Capítulo 19

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Me levanté con mis piernas curvadas contra mi cuerpo y mi espalda dándole la cara a Harry. De alguna manera durante la noche, había conseguido perder toda la sábana y cuando me giré para mirar a Harry, me reí descuidadamente cuando vi que estaba envuelto en toda la gruesa manta de plumas. Siendo tan cuidadosa como fuese posible para no despertarle, elevé el borde de la manta un poco y deslicé mi cuerpo debajo de ella. Descansando mi cabeza suavemente contra su brazo estirado; estudié sus rasgos en silencio. Sus pestañas eran gruesas y largas, tanto que llegaban hasta sus mejillas, que estaban levemente sonrosadas- presumiblemente por el calor- y sus labios estaban separados así que silenciosas y suaves respiraciones pasaban a través de ellos. Presioné mis labios en el pliegue debajo de su axila y su masculino olor llenó mis pulmones. Había algo muy reconfortante en el olor de su aftershave mezclado con su piel. Era lo que yo llamaba el "olor caliente de hombre" y el de Harry era completamente intoxicante. Con cuidado, deslicé mi mano por la parte baja de su abdomen, y fue entonces cuando sentí su longitud descansando contra su estómago, medio dura. Busqué con mis dedos para sentirle y su polla instantáneamente se movió bajo mi mano. Mantuve mis ojos en su cara y vi como sus labios se abrían y cerraban cuando mis dedos rozaban su suave erección. Me pregunté cuanto tiempo llevaría duro y si era por un sueño que estaba teniendo o simplemente por esas horas de la mañana. Su polla se retorció y creció bajo mi toque, y yo humedecí mis labios con mi lengua mientras me ponía bajo la manta y planeaba mi siguiente movimiento.

Intentando ser lo más cuidadosa posible, me erguí bajo la manta y moví mi pierna derecha encima de la suya para tener cada pierna a cada lado de sus rodillas. El aire debajo era caliente y pesado y me pregunté cómo estaba aguantando aquí debajo tanto tiempo. Después del increíble oral que había recibido la noche anterior, tomé esto como mi oportunidad para devolvérsela. Aunque esto no fuera solo para el; yo disfrutaba dándoselo tanto como recibiéndolo- puede que incluso más. Mucha gente cometía el error de pensar que el sexo oral es solo recibir. Dar es tan importante que puede llegar a ser igual de placentero. Había algo naturalmente excitante en tener a un hombre jadeando y gruñendo encima de ti; saber que eres la que hace que se le vaya la cabeza. Harry no era la excepción. Era ruidoso y oír su profunda voz murmurar mi nombre junto a palabras de aliento a través de respiraciones entrecortadas me podía. Cuando me posicioné, sujeté su erección con una mano y la lamí hacia arriba, justo desde la base hasta la punta. La manta estaba sobre mi cabeza pero había un hueco lo suficientemente grande como para ver. Aunque él no se despertó, su cuerpo se estiró y exhaló profundamente. Repetí el ascenso de mi lengua por su eje, antes de centrar mi atención en la hinchada cabeza, moviendo mi lengua repetidas veces por la parte inferior de ésta. Un suspiro vino de encima de mí y la manta se quitó al instante de mi cabeza. Cuando miré hacia Harry, él se apoyó en sus codos con los párpados pesados y una sonrisa en la cara.

"Buenos días para tí también." Dijo roncamente.

La voz de Harry estaba deteriorada por la mañana; muy dura y rasposa. Pasé mi lengua por la punta y le sonreí mientras él tomaba aliento y los músculos de su estómago se tensaban. Envolví mis labios alrededor de él y chupé con cuidado mientras mi mano se movía arriba y abajo con el resto de su polla. Mientras mis labios se movían por él, me estaba empezando a distraer por la sutil presión que la rodilla de Harry me estaba dando entre las piernas. Mis caderas, instintivamente se movieron adelante y atrás y tuve que parar un momento para coger aire. Cuando le miré, la sonrisa de su cara me dijo que sus movimientos eran deliberados y, con sus ojos todavía en los míos, dobló la rodilla un poco para que hiciera contacto con mi clítoris. Su piel era muy caliente y me retorcí cuando el vello de su piel rozó mi centro. Apreté con cuidado sus testículos como respuesta y él expiró una risa antes de gruñir. Tomé ventaja de su debilidad y deslicé mis labios de nuevo por él; esta vez tanto como pude. Me encantaba lo caliente y lleno que estaba en mi boca; pulsando y retorciéndose mientras la sangre se juntaba a lo largo de su rígido miembro. Dejé que se cayera de mi boca y pasé mis labios hacia abajo, hasta que chuparon la tensa piel de sus testículos. Cuando le miré, tenía su labio inferior atrapado entre sus dientes; las comisuras de su boca curvadas hacia arriba. Sabía que a muchos chicos les gustaba que les estimularan los testículos, pero había aprendido que Harry lo disfrutaba un poco más que el resto. Mis labios se separaron un poco de él y él llevó sus rodillas al techo; así mi cuerpo se movió con él hacia arriba. Mis labios volvieron a estar encima de él; saqué mi lengua y la moví sobre la suya. Sus labios se curvaron con diversión y se rió mientras se probaba a si mismo; un remanente de carne salada en mi lengua. Mis pezones rozaban los suyos mientras nuestros cuerpos se presionaban el uno con el otro y, cuando empezó a mover sus manos por mi trasero, empezó a llevarme lentamente adelante y atrás por su longitud. Después de unos momentos, echó mis caderas hacia delante lo suficiente como para posicionarse en mi entrada. Paró ahí, caliente y duro y cuando nuestros ojos se encontraron, lentamente me dilató y entró en mí centímetro a centímetro.

The Primrose Thrills (H.S.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora