La Salvación y Eva (diabolik lovers fanfic)

CAPITULO DIECISIETE

Narra Natsuki.

Malditos ovarios.

Ahora mismo estoy acostada en mi cama con un horrible dolor de cabeza y un aun más horrible dolor de matriz.

Narra Kou.

Entro a la habitación de Natsuki chan

-Natsuki chan necesito hablar contigo- Se le ve acostada en la cama dándole la espalda a la puerta- ¿Natsuki chan?-

Suelta un quejido.

Huele a sangre caliente.

Oh no.

-Nat chan... ¿estas... mens... tru...?- No puedo terminar la pregunta

-Si- Se escucha cansada- y es horrible-

-Wow...-Que incomodo- bueno... yo venía a preguntarte algo-

-¿Qué sucede?- Otro quejido

-Quería saber si... ¿saldrías conmigo?-

-¿Por qué yo?- Gira su cuerpo quedando de frente a mi

-Porque- Camino hacia el frente y me siento en su cama- eres la única chica que no se molestará si finjo que es mi novia y luego le digo que no lo es... no se molestará-

-Tienes razón- Cierra sus ojos y respira calmada

-¿Te duele mucho?- No sé porque pregunté

-Bastante-

-¿Quieres que le pregunte a Ruki si tiene algún medicamento para eso?-

-No... pero gracias-

Tan indefensa... será mi oportunidad para deleitarme con su sangre

-¿Por qué?-

-Los medicamentos no me ayudan... y muchos... terminan siendo como afrodisiacos para mi cuerpo-

Es la primera vez que escucho que una chica habla con total normalidad sobre el tema.

-¿Y te duele mucho?- ¿Por qué no cierro la boca?

-A veces me arrepiento de ser mujer- Una pausa- pero luego recuerdo que la mayoría de los hombres son unos idiotas-

-Eso no responde mi pregunta-

-Te lo voy a explicar con las partes que tu y todos los hombres tienen- Abre los ojos- es... como si los testículos te dolieran por dentro... y de tu pene saliera sangre... así por muchos días-

Que dolor.

-Bien dejemos el tema-

-Si será lo mejor- Se sienta en la cama

Mira la puerta del baño con cara de cansancio

-¿Me cargas hasta el baño?- Estira sus brazos hacia mí con las manos caídas

-¿Por qué?-

-Porque quiero bañarme con mucha agua caliente... por favor-

Paso mi brazo izquierdo por debajo de su axila y rodeo su espalda, mi mano derecha pasa debajo de sus piernas, su brazo derecho cruza mi nuca y el izquierdo sujeta mi camisa.

-¿Cuánto pesas?- Mi espalda vuelve a estar recta

-No es de buena educación preguntar cuánto pesa una mujer-

-No... es porque eres bastante liviana- Camino hasta el baño

-No tengo idea-

Una vez dentro del baño la bajo de mis brazos y ella camina hasta la bañera.

-¿Puedes cerrar la puerta cuando salgas?-

-Claro- Sonrío