La Salvación y Eva (diabolik lovers fanfic)

CAPITULO NUEVE

Flashback. Sueño.

-Shuu ¿Dónde estás?-

Seguía caminando por la mansión buscando al hermano mayor de ellos.

Salí al patio a buscarlo, pero... nada

-¡Hey! ¡Niña!-

Volteo hacia atrás y hay un niño castaño trepando la barda del jardín.

-¿Quién eres?- Pregunto

-Soy el amigo de Shuu ¿y tú?-

Debe ser Edgar, ese chico del que me conto Shuu tan fascinado, pero me dijo que no le dijera a Reiji

-Soy Natsuki, amiga de Shuu- Digo

-¿No sabes dónde está?-

-No, lo eh buscado toda la tarde-

-¡Edgar!- Grita Shuu quien viene corriendo hacia nosotros

-Como tardas- Dice Edgar

Shuu se detiene a mi lado y apoya las manos en sus rodillas para recuperar el aire.

-Vamos, no podremos jugar si no te apresuras- Ya está sentado en la barda con la mano estirada, Shuu la toma y sube a la barda

-¿Quieres venir?- Dice Edgar y estira su brazo para que lo tome

-Vamos Nat, ven con nosotros- Dice Shuu

-Bien- Le tomo la mano y él me jala hacia arriba

Dan la vuelta para saltar hacia el campo, saltan y esperan a que salte.

-Vamos, salta, te atrapare- Dice Edgar

Salto, caigo en sus brazos, ríe, me baja, Shuu me toma de la mano y corremos hasta el pueblo.

Lástima que no duró por mucho.

Tres meses después la casa Edgar se quemo y él junto con ella.

Fin Flashback. Sueño.

Despierto con la respiración agitada, me siento en la cama, miro a mi alrededor, el chico árbol está sentado en la cama.

-¿Qué haces aquí?-

-Esta es mi casa, puedo hacer lo que yo quiera- Dice

-Sabes a lo que me refiero- Digo

-Sí, lo sé-

-¿No será que viniste a espiarme porque me amas?- Pongo una cara pícara

-Yo no te amo- Se acerca a mi

-Por ahora-

-Ahora lo único que me atrae es tu aroma, hueles muy bien- Sigue acercándose a mí, hasta que su boca está muy cerca de mi cuello.

-¿Qué haces?- Digo

Lame mi cuello, me estremezco.

-Quieta- Me muerde y succiona mi sangre, jadea.

No siento dolor, no estoy mareada, se podría decir que me gusta, pero no estoy segura de eso.

Se separa de mí cuello, acerca su rostro al mío haciendo que la punta de su nariz toque la mía, lame la sangre que escurre por su labio inferior.

-Esta sangre, ni siquiera la de la de esa cerda es igual de dulce- Dice un poco sonrojado con una sonrisa amplia

Lo miro indiferente y siento como la herida comienza a cerrarse.