Pasaron unos cuantos minutos cuando me percaté de unos gritos desafiantes y aterradores. No sabía qué hacer, estaba espantada, pero no podía salir de esta habitación. Miré a mi alrededor, había una gran cama destruída, una chimenea en ruinas, fotografías rotas y quemadas de la cuales una de ellas llamó mi atención, era Nathaniel. Me quedé atónita, no podía creer que fuese él ya que su aspecto permanecía intacto como lo es actualmente.Algo retumbó sobre la casa en ruinas haciendo que me sobresaltara, podía escuchar gritos de angustia y llantos, me sentí inútil en algún momento por el simple hecho de quedarme aquí en esta habitación sin hacer nada, siendo vulnerable, lo cual esa idea me enfurecía.
Algo se aproximaba y nerviosa, busqué un lugar para refugiarme y salir desapercibida de lo que sea que se encontraba afuera. Había un mueble destrozado, daba la impresión de ser un mueble inservible así que me metí en él y cerré los ojos, escuchando mi respiración agitarse al igual que mi corazón latir.
—Aléjate de ella!—pude percibir la voz ronca de Nathaniel y un golpe fuerte.
Pero que es lo que está sucediendo! —dice mi subconsciente con temor.
Seguían los gritos y golpes que provenían de afuera de la habitación y yo no podía hacer nada, no sabía que era lo que se encontraba afuera. De pronto los gritos y golpes cesaron y unos sollozos se escucharon alejándose.
—Chelsea! —gritó Nathaniel.
Salí de aquel mueble en busca de él. Se encontraba aterrado, su camisa estaba rasgada como si un animal enorme fuera el causante de eso mientras miraba esa gran rasgadura, noté que también sangraba. Levanté la mirada y lo miré a los ojos, él me miraba fijamente con el ceño fruncido sin decir nada, solo escuchaba su respiración.
Me acerqué lentamente hacia él, preocupada por su estado y también quería saber que fue lo que pasó, tenía dudas, preguntas, pero estaba más preocupada por él ahora mismo.Le tomé la mejilla delicadamente como si por un momento sintiera que podría quebrarse, sintiendo su cálida y suave piel, acaricié su rostro inspeccionando con cautela su estado, él cerro los ojos y soltó un soplido.
—¿Cómo te encuentras?—pregunto angustiada.
—Me encuentro bien.—dijo mirándome fijamente.
—¿Puedo ver tu herida?—pregunté pero estaba segura que aunque me dijera que no, la vería de todos modos.
Él asintió y lentamente se quitó la camisa sin hacer ningún respingo, dejando ver su perfecto abdomen a pesar de la gran herida.
Tomé su camisa enrollándola en mi mano izquierda y suavemente empecé a limpiar la sangre, es impresionante, no entiendo como no puede hacer ningún tipo de gesto por dolor, la herida es muy grande y no da ningún indicio de que le duela.Él tomó mi mano atrayéndome hacia él, me tomó de la cintura con su mano izquierda mientras con la derecha empezó a acariciar mi mejilla, sentía como se ponían calientes por sus roces cálidos, sentía algo más que nervios, se me cortaba la respiración al estar tan cerca de el hombre atractivo.
Al ver esos labios húmedos y perfectos mi corazón se detuvo por un breve momento, intenté controlar los deseos de besarlo, pero no tuve éxito y me lancé sobre él abrazando su cuello y después nuestros labios se encontraron con ardor, deseo, tomando el mismo ritmo. Nathaniel abrazó mi cintura con mucha lujuria haciendo que me levantara y enredara mis piernas alrededor de su cintura, mi mano izquierda se encontraba estirando levemente su cabellera cobriza mientras su lengua se abría paso dentro de mi boca, experimentando su sabor, el sabor de Nathaniel McCroow.Me llevó a la cama en malas condiciones, recostándome sobre ella, me miró por varios segundos cuando él ya se encontraba encima de mi, besando mi cuello con ternura, sentía un gran placer que no pude evitar cerrar mis ojos y morder mi labio inferior, Nathaniel comenzó a quitar mi blusa con cuidado seguido del sostén, se detuvo para mirarme lo que me hizo estar completamente expuesta sintiéndome avergonzada, tímida ante esta nueva situación.
—Eres perfecta...—susurró.
.....
Después de lo que acababa de suceder, no quería arruinar el momento haciendo preguntas a Nathaniel que quizás y las evada por razones que tal vez y no comprenda, pero no podía quedarme con la duda... No quería.
No sé qué es lo que pasa en la vida de Nathaniel pero creo que mi corazón me dice que es el hombre a quien debería entregarle mi vida por completo y ser feliz... A su lado. Me sentía protegida al estar con él, a pesar de lo que ya había descubierto...
—Necesito tu tiempo por esta noche. Me gustaría pasar por ti como a las ocho ¿Te parece?
Lo miré con ternura y felicidad para después darme cuenta que él me pedía que estuviera con él, esta noche.
—Si.
Dije con un hilo de aliento, percatándome de que a penas y respiraba.
Salimos de aquella casa en ruinas para después subir al auto cautelosamente, ya que aún no sabía lo que había ocurrido.
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You Have Me By Your Side - (Jamie Dornan & Dakota Johnson) ®
Acak-Me tienes a tu lado. Una historia de romance con un giro sorprendente e impactante. Nathaniel, un hombre atractivo y con una personalidad misteriosa que poco a poco la historia lo mencionará. Chelsea, una mujer inteligente, linda y valiente y a p...