer, pero una parte de mí... Quiere conocer más a esa persona, al hombre atractivo.

(...)

Ha llegado la hora de ver al hombre atractivo y necesito valentía para poder decir mis dudas.
Susan está en la sala de estar viendo un programa en la televisión, cuando yo bajo por mi bolso.