Los Caballeros del Zodiaco Omega: Que pasaría si...

Capítulo 7: La furia de la tigresa, la historia de tres hermanos (2º Parte)

Capítulo 7: La furia de la tigresa, la historia de tres hermanos (2º Parte)

Cuando volvieron a la casa la menor fue abrazada y mimada por su madre y el mayor fue llevado a su habitación para que se le curasen las heridas.

Ya de noche cada uno se fue para su habitación, pero hubo alguien que tras horas dando vueltas no pudo dormirse, Emma estaba teniendo pesadillas con lo que había pasado, y necesitaba dormir con su hermano como todas las noches que tenía pesadillas.

Se levantó y tras ponerse sus zapatillas de casa (pantuflas) se dirigió al cuarto de su hermano agarrando su peluche de un tigre.

Emma: Hermanito -dijo asomando su cabeza por la puerta-.

Genbu: ¿Qué te ocurre? ¿No puedes dormir? -preguntó y recibió una negativa de parte de su hermana- ¿pesadillas? -esta vez la chica respondió positivamente- anda ven aquí -la chica entró en el dormitorio y se dirigió a la cama, a la cual se subió nada más llegar a ella- venga duérmete, mañana será otro día -abrazó a su hermana acercándose a ella-.

Emma: Buenas noches hermanito -dijo a la vez que se abrigaba en el pecho del pelinaranja-.

Genbu: Buenas noches hermanita -y por último le dió un beso en la frente-.

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Presente

La pelea entre Aegir y Emma continuaba, ambos estaban cansados, pero la furia de una y la maldad del otro les prohibía rendirse.

Emma: Garras de Tigre -dirigió su ataque hacia el otro, el cual de un salto lo esquivó-.

Aegir: Crees que voy a dejarme ganar con esos ataques, no me hagas reir.

Emma: Eso solo era el calentamiento.

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Hace 19 años

Marie: Creo que te deberías de llevar a Genbu de aquí -dijo mirando hacia la ventana, viendo a sus dos hijos jugar-.

Dohko: Si haces eso los destrozaras, se quieren mucho y no se separarían por nada del mundo.

Marie: Genbu debe de entrenar para ser un caballero como tú, Emma es una señorita, ella debe seguir mis pasos.

Dohko: Se que quieres eso, pero desde que le paso eso en el bosque hace cinco años, Emma ha estado esforzándose mucho, a la vez de que sabes que odia ser como tú, ella será una fuerte caballera.

Marie: Sabes que no me gusta que mi hija se imponga ante peligros.

Dohko: Lo sé, pero a la vez sé, que si sigues tratando a ella así, no podría ni salir al jardín.

Marie: Ok, pero por ejemplo, ella no serviría para llevar la armadura de Libra.

Dohko: Lo sé, pero ella sí podrá tener la que para mi es la armadura perfecta para ella, la del tigre, pero para conseguirla deberá de ir a la India.

Marie: Yo me la llevaré, y tú te ocuparas de Genbu.

Dohko: De acuerdo -dijo muy deprimido-.

Marie: De acuerdo, voy a preparar las maletas para mi y para Emma.

Marie subió las escaleras hacia su habitación dejando a su esposo solo, y tras preparar su maleta, se dispuso a preparar la de su hija, ese mismo día viajarían hasta la India, cuando terminó las bajó y llamaron a los dos hermanos.

Emma: ¿Qué ocurre mamá? ¿nos vamos todos de viaje?

Marie: No exactamente.

Emma: ¿Qué?

Marie: Solo nos iremos tú y yo.

Emma: ¿¡Qué!? No, no me quiero separar de Genbu -dijo acercándose a su hermano-.

Marie: No es una petición, es una orden, deberás de ir a la India para conseguir la armadura del tigre.

Genbu: Papá, ¿no vas a decir nada?

Dohko: Lo siento hijo, de todos modos tú te vendrás conmigo y entrenaras donde mismo yo entrené.

Genbu: Pero...

Emma: No me quiero separar de tí hermano.

Genbu: Mira Emma, no mires esto como un hasta nunca, miralo como un hasta pronto, nos veremos cuando seamos muy fuertes.

Emma: Ok, te quiero hermano.

Genbu: Yo también te quiero -y como señal de despedida se fundieron en un fuerte abrazo, el último hasta que se vuelvan a ver.

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Presente

Aegir: Eres más fuerte de lo que esperaba y aguantas mucho más.

Emma: No me des cumplido imbécil.

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Cerca de allí Koga, Soma y los demás seguían peleando.

Koga: Ryuho, tú, Anabeth y Yuna iros a ver que ha sido la explosión de antes y si alguien necesita ayuda, nosotros nos encargaremos de este tipo.

Ryuho: Ok, tened cuidado.

los tres bajaron hasta donde estaba habiendo la pelea de Emma y Aegir.

Yuna: Mira Anabeth esa no es tu hermana.

Ryuho: Yuna tiene razón.

Aegir: Acabaré contigo -dijo al ver que la tigresa se había tropezado y no tendría tiempo de reaccionar-.

Anabeth: ¡Hermana! -dijo corriendo hacia ella-.

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Hace 14 años

Emma: Adiós Mamá, adiós Anabeth.

Anabeth: Hermanita suerte.

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Hace 12 años

Marie: Mi niña toda una santa de plata -dijo con lágrimas de alegría en los ojos-.

Emma: Mamá, por favor no te pongas así y más delante de Jabu.

Jabu: Jaja, no te preocupes.

Anabeth: Hermanita he crecido, dentro de poco seré tan fuerte como tú.

Emma: Seguro que sí.

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Presente

Emma comenzaba a abrir los ojos, estaba en el suelo con una chica encima.

Emma: Eh oye, ¿puedes quitarte?

Anabeth: Así le hablas a tu hermana después de tanto tiempo.

Emma: ¡Anabeth! Que alegría me da verte, ¿y el otro tío?

Se puso a mirarlo con la mirada, la cual se paró en una persona que tenía a Aegir en sus pies con la armadura rota.

Emma: No puede ser.

XXX: Jeje.

Continuará...