Capitulo 14

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No quiero saber nada de tu pasado, solo quiero que estés conmigo, eso es todo.

—No sabes lo que dices.—dice frunciendo el ceño.

—Yo creo que sí y lo entiendes muy bien.—dije un poco molesta.

—No, no lo entiendo, no quiero destruir tu vida, tu futuro y no merezco más sufrimiento en mi infierno.—dice alzando la voz.

—Entonces, ¿piensas que al estar conmigo es un infierno?—dije confundida.

—No! Claro que no. Sabes a qué me refiero Chelsea. —dice molesto.

—Pues no sé qué es lo que quieres.—dije saliendo de aquel lugar.

—Solo olvídame, olvida que me conociste, olvida todo lo que sabes sobre mí y vete...—dice aquel hombre atractivo desapareciendo.

••••

¿Dónde estoy? ¿Qué estoy haciendo aquí? Me siento mareada.

—Señorita Whitton. Despierte, él está aquí.—dice la señora amable.

Despierto en la misma habitación de la que había salido rápidamente.

No consigo decir palabra y solo me levanto de la cama para salir de aquella habitación.
Me dirijo hacia el vestíbulo y está un hombre parado justo en la puerta del hotel.
Él y yo estamos a un metro de distancia, la atmósfera ha cambiado, siento adrenalina dentro de mí.

—¿Nathaniel? —pregunté  curiosa por saber quién es ese hombre.

Él se gira e inmediatamente me doy cuenta que es él, el hombre atractivo y misterioso.

—Hola Chelsea.—dice acercándose hacia mí.

—Hola... Amm... ¿Qué haces aquí?—dije curiosa y con la mirada fija en su rostro.

—Vine por negocios. ¿Tú qué haces aquí? —dice a cinco centímetros de distancia.

—Vine... Vine a buscarte. —dije sin dejar de mirarlo.

—¿A sí? Pues ya no busques más. —dice tomando mi cintura.

Se me corta la respiración y siento que en ese momento mi rostro está rosado.
Él me acerca hacia su cuerpo, me toma del rostro y sus labios rozan con los míos suavemente, sumergiéndome totalmente en ese cálido y maravilloso beso.
Él termina el beso, junta su frente con la mía y cierra los ojos e inspira ondo.

—¿Qué pasa?—pregunto con un poco de decepción.

—Tenemos que volver a la ciudad.—dice dándome un beso en la frente y apartándose de mí.

Nathaniel me ayuda a subir al auto y en menos de un segundo, él se encuentra poniendo en marcha el auto.

—¿Y tu auto?—pregunté confundida.

—Mi chofer Walker se lo llevó. Yo seré tu protector. —dice con los ojos brillando.

No dije nada y solo sonreí ante su comentario. Me alegraba verlo, saber que está bien.

—¿Qué música tienes?—pregunta encendiendo el iPod.

—De todo un poco.—dije, con un poco de rubor en mis mejillas.

Él puso una canción titulada, Wildest Dreams. Sonreí ante su tal elección.
No buscó mucho en mi lista de música, creo que solo la puso al azar.

—¿Te gusta Taylor Swift? —pregunté riendo.

—Bueno, creo que no está mal. —dice haciendo un gesto de conformidad.

—Creo que son sueños salvajes.—dije refiriéndome a la canción pero a la vez intentando dar otro mensaje.

—Son divertidos e interesantes. —dice guiñándome un ojo.

—Pero también son confusos e irritantes algunas veces. —dije sintiendo su mirada fija en mí.

—Pues todo tiene su tiempo, su proceso hasta llegar a su conclusión. —dice deteniéndose.

Lo miré extrañada, sabía a qué me refería, en verdad me gusta este hombre.

Es una casa destruida, vieja, con rastros de que hubo un incendio.

—¿Qué hacemos aquí?—pregunté bajando del auto.

—Aquí fue donde crecí... Y donde fui derrocado.—dice mirando aquella casa en ruinas.

—¿Qué fue lo que pasó?—pregunté curiosa y a la vez dolida.

—Mis padres... Mis padres adoptivos tenían muchos contratos, de los cuales con personas que se dedicaban a estafar, pero ellos no tenían ni la menor idea, ellos solo querían ayudar. —dice sin mirarme.

—¿Tú lo sabías? —pregunté.

—No. Mi padre no quería que me metiera, él sabía muy bien que investigaría todo acerca de esas personas. Así que... Para él no era conveniente desperdiciar ninguna oportunidad. —dice caminando hacia la casa en ruinas.

—Solo querías ayudar —dije siguiéndolo.

—Él solo quería que me alejara del peligro. —dice deteniéndose.

Un silencio aterrador cambio el ambiente, cuando de pronto se empezaron a escuchar voces y risas por todos lados. Era realmente escalofriante.

—¿Qué es eso? —pregunté espantada.

—Tenemos que irnos.—dice Nathaniel tomándome de la cintura y llevándome al auto.

Él me abrió la puerta cuando de un fuerte golpe la cerraron.
Grité del susto. -WTF! --dice mi subconsciente asombrada.

—Nathaniel ¿Qué ocurre? —pregunté asustada.

—No debí traerte aquí. —dice tomando mi mano y llevándome hacía dentro de la casa en ruinas.

—Nathaniel!—gritaba porque me diera una explicación.

Las risas cada vez eran más intensas y las voces decían: Sal de aquí!. Vete!. Te destruiremos!. Jamás debiste de poner un pie en este lugar maldita!.
Estaba espantada, no sabía lo que estaba sucediendo, no veía nada o a alguien pero parecían ser voces de mujeres enfadadas.
Subimos a la planta alta de la casa en ruinas y me llevó a una habitación grande.
Cerró la puerta y me abrazó con gran intensidad que casi me asfixiaba. Las voces se escuchaban cada vez más cerca de nosotros, no podía soportarlo más, solo quería que ya pararan, cuando de pronto...cesaron.

—Ahora vuelvo. Necesito que te quedes aquí y confíes en mí. ¿Lo harás? —me pregunta Nathaniel alzando la voz.

—Si.—dije mirándolo fijamente con la respiración cortante.

You Have Me By Your Side - (Jamie Dornan & Dakota Johnson) ®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora