Capitulo 4

370 15 2
                                    

Esta mañana me levanté pensando... en que si volvería a ver a ese hombre atractivo.
No puedo concentrarme muy bien en lo que hago, a veces parece que lo estoy imaginando tal como estaba la noche anterior, todo él era...

—¡Chelsea! Baja, tengo a alguien a quien presentarte. —grita mi padre desde la sala principal.

Vuelvo a la realidad una vez más y sé que tengo que ir tan rápido como pueda.

—Ahí está... —dice mi papá sonríete.

Al levantar la vista para sonreír, veo a ese hombre una vez más... solo él puede cambiar el ambiente que se encuentra. Mi subconsciente no lo puede creer.

—Nathaniel, te presento a mi princesa Chelsea. —dice mi papá abriendo paso entre ambos.

—Es un placer señorita Whitton. —dice Nathaniel, estrechando su mano con la mía.

—El placer es mío. —eso es todo lo que intenté decir, en ese momento.

Él no deja de mantener fija la mirada en mí y eso me pone... nerviosa. No se que está haciendo este hombre aquí, se que mi padre me tiene que dar una explicación, pero no ahora, no en este momento.

—Esta lista la comida, ya pueden sentarse. —grita mi mamá desde el comedor.

Nos dirigimos al comedor, todos... excepto Susan, no tengo ni idea de donde esté, pero por un lado eso me alivia, este hombre me pone nerviosa, así que si Susan estuviera aquí... seguramente lo estaría más.
Estoy tan concentrada en no parecer tan nerviosa como me siento, no entiendo porque y mi subconsciente está de la misma manera que yo, así que igual su ayuda ahora mismo no serviría de nada.
Estoy tratando de hacer mis movimientos tan precisos como puedo, así que no se de que estén hablando...

—Chasea te enseñará el lugar. —dice de pronto mi papá.

Mi subconsciente escupe el agua que estaba bebiendo. ¿Qué? Grita de pronto tan atónita como yo lo estoy.
Intento sonreír, pero no lo consigo, si acaso consigo un gesto de modestia amable y trato de pasar la saliva para no ahogarme.

—Solo si la señorita Whitton, está de acuerdo. —Nathaniel dirige la vista hacia mi.

Alzo la vista hacia él... y al ver esos ojos... ¿azules?, eran negros la ultima vez que los vi, no tengo idea de qué pasó, quizá los vi negros por la oscuridad que nos rodeaba, pero al ver su mirada, su rostro... no puedo decir que no.

Sonrío.

—Será un placer. —dije dejando salir el aire.

—De acuerdo, princesa tu mamá y yo iremos al pueblo por unas cosas.—dirige la vista hacia Nathaniel.—Te dejo en buenas manos.—dice refiriéndose a Nathaniel, que el asiente.

Mis padres se retiran y después de eso se me olvida todo...

Camino hacia al porche ignorando a aquel monumento que se encontraba detrás de mi.

Él me sigue con la mirada.

—Nos volvemos a encontrar, señorita Whitton. —dice de pronto.

   Me vuelvo y lo miro.

—Que coincidencia.—dije sarcásticamente. Él sonríe, y me estudia con cuidado, con su mano derecha en la barbilla. —¿Cómo es que supiste dónde me quedaba?

Él me estudió con la mirada y no contestó a mi pregunta.

—Creo que dijo que me enseñaría el lugar.—dice alzando una ceja divertido.

No entiendo porque es así.

—Claro, eso dije.... ¿Se podría saber para que quieres ver el lugar? —le pregunto.

—Qué no se lo dijo su padre... —creo que es más que obvio, pero al ver mi rostro de no tener ni la menor idea, decide proseguir. —Su padre quiere comprar una casa en este lugar, pero un poco más lejos de aquí, así que le hice una oferta.

—¿Qué clase de oferta?...—pregunto confundida.

—Compraré esta casa señorita Whitton. —dice sonriendo.

—Ah... —dije desviando la mirada hacia otro lado.

—¿Comenzamos? —pregunta abriendo paso.

Suspiro y decido caminar adelante de él, por un instante se me olvida aquel rostro atractivo, porque no tolero la idea de que alguien compre esta casa. Él camina a mi lado y en algunos momentos nuestras miradas se cruzan.

—¿Porqué quieres comprarla? —decido preguntarle.

Nos detenemos y el me mira con cautela.

—Porque puedo.—dice con rostro serio.

Me quedo callada.

Desvió la mirada y de pronto él se acerca hacia mi.
Se me corta la respiración.

—Es... agradable señorita Whitton. —dice, sintiendo su respiración tan cerca de mi.

Alzo la vista hacia él, mirando sus bellos ojos y él los míos, por unos segundos nos miramos fijamente, trato de acercarme más a él, para besar sus labios, me tienen hipnotizada. No puedo pensar nada más que solo besarlo.
Me acerco más a él, cuando el suspira y cierra los ojos...

Él me toma de la mejilla, sintiendo sus suaves y largos dedos, cierro los ojos a aquella sensación.

—Me tengo que ir.—dice muy cerca de mi.—Gracias.

Se da la vuelta y desaparece. Me quedo sorprendida, atónita....

You Have Me By Your Side - (Jamie Dornan & Dakota Johnson) ®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora