Capítulo Diez: Pequeño Demonio
09 de abril, 2014.
— ¿Dónde esta mi café?—alzo la vista de los papeles que estoy ordenando para ver a la adolescente de ojos verdes y cabello color miel frunciendo el ceño.
Sé que no conozco mucho del mundo de las celebridades, pero no creo haberla visto alguna vez. Ella me frunce el ceño, la miro de arriba abajo. Tiene que tener quizás catorce o quince años.
— ¿Tú eres...?
— ¿En dónde esta mi café? Trajiste para todos y a mi nada ¿Qué clase de asistonta eres? ¡Que inútil! Podría hacer que te despidan.
—Entiendo, eres la hija de Kennedy.
Ni siquiera sabía que Kennedy tenía hijas, pero esta tiene la misma personalidad. Marco esta dándome una extraña seña. No entiendo.
—No, no soy hija de Kennedy.
—Quizás te equivocaste de estudio.
—Mira servidumbre inservible, si no quieres meterte en problemas ve por mi maldito café.
— ¿Tienes siquiera edad suficiente para maldecir?—pregunto con diversión, porque divertirse es mejor que molestarse y desear ahorcarla con mis propias manos.
— ¿Sucede algo, linda?—pregunta Kennedy todo sonrisas con sus manos sobre los hombros de la malcriada.
Ella sonríe y asiente con la cabeza. Ella tiene que ser la hija de ese demonio.
—Si, Kennedy ¡Ella no quiere ir por mi café! Esta siendo absolutamente grosera.
Sé que llevarle la contraria sería una mala decisión, por la que sólo la observo, espero y mi mirada le transmita como la considero en este momento un asqueroso gusano caprichoso.
— ¿Por qué no vas a buscar a Derek? No sabemos dónde se ha metido, yo me encargo de esto.
—Esta bien, Kennedy.
Veo al demonio vestido de rosa irse, ella me da una sonrisa de suficiencia. Vuelvo mi atención a Kennedy. Yo pensé que me había librado de su ira por hoy, pero parece que no.
—Mira, no he sido grosera con tu hija...
—No es mi hija.
—Bueno, no he sido...
—No me interesa, sólo ve por su maldito café. Por algo te pago, Dios, pensé que eras realmente útil. Muévete por su café lo ultimo que deseo es a esa niña siendo infeliz.
—Mira...
— ¡Ve por el maldito café de Alice Hans!—me grita. Parpadeo aturdida tanto por el grito como por el apellido del demonio.
Alejo mi vista de Kennedy sólo para ver al pequeño demonio hablando con Jocker. Ella le da un abrazo, él parece distraído pero besa su frente y luego camina hacia Valerie.
Oh mierda, ese demonio tiene su apellido.
— ¿Cuándo comenzarás a moverte? ¡El café!
Doy un brinco de susto y rápidamente camino por el café. ¿Cómo alguien como Jocker tiene parentesco con... eso?
***
Su hermana, esa niña malcriada es la hermana de Jocker. Observo mi camisa con pequeñas manchas de café, el lugar donde ella "sin querer" dejó caer un poco porque no era el café que le gusta.
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Término Medio ( #1 Saga InfoNews)
RomanceAdelaide Parson se define así misma como una mujer en el término medio: En lo bonita, en la suerte, en virtudes y término medio en defectos. Así que si, término medio son dos palabras para definir su vida. ¿Algo que no esta en el término medio...