Inhalando el aroma que desprende la pequeña cobija que vivió en el despacho de Reiji por 7 años.
La cobija era de Leia, la conservé porque él me lo pidió.
Para que no lo olvidara.
No me muevo hasta que no puedo ver a causa del agua que se acumuló en mis ojos.
No puedo llorar ahora.
No debo llorar ahora.
Me olvidé de hacerlo desde hace tres años.
No voy a recordar lo que es sacar tu debilidad.
No por él.
No por Leia.
"Entréguenle eso y vámonos"
Luke siempre fue un chico callado, las personas que no lo conocían decían que era una persona fría. Cuando lo conocí no me hablaba. Lo cual es comprensible cuando tienes un padre alcohólico, tú madre muere cuando más la necesitas, cuando estas a punto de suicidarte conoces a una chica humana y a un mes de tu boda alguien la asesina. Así que podía parecer frío. Tenía sus razones.
Pero nunca se comportó así conmigo.
Y ¿Qué es "eso"?
Camino hasta el estuche de metal que está en el otro lado de la alcoba.
Me hinco para poder verla más de cerca y poder tocarla.
Tiene un color plateado y algo grabado arriba de los broches que lo mantienen cerrado.
E. A. N. H.
Presiono los pequeños botones de los broches y levanto unos pequeños aros de metal, cuando lo hago se escucha un Click.
Tal vez haya un cuerpo descuartizado. O algo por el estilo.
Levanto la tapa. Y con solo ver lo que hay dentro, un recuerdo que permanecía en lo más profundo de mi mente, sale a la luz.
Flashback.
Estábamos sentadas en el borde de lo más alto de un edificio de la ciudad, Eileen dijo que tenía una sorpresa que darme. El sol estaba por ponerse.
-Hikari- Me llamó por mi segundo nombre
-¿Qué pasa?- Dije sin mirarla
-Te traje aquí porque quería entregarte algo- Me toma de la mano- Ven
Nos levantamos y caminamos hasta un estuche grande de metal.
Ella lo abrió.
-Desde ahora eres oficialmente una del escuadrón, y como yo soy la líder, tengo que observarlos a cada uno para mandar a hacerles un arma según sus cualidades, solo faltabas tú- Del estuche sacó un abanico de metal, estaba cerrado- Creo que este será de tu agrado, ya que no puedes cargar cosas pesadas y necesitas algo para cubrirte y atacar
Se veía muy pesado, pero lo puso en mis brazos y descubrí que no lo era, era simplemente perfecto.
-Y mira, mandé a reparar mi hacha, pero dijeron que debían cambiarle y alargarle toda la empuñadura, así que ya no es un hacha, es una guadaña... o... algo así-
-Muchas, muchas gracias, Eileen- La abracé y ella a mí
-No tienes que agradecerme, tu eres parte de nosotros... y sé que extrañas a tus amigos los vampiros, así que te prometo que te llevaré a verlos... pero tú debes prometerme algo- Tomó mi rostro entre sus manos- Si muero no hagas algo estúpido, sigue viviendo, quédate con mi hacha, te volverás jefa del escuadrón-
-No puedes morir mañana, tienes que hacer lo que sea para sobrevivir, por favor-
-Trataré... además recuerda que aun tienes que presentarme a el señorito Shuu- Sonríe con picardía
-Sí- Vuelvo a abrazarla, ella acaricia mi espalda
No quería soltarla.
El anochecer se hizo presente y la oscuridad sucumbió todo.
Fin del Flashback.
Mis ojos están cristalizados otra vez, tomo con mucho cuidado el hacha que está recostada a un lado del abanico sobre una esponja cubierta con terciopelo, en la empuñadura con letra cursiva viene grabado: Eileen Amy.
Levanto un poco mi cabeza para ver el abanico.
Este tiene grabado: Natsuki Hikari.
Ahora entiendo... las letras... son iniciales.
Sujeto con mucha fuerza el hacha, el olor va a salir de mi cuerpo en cualquier momento.
Mis párpados se unen en un pestañeo, derramando las emociones que siento, encerradas en gotas de agua salada intentando ahogarse y cayendo al suelo donde por fin reciben su tan anhelada muerte.
El llanto y el dolor se apoderan de mí.
Un llanto profundo, desesperado.
Un llanto que deseó salir desde hace tres años y logró encontrar su libertad.
Gritos de desesperación atormentan mi garganta, como agujas que se clavan en mi alma, conectadas a los hilos de un pasado trágico, lleno de traiciones, muertes, venganza y sangre. La persona que me amaba y me cuidaba, no necesitaba a mis padres, porque él estaba ahí.
Mis uñas desgarran la piel de mis brazos en un intento de consuelo.
No se puede confiar en el destino. Porque traiciona de la forma más cruel que puedes imaginar. Puede hacerte cambiar la forma en la que ves a una persona que amas.
Como me lo hizo a mí.
Mi protector. Un hermano. Mi hermano.
Leia.
El destino hizo que su forma de pensar cambiara.
Y yo presencié la brutalidad de sus actos con mis propios ojos.
Pero aunque haya visto como Leia la destruía... mi corazón, mi mente y mi alma no me permiten odiarlo.
Lo recuerdo todo...
El rostro de ella no reflejaba ninguna emoción cuando estaba siendo torturada.
En cambio yo: gritaba su nombre, le gritaba que se defendiera, le gritaba que me había prometido mantenerse con vida, le gritaba y lloraba como si mi vida dependiera de ello. Como si su vida dependiera de ello.
No podía salvarla, estaba encadenada viendo todo ese salvajismo desde una ventana.
Recuerdo... sus labios... cuando los movía para decir mi nombre con la voz quebrada... también recuerdo sus hermosos ojos color esmeralda... sus finos párpados juntándose poco a poco cuando la daga de titanio penetró su nuca y perforó su garganta... cuando Leia entró al lugar donde yo estaba encerrada... cuando lo miré con odio y repulsión... parecía que en su cabeza estaba formándose una disputa... se podía ver en sus ojos que no entendía por qué yo estaba ahí... la bomba estalló y el escuadrón de la flecha junto con Norikko vinieron a rescatarnos... cuando vi como Leia yacía en el suelo con sangre saliendo de su cabeza... cuando volvimos a Nivarna y enterraron el cuerpo de Eileen... y junto con el mi felicidad y un motivo por el cual seguir en pie.
Recuerdo las últimas palabras de Eileen que no escuché.
Las palabras que dijo y tuve que leer sus labios para entender lo que dijo.
"Natsuki... voy a estar... bien"
Y a los pocos segundos su mundo se desvaneció.
Y creía que el mío también.
Pero Karl Heinz me dio una nueva misión.
Y aun no está completada.
No, hasta que Carla Tsukinami esté muerto.
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La Salvación y Eva (diabolik lovers fanfic)
Randomuna chica y su hermano mayor, adoptados por Karl Heinz, el cual, los separó y crió en diferentes familias, Sakamaki y Mukami. Ambos son asesinos y llamados por ''Él'' para un plan que deben cumplir.