La Salvación y Eva (diabolik lovers fanfic)

CAPITULO DIECIOCHO

Narra Natsuki.

Flashback.

-Esto es tan horrible para mí como lo es para ti... pero para no ser descortés contigo, Hola mi nombre es Norikko, ¿Cuál es tu nombre?- Rueda los ojos

-Soy... Natsuki-

Deja mi maleta en la litera de abajo y se sienta.

-¿Y cómo es que una niña rica como tu terminara en un lugar como este?- Levanta una ceja

-No lo sé- Susurro y evito su mirada

-¿Cuántos años tienes?-

-Diez-

-Bien... yo tengo trece, y me ordenaron cuidarte hasta que estés en un escuadrón así que no te hagas ilusiones de que voy a estar contigo siempre y tampoco te enamores de mí, aunque dudo mucho que no lo hagas- Se levanta de la cama

-¿Por qué si tienes trece años tienes tatuajes?- Susurro

-Aquí las reglas son muy diferentes... guarda tus cosas en ese armario- Señala el pequeño armario a su izquierda- yo voy a salir unas cuantas horas y cuando regrese espero que estés dormida- Sale de la habitación

Desempaqué mis cosas y como dijo el chico: las guardé en el armario, luego me puse mi pijama y me acosté en la cama dándole la espalda a la puerta, mirando a la pared, llorando en silencio.

Shuu... te extraño.

Como lo dijo el chico: regresó varias horas después y yo no podía dormir, tenía nervios, ansiedad e impotencia, todas juntas.

Abrió la puerta y como acto de reflejo cerré mis ojos.

-No podemos... hay una niña dentro de la habitación-

-¿Por qué la aceptaste? Ahora no vas a pasar tiempo conmigo- Es la voz de una chica

-Eso será después, por hoy no habrá besos ni nada parecido, no puedo, me siento incomodo aunque Natsuki esté dormida-

-¿Natsuki?-

-Así se llama ella-

-No quiero que me dejes por encariñarte con ella-

-Eso no va a pasar tranquila, ahora tengo que ir a dormir, buenas noches-

-Buenas noches-

La puerta se cierra.

Los pasos de Norikko se acercan a mí.

-Vaya niña molesta, me arruinaste una noche de pasión con Kuro-

Una manta cubre mi cuerpo.

-Ni siquiera te abrigaste- Ríe por lo bajo- no te preocupes se que estás despierta, solo dije que no lo estabas para que Kuro no se ofreciera a sacarte de la habitación-

Su mano toca mi mejilla.

-¿Estabas llorando? ¿Tanto me extrañaste?- Vuelve a reír-vamos responde si no quieres que te torture para que lo sueltes- El delgado colchón de la cama se hunde, lo que significa que se sentó en ella

-Eres vanidoso- Susurro

-Si... un poco- Ríe-ahora dime la razón por la cual lloras-

-No te interesa- Tomo la manta y me cubro hasta la cabeza

-¿No me interesa? o ¿tú no quieres contarme?-

-Ambas-

-No te dejaré dormir hasta que me cuentes-