Capítulo 8: Juntos de nuevo, la verdadera Emma

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Emma: No puede ser.

XXX: Jeje.

Emma: ¡Jabu! -dijo gritando mientras se abrazaba al unicornio- no te habías retirado.

Jabu: Me equivoqué, no puedo retirarme sabiendo que la persona que más amo puede estar en peligro.

Anabeth: Que asco, iros a un hotel.

Emma: ¡Déjame en paz! Llevo mucho tiempo ya sin abrazar a mi unicornio.

Yuna: Ahora que esta pelea se ha acabado ya deberíamos de ir a ayudar a Koga y a los demás.

Ryuho: Tienes razón -justo cuando todos iban a continuar el paso, la armadura de Aegir se reparó, volviéndose más grande, y poco después se levantó-.

Aegir: No venceréis tan fácilmente.

Yuna: ¿¡Sigue vivo!?

Aegir: Os mataré a todos -levantó su espada, la cual era más grande y de un movimiento rápido creó una ráfaga de aire empujandonos contra la pared- todos acabaréis como el santo de libra.

Emma: ¡CÁLLATE! -comenzó a transformarse en la bestia de siempre cuando se enfadaba-.

Jabu: Anabeth tienes que pararla.

Anabeth: No puedo, le hablo y no me hace caso. ¡Hermana!

*-*Dentro de la cabeza de Emma*-*

Había dos Emma, una sentada en el suelo llorando, y otra de pie con una sonrisa malévola en la cual se veía unos colmillos. Se diferenciaban en el pelo, el color de los ojos y los rastros de la cara. La primera tenía el pelo castaños ondulado, una cara normal y sus ojos eran de un precioso verde esmeralda y la segunda tenía el pelo castaño pero tenía mechas rubias y rojas y acababa en picos, tenía como tres rayas en la cara haciendo como si de unos bigotes se trataran, y colmillos como los de un tigre y sus ojos eran idénticos a los de un tigre.

Emma 2: Ves Emma, o matamos a todos los que se nos cruce en el camino, o nos mataran a nosotros.

Emma 1: Te equivocas, ahí están mis amigos, están Jabu, Anabeth, y sé que los demás vienen para acá.

Emma 2: Si hubieras sido fuerte Genbu no hubiera muerto.

Emma 1: Cállate, Genbu -dijo a la vez que sus lágrimas aumentaban- Genbu ha muerto por protegernos, y sabes tan bien como yo, que yo no sé luchar pero sé defenderme y tu sabes luchar pero no defenderte.

Emma 2: ¡Claro que sé!

Emma 1: Un buen ataque no siempre es una buena defensa, Emma por favor, dejemos de estar separadas.

Emma 2: Una buena defensa y un buen ataque.

Emma 1: Ni tú ni yo tomaremos el control, lo haremos las dos juntas.

Emma 2: De acuerdo.

*-*Fuera de la cabeza de Emma*-*

Aegir: ¿Tu quieres ser la primera en morir? ¡Adelante! -se dirigió hacía ella apuntando con la espada-.

Emma: Una buena defensa -dijo cogiendo la espada- y un buen ataque -apretó un poco más y la rompió- la mejor unión -comenzó a brillar y su armadura evolucionó, era una nueva Emma- ¡Anabeth ahora!

Anabeth: Patada veloz -lanzó su ataque y le dió a Aegir de pleno-.

Emma: Haremos un ataque combinado, así le conseguiremos acabar -ambas iban a avanzar pero alguien les agarró del hombro a cada una, era el cosmo de Genbu- Genbu.

Genbu: Mi pequeña hermana -dijo acariciando la mejilla de la mayor- has conseguido domar al tigre, y a tí Anabeth, no te vi nacer, no te vi crecer, pero el cosmo con el que has derrotados a todos los enemigos, eres una gran guerrera. Juntad vuestros cosmos y yo juntaré el mío con el vuestro, se que ambas lograréis ganarle.

Aegir: Maldita enana, os mataré.

Genbu: Estáis preparadas.

Anabeth: Nacimos preparadas.

Emma: Jeje -los tres juntaron sus manos y apuntaron hacia Aegir-.

Los Tres: Explosión de fuego, agua y aire -solo con ese ataque consiguieron derribarlo-.

Anabeth: Lo hemos conseguido -dijo lanzándose a su hermana para abrazarla al cuello-.

Genbu: Lo habéis conseguido.

Emma: No, lo hemos conseguido -dijo cogiéndole la mano a Genbu- no hubiéramos podido sin ti-.

Genbu: Siempre os protegeré desde el cielo.

Emma: Lo sé.

Genbu: Y dile a Shiryu que cuide de la armadura de libra, o volveré para quitarsela. Adiós chicas -poco después el cosmo de Genbu se desvaneció-.

Anabeth: Emma, ¿estás llorando? -dijo la pequeña al ver como unas gotas bajaban desde el filo de sus ojos hasta su barbilla-.

Emma: ¿Qué? no -se las secó con la mano- solo me sudan los ojos.

Yuna: Vuelvo a recordar que puede que Koga y los demás necesiten ayuda.

Emma: ¡Vamos! -dijo saliendo a correr hacia el frente, a los pocos minutos paró y se dió la vuelta- bueno id vosotros delante que sabéis para donde es.

Yuna: Vamos -caminaron hacia el edificio de las doce casas y comenzaron a subir las escaleras-.

Emma: Jabu, recuérdame decirle a Saori que ponga un ascensor o unas escaleras mecánicas y dejé de hacer obligarnos a subir todas las escaleras sin ningún descanso.

Jabu: Ok, te lo recordaré, ¿se lo digo yo?

Emma: Habla el que era su caballito privado cuando éramos niños, cada vez que lo recuerdo, me dan ganas de cogerla por los pelos y cortarle la cabeza, nadie te va a usar como a un mono de feria, y menos alguien como ella, que tenemos que ir todos a rescatarla.

Jabu: ¿Y por qué no lo has hecho ya?

Emma: Porque Seiya me mata, y más ahora que es Sagitario.

Ryuho: Mirad allí está el templo del Patriarca.

Yuna: Los chicos están un poco más lejos.

Emma: Ok.

*-*-*-*-*-*-*-*

Aunque al principio parecía que los chicos iban a ganar, Mark realizó un ataque haciendo que todos cayeran al suelo y se dirigió a Soma.

Mark: Ves Sonia, ¿en estos confías tú? -dijo dándole una patada en la barriga a Soma haciendo que este escupiera sangre y se le cayera la cruz de su padre- pero que tenemos aquí, si es la clothstorn del Santo de la Cruz del Sur.

Soma: Devuélvemela -dijo con dificultad, estaba muy herido-.

Mark: Cállate -de otra patada mandó a Soma hasta una pared-.

Sonia: ¡Soma!

Mark: Bueno ¿por dónde iba? ah sí, ya me acuerdo -tiró la clothstorn con intenciones de romperla pero Sonia consiguió cogerla- ¡Sonia! rompe eso.

Sonia: No voy a romperlo, es muy importante para Soma.

Mark: ¡He dicho que lo rompas!

Sonia: ¡Jamás! -en ese momento la clothstorn comenzó a brillar-.

Continuará...


Los Caballeros del Zodiaco Omega: Que pasaría si...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora