Capítulo 27

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Harry y yo nos levantamos y salimos de casa a las 10:30. Había salido el sol y el cielo era azul, pero seguía estando lo suficientemente frío como para obligarme a llevar un jersey, abrigo y dos pares de calcetines dentro de mis botas de cuero. Habíamos discutido la posibilidad de que Harry fuera visto fuera antes de dormir la noche anterior, tumbados en un caliente y sudoroso lío de extremidades. El tiempo pasaba y mis sentimientos habían cambiado debido a mi preocupación por la posible especulación de los medios y el público. Ya no tenía esas preocupaciones. Quería estar con Harry, tanto puertas para adentro como hacia fuera. Era una gran parte de su vida y quería ser parte de ella.

Elegí un lugar tranquilo para pasear, justo a través de los campos que había detrás del pueblo donde vivía. Sabía que una vez que llegáramos a cierto punto, podríamos ver la catedral en la línea del cielo. Era un lugar al que siempre había ido cuando quería algún tiempo para aclarar mi mente o simplemente relajarme y vaciar mi cabeza. Los verdes campos brillaban con la fría luz de la mañana, iluminada por un brillante y blanco sol que relucía en el cielo. Aparte de unas pocas personas que paseaban los perros y los ciclistas de los sábados por la mañana, parecía que Harry y yo éramos los únicos en este precioso escenario.

"¿Por qué tus dedos no están fríos?" Temblé mientras rozaba mis manos con guantes juntas. Harry se rió y levantó las manos.

"Ni idea. ¿Tienes frío?" Asentí y él deslizó sus manos por mi cintura, acercándome a su cuerpo. Su grueso abrigo me refugió del frío aire que soplaba contra mis mejillas cada rato y yo sonreí mientras él me mantenía caliente. "He estado pensando," empezó Harry. "Después de lo que estuvimos hablando anoche."

"¿El qué?" Pregunté curiosa.

"Tengo una cena de caridad a la que voy a ir, no el siguiente sábado, sino el siguiente." Llegamos a una parada cuando llegamos a la cima de la colina; girándonos para ser recibidos por paz y serenidad. Ni una persona a la vista. "Me gustaría mucho que vinieras conmigo." Le miré con ojos esperanzadores. Los suyos hoy parecían azules; brillantes como cristales cuando el sol se reflejaba en ellos. Sus labios eran más oscuros de lo normal y levemente secos debido al aire frío, aunque seguían pareciendo completamente tentadores y besables.

"Me encantaría," sonreí. "Si estás seguro." La tensión en sus labios y mejillas se redujo y sonrió.

"No tenemos que decir nada, o cogernos de la mano. Liam y Sophia mantuvieron su relación en secreto meses antes de hacerlo público." Se rió, "pero me gustaría mucho que estuvieras ahí. Conmigo."

"¿Podré sentarme a tu lado?" Harry se rió otra vez.

"Si."

"¿Evento de etiqueta negra?"

"Si."

El pensamiento de Harry en traje mandó a mi mente a un estado tortuoso, especialmente si era algo como el conjunto que llevó a la fiesta de Burberry en la London Fashion Week... había algo en ver a un hombre con traje que me podía; desde la manera que quedaba en su cuerpo a la elegancia y sofisticación que exudaba de ella. Estaba segura de que Harry llevaría algo que superaría mis expectativas. Y seguramente algo que mostraría su gloria de cada forma posible. Pero eso era otro asunto. El punto era que Harry me quería ahí con él. Y yo ya sabía que a pesar de lo que había dicho, quería cogerle la mano cuando llegáramos. Inhalé el refrescante aire del campo y miré al horizonte. "Por cierto, gracias."

"¿Por qué?"

"Por venir a casa conmigo este fin de semana."

"No necesitas darle las gracias," sonrió. "Quería hacerlo."

"Ya, pero por ser tan bueno con mi padre," me reí. "No se complace fácilmente siempre, pero mi madre me dijo que le gustas de verdad."

"Estoy seguro de que será igual algún día, especialmente si tengo una hija."

The Primrose Thrills (H.S.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora