CAPITULO TRES

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Narra Yui.

-No voy a sentarme en esa cosa Subaru kun- Dice Natsuki

-Ni siquiera sabes lo que es- Le responde el albino

-Es una silla de ruedas- Dice Nat

-¿Cómo lo sabes? si tienes los ojos vendados- Digo

-Está bien, tu lo quisiste Nat- Subaru toma de las muñecas a Natsuki con una mano- Yui ayúdame con esto- Señala con su otra mano las muñecas de Natsuki

Sujeto sus muñecas y Subaru la toma en brazos como si fuera un bebé, Nat comienza a patalear y se queja pero Subaru logra ponerla en la silla de ruedas y le coloca el cinturón que está pegado a la misma, en la cintura, después coge uno de los brazos de ella y lo sujeta con uno de los cintos de las coderas y hace lo mismo con el otro.

-Sujétale las piernas- Dice tratando de controlar a Natsuki

Me agacho para sujetar sus piernas con los cintos pero solo logro sujetarlas con mis manos, ya que es muy fuerte y podría darme una patada que me dolería mucho.

Subaru se agacha junto a mi toma una de las piernas y la ata, lo mismo con la otra, y ella comienza a moverse bruscamente y a quejarse en voz alta.

-Natsuki ¡ya basta!- Grita Subaru

-Subaru kun, ¿Por qué no dejas que yo me encargue de ella?-Digo con las manos al frente de mi pecho

-¿Estás segura?- Dice levantando una ceja

-Sí, mucho-

-Bueno, suerte­­- Sale de la habitación y cierra la puerta Me muevo para quedar frente a Natsuki.

-Ok Nat, tengo que cepillar tu cabello, ya que en la sala hay personas que quieren verte- me acerco al mueble con espejo para tomar el cepillo

-¿Quiénes?- Regreso hasta donde está la silla de ruedas

-Bueno además de los Sakamaki, creo que vienen los Mukami- Comienzo a cepillar su cabello azabache y morado

-¿Quiénes son ellos?- Dice tranquila pero sigue tratando de soltar sus manos

-Bueno... pues, son los hijos adoptivos del Señor Sakamaki- Coloco su cabello encima de sus hombros

-No quiero verlos-

-De hecho no puedes verlos, ya que tienes los ojos vendados- Tomo las manijas que están en la parte de atrás de la silla de ruedas

-Eso es lo que tú crees- sus manos se hacen puños- creo que dijiste que me preguntarías algo-

-¿Me escuchaste?- Me muevo haciendo que la silla también se mueva

-Si-

-Pero estabas inconsciente, bueno al menos eso es lo que dijo Reiji san-

-Yui, estás perdiendo el tiempo de las preguntas-

-Bien, la primera es: ¿Por qué dejaste de visitarme?-

-Me enviaron a un lugar en donde forjan a los asesinos, aunque quería no te podía visitar, en ese lugar solo entran y los que lo hacen nunca salen-

-¿Por qué pudiste salir de ahí?-

-Porque yo soy alguien muy importante en ese lugar desde que tengo catorce años, soy toda una maestra por así decirlo, tengo un rango muy alto, tanto que si quisiera hacer una rebelión mis superiores no me lo impedirían-

-ok entonces otra pregunta- sigo caminando

-¿Cómo se conocen los Sakamaki y tú?-

-Viví con ellos desde los tres años hasta los diez-

-¿Es enserio?-

-¿No me crees?-

-No es eso, solo que es raro, no imagine que ellos tendrían una especie de "hermana"-

-En realidad no, soy adoptada y además no tengo apellidos y no me trataban como una hermana, solo como una amiga, pero se encariñaron conmigo y yo con ellos, por eso cuando me fui dolió mucho-

-Bueno, cuando Raito dijo que una persona vendría a todos se les caía la cara de felicidad, entonces eras tú y yo no lo sabía-

-No sé porque Raito se emociona, si lo veo cada mes-

-¿Cómo?- Digo

-Bueno cuando tenía doce, me dejaron salir porque sería mi cumpleaños, en ese tiempo ye era buena asesina pero aun no era alguien muy importante, así que pedí permiso para salir ya que Raito me mando una carta que decía "tengo un regalo para ti cumpleañera" pero tenía que salir acompañada-

-¿Quién te acompaño?-

-Un chico que tiene tres años más que yo, el era como mi protector o algo así, se llama Norikko- Dice

-¿Cómo es él?- Digo con una sonrisa

-Es alto, cabello negro, ojos carmesi-

No puede ser es el que la trajo aquí, ¿Cómo es que no lo sabe?, pero no le diré hasta estar segura de que es el.

Abro la puerta de la sala de estar, Natsuki se pone más seria de lo que estaba en cuanto entramos.

Todos los que se encuentran en la sala se levantan.

-Huele a masoquista- Dice Nat

Una pequeña risa sale de la boca de Raito.

-¿Es ella?- Dice Kou

-J...joder- Susurra Natsuki y se mueve bruscamente tratando otra vez poder zafarse del agarre de los cintos.

-¿Qué le paso en las piernas?- Dice el chico de cabello castaño oscuro, no lo conozco, pero parece que los Mukami sí.

-¡Me dispararon Leia!- Le grita

-Entonces por eso no puedes librarte... de esa débil silla de ruedas-

Comienza a moverse más brusco, parece que quiere matarlo.

Pero él se acerca a ella y le suelta los brazos, piernas y cintura.

-Si tanto quieres irte ¿Por qué no lo haces?- Se retira de ella

Narra Natsuki.

El piensa que no puedo irme, piensa que mis piernas están destrozadas, o solo me está probando.

Como sea ya logre que me quitara lo que me mantenía inmóvil.

Me levanto de la silla, siento como todos me miran, si lo siento, ya que mis ojos están vendados, camino hacia donde creo que esta la puerta, mis piernas duelen como el infierno, pero no suelto ni un quejido.

-Vaya, que fuerte eres- Dice Leia con un tono de sarcasmo liberando una carcajada

-Cierra tu maldita boca- Digo en voz baja mientras tomo la perilla de la puerta

Podría matar a todos en esta habitación si no tuviera vendados los ojos. Pero solo quiero matarlo a él.

Algún

Día

Leia

Morirá.

Algún

Día

El

Morirá.

Algún

Día

Asesinare

A

Mi

Hermano.

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Hola, soy nueva en esto de escribir historias, espero que vallan entendiendo de que se tratan (porque pienso que no soy muy clara escribiendo) bueno gracias por leer y dejen sus comentarios, sugerencias, quejas, reclamos, ferraris, regalos, etc. etc. etc. todo es bienvenido. :3

La Salvación y Eva (diabolik lovers fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora