La Salvación y Eva (diabolik lovers fanfic)

CAPITULO VEINTE

Narra Natsuki.

-Fue extraordinario, no sabía que cantaras tan bien-

-No, fue horroroso, me puse nerviosa frente a todos y la voz me temblaba-

-Cantaste genial, debes estar segura de eso, te lo dice un idol famoso con miles de fans- Me sonríe

-Eres un presumido-

Terra es amiga de Norikko, lo que significa que es algo parecido a una traidora.

Solo espero no volver a topármela algún día. Ese día será el más desafortunado de su vida.

-Natsuki... yo... quiero...-

-¿Qué?-

-Probar tu sangre-

-Si te digo que no de todas formas lo harás ¿verdad?-

-Sí, solo te lo estoy pidiendo de la manera amable-

Extiendo mi brazo hacia él y quita la manga que cubre a este, lleva la cara interna de mi muñeca a su boca y la muerde.

Lame la sangre que sale de los agujeros que abrió y siento cosquillas en la muñeca, retira los colmillos de ese lugar y aproxima su rostro al mío, da un pequeño beso en mi mejilla y baja su boca hasta mi cuello, donde muerde con desesperación.

Empuja mi cuerpo lentamente hacia abajo, donde queda el sobre mí, con las piernas a los lados de mis caderas, mi cuerpo no está consciente de lo que está pasando, pero algo en mi interior lo hace reaccionar.

Flashback.

-¿Qué hace una niña tan linda aquí? y mejor que nada: Sola- Dijo el hombre mirándome sonriente

-No lo sé, tal vez deberíamos ayudarla a buscar su casa-

Todos los demás hombres ríen

No... basta.

Seguían riendo.

-¡AHH!-

¿Qué es esto? No me gusta cómo se siente.

AHH.

La sangre y el sudor escurrían de mi cuerpo.

-Natsuki, mírame, mírame, aquí estoy- Norikko me abrazó con fuerza- No permitiré que alguien más te toque-

-¿Ellos?-

-Ellos están inconscientes, mañana los buscaré y los mataré, pero antes tengo que llevarte a casa, no llores por favor- Me limpió las lágrimas.

Esa noche vomité demasiado, Norikko se quedó a mí lado, esperando que me sintiera mejor.

-Tenemos que bañarte, no puedes dormir así, dejaría que lo hicieras sola pero tus piernas no pueden moverse-

En el baño, Norikko suspiraba con frustración y impotencia constantemente, sabía que hasta que yo me quedara dormida el no podría salir a vengarse.

Sus manos mojadas pasaban por mis brazos, hombros y espalda, e intentaba no tocar alguna parte inapropiada

-Todo va a estar bien Nat, no voy a permitir que te toquen, mírame- Tomo mi mentón y lo levanto un poco para que lo mirara- ¿Confías en mí?-

No dudé en asentir.

Dormimos juntos el me abrazó y yo le correspondí.

Te quiero Nat.

Fin del Flashback.

-No... Kou, basta-

Hace caso omiso y me veo obligada a patearlo en la entrepierna.

Hace una mueca de dolor.

Se separa de golpe y se lleva las manos al lugar del golpe.

Se queja.

-¿Por qué hiciste eso?-

-Lo siento Kou... pero no me siento bien, fue...- No sé qué decir

-Desde que te vi menstruando quise probar tu sangre, y cuando tú me dejas hacerlo, después de un momento... me golpeas- Reclama

-Lo lamento, Kou... pero... recordé algo que no me gusta y que me da asco- Cubro mi cara con las manos- pero puedes seguir bebiendo de mi muñeca- estiro el brazo hacia él

-Tuve suficiente, se me quitó el apetito-

Narra Leia.

Flashback.

-Pequeño demonio, te llama el jefe- Dijo el domador de leones

-Quédate aquí-

Natsuki asintió.

Me puse la camisa encima de las vendas que me puso Natsuki, caminé hasta la "oficina" del jefe del circo.

-¿Me llamó señor?- Pregunté una vez adentro

Había un hombre de cabellera larga y blanca.

-Sí, Leia, siéntate por favor- Señala una silla vieja y rota

Tomé asiento cuidadosamente.

-Te presento a Tougo Sakamaki- Señala al hombre con la mano- él está aquí porque duda de tus capacidades para sanar, ¿le permitirías revisarte la espalda?-

Me levanté y caminé hacia el hombre mientras me quitaba la camisa, cuando estuve en frente de él, giré sobre mis talones y le mostré las vendas de mi espalda.

Sentí como las largas vendas se caían, y una mano fría recorriéndome la espalda.

-¿Puedo hacerte una pequeña cortada en la mano?- Susurra

Lo encaré y el sujetó mi brazo, de su abrigo sacó un pequeña navaja y cortó la palma de mi mano.

No sentía dolor, solo sentía como la piel se abría, sentía como mi mano se empapaba del líquido rojo, cuando la piel absorbía la sangre y finalmente, se cerraba sin dejar cicatriz.

-Increíble- Susurró

-Leia, déjanos hablar un momento- Dijo el jefe del circo

Salí de esa habitación, para ir a cuidar a Natsuki, quién ya se encontraba dormida, me acomode a un lado de ella y la abracé.

Alguien tocó mi hombro y me sobresalté.

Pero al enfocar la vista, me encontré con el hombre de cabellera blanca.

-Leia, alista tus cosas, vendrás a vivir conmigo- Observó a Natsuki- ¿Quién es ella?-

-Es mi hermana-

Se quedó callado un momento.

-No puedo dejarla sola aquí, si me voy... le harán lo mismo que a mí... y no quiero eso, estoy aquí para protegerla-

-¿Ella hace lo mismo que tú?-

-Creo que si-

Sacó la navaja.

-¿Qué hará?- Me interpuse entre él y Natsuki

-Solo un pequeño corte en la palma de su mano, no le dolerá, lo prometo- Sujetó la pequeña mano de Natsuki, expuso la palma de esta y le hizo un corte- Magnífico- Dijo cuando la herida se cerró- Alista tus cosas y sus cosas, van a vivir conmigo-

Pero yo creía que viviría al lado de Natsuki, y creí mal. Cuando llegamos a la mansión nos separaron.

-¡Leia, no me sueltes!-

Estábamos tomados de las manos con fuerza.

-¡No!-

Pero no la suficiente para poder estar juntos.

Aun así, no estaba enojado, sabía que como yo vivía, ella viviría igual, solo que ella con seis niños más, después creció, y nos volvimos a ver.

Pero no fue muy bueno vernos ese día.

Ya que desde ese día...

Ella me odia.

Fin del Flashback.