Capítulo treinta y dos: Solo seis meses.
4 de septiembre, 2014.
— ¿Cómo va eso Adelaide?
Alzo la vista encontrándome con mi jefa, Helena Clinton, una prestigiosa investigadora para la cual trabajo. Tiene cuarenta años, me trata con respeto y me siento muy cómoda con ella. Le muestro mi pulgar retirando la atención del libro que estaba leyendo para sacar unas ideas que ella necesita.
—Me gusta este libro.
—Yo lo leí hace mucho, no recuerdo tanto de el, pero me gustó.
—Es bastante bueno la manera en la que toca la situación de hambruna en África.
—Si. Eres una chica lista. Lo he descubierto en este tiempo que llevas conmigo. Que bueno es que Hans padre e hijo te hayan recomendado— ella observa detrás de mi—. Austin, pasa adelante.
Me giro para encontrar a mi vecino de cubículo, como me gusta llamarlo. Austin Peterson, el auxiliar de otro profesor. Un atractivo castaño que tiene un buen don para hacer reír a las personas.
—Vengo a devolverle este libro, profesora Clinton. Me ayudó mucho con lo que el profesor Nye necesitaba.
—Me alegra escuchar eso Austin. Ahora me retiro tengo una ponencia a la cual asistir. Te dejo las llaves para qué cierres la ofician Adelaide.
—De acuerdo, profesora Clinton.
Austin deja caer el libro en mi escritorio y arrastra una silla hasta sentarse a mi lado, enarco una ceja hacia él.
—Ya terminé de trabajar y ciertamente estoy muy aburrido.
— ¿Y pensaste que yo soy tu payasa?
—Cristo, esta en tus venas ser cortante— se ríe pasando una mano por su cabello castaño y luego con sus dedos juega con el piercing en su ceja— ¿Cómo te va en eso?
—Bien, estoy terminando con unas ideas para escribir algo para mi blog y luego irme.
— ¿Te he dicho que me gusta tu blog?
—Me lo dijiste el segundo día que estuve aquí.
—Cierto. Eres muy joven pero tienes una gran inteligencia.
—Lo siento señor vejestorio pero le recuerdo que tengo veintidós años y usted veinticuatro. No se la dé de abuelo.
Se ríe y gira en la silla, guardo el documento en Word, antes de entrar a mi blog.
— ¿Sabes? ¿Cómo puedo escribir cómodamente si tú estás prácticamente sobre mí?
—Bah, estoy seguro que puedes escribir con mi atenta mirada sobre ti.
No puedo evitar reír mientras lo observo ponerse más cómodo en la silla. Casi un mes trabajando aquí. Este trabajo me ha ayudado a distraerme, a sonreír y tener nuevos propósitos. Me hace bien.
Comienzo a escribir mi entrada y Austin permanece en silencio, creo que de hecho se distrae leyendo un libro. En poco tiempo olvido que él esta aquí y me sumerjo en palabras. No es una entrada muy larga pero me gusta como queda.
Publico, reviso comentarios, respondo algunos y cierro sesión antes de proceder a apagarla. Ordeno los libros que he usado el día de hoy, tomo mi abrigo y bolso.
—Lamento arruinar tu comodidad Austin, pero ya es hora de salir de aquí.
—Genial, porque comenzaba a aburrirme mucho más. Solo para que lo sepas, no eres muy divertida.
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Término Medio ( #1 Saga InfoNews)
RomanceAdelaide Parson se define así misma como una mujer en el término medio: En lo bonita, en la suerte, en virtudes y término medio en defectos. Así que si, término medio son dos palabras para definir su vida. ¿Algo que no esta en el término medio...