Capítulo treinta y tres: Soledad y culpa.
30 de septiembre, 2014.
—Preciosa ¿Tienes el libro que...?— comienza Austin pero me tenso.
— ¡No me llames nunca así!
—Oye, lo siento ¿Qué sucede con el apodo?
—Era la manera en la que me llamaba el tipo que disparó a mi mamá.
Por primera vez desde que lo conozco Austin parece no tener ingenio para responder. Nunca más quiero volver a ser llamada preciosa.
—Lo siento... yo... no sabía.
—No es tu culpa, solo llámame por mi nombre ¿De acuerdo?
—Está bien.
—Entonces ¿Por qué venías a molestarme?
—Tienes un libro que necesito.
—Búscalo, estoy ocupada.
Continúo mi lectura mientras lo escucho movilizarse. Maldice cuando varios libros caen, ruedo mis ojos.
—En serio que siempre tienes que ser ruidoso Austin.
—Creo que no es un defecto. Es un talento.
—Si eso te dices para hacerte sentir mejor.
—No recuerdo que número es esta de las veces que te lo digo pero estás hecha de crueldad.
—Vive con ello.
—Es lo que me toca.
Río y giro en mi silla para verlo recoger los libros. Seguro que pude haber obtenido un vecino de trabajo molesto, pero tengo a un contestón e ingenioso en su lugar.
— ¿Qué? ¿Me estás viendo el culo, Adelaide?
—Ya quisieras. Para ello primero tendrías que conseguir un culo decente ¿No se supone que todos los chicos atractivos tienen excelente culo? Porque te falta.
—Oh, bueno amiga, lo mismo me digo sobre tus pechos.
—Nah, no creeré que estoy plana. Tengo buenos pechos. Tú en cambio estás atractivo pero sin culo.
—Eres una pervertida. Aquí está el libro— lo toma y me da su atención— ¿Entonces cómo te sientes acerca de ser la empleada del mes?
—Pensé que esas cosas solo pasaban en los locales de comida rápida.
Él ríe y se pone cómodo en una silla, no me sorprende. Hace la cosa de jugar con su piercing en la ceja.
— ¿Por qué siempre haces eso? ¿Es un tic nervioso?
—No, es para verme sensual— rueda sus ojos—. Evidentemente es algo que no puedo evitar hacer cuando pienso.
—Entonces seguro que vives pensando mucho.
—Antes de que lo olvide ¿Te gustan los seminarios? Olvídalo, esa es una pregunta idiota. Sigo tu blog por lo tanto sé la respuesta.
—Aw, tengo un fan. Que lindo.
—Antes de que sigas diciendo cosas sin sentidos déjame terminar de hablar. El profesor Nye me dio un boleto para un seminario, yo no puedo ir, debo ir a un simposio. Pero el instituto necesita un artículo de ello ¿Te interesa?
—Desde luego que si.
— ¡Pero ni te he dicho de qué va!
— ¿Y? Quiero ir punto.
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Término Medio ( #1 Saga InfoNews)
RomanceAdelaide Parson se define así misma como una mujer en el término medio: En lo bonita, en la suerte, en virtudes y término medio en defectos. Así que si, término medio son dos palabras para definir su vida. ¿Algo que no esta en el término medio...