Capítulo veintisiete: Ojos fríos.
24 de junio, 2014.
—Hola, preciosa.
Escuchar eso apenas abro la puerta es mi señal para cerrarla, pero el mete su pie y niega con la cabeza. Viene solo.
—No, preciosa. Debes ser amable. No quiero enojarme.
No tengo mi celular a la mano, no tengo nada con lo que defenderme. Observo sus manos, están vacías. Alzo la vista y él sonríe.
—Sin armas, preciosa, incluso dejé al hostil de mi compañero. Solo seremos tú y yo teniendo una agradable conversación. Al menos claro, que luego quieras divertirte.
Siento un escalofrío, me da un empujón con su mano y entra cerrando la puerta detrás de él. Esto no luce bien. Sus ojos fríos y grises no dejan de ver todo alrededor mientras a su vez esta pendiente de mis movimientos.
Me siento atrapada. Enjaulada.
Condenada.
Doy pasos hacia atrás. Él suspira pareciendo fastidiado con la situación y toca su cintura acentuando un arma.
—No intentes huir, no quisiera lastimarte.
Se supone siempre nos hacen creer que este tipo de cosas suceden en la noche, cuando todo esta solo y la oscuridad los ayuda. Pero apenas si es el medio día y esto me esta sucediendo.
Una vez más estoy en peligro.
Camina hasta el sofá y se deja caer, entonces palmea el lugar a su lado. Niego con mi cabeza, palmea una vez más.
—No amigo, no me siento con las ganas de sentarme a tu lado— hablo por primera vez, él ríe. Su risa no me hace sentir más tranquila.
—Toma asiento donde prefieras preciosa, pero toma el maldito asiento ahora. Ya.
—No recibo ordenes.
Siseo pero el miedo me hace caminar con cautela hasta la mesa de comer al lado del sofá, saco una silla y me siento en la orilla de esta. Como si me preparara para correr.
Quizás voy a hacerlo.
—Así que esta es la casa de Brenda... ¿Sabes? Siento alivio de que no te parezcas a la basura de tu padre. Eres hermosa.
>>Tampoco te pareces a tu mamá ¿Segura que eres la niña correcta?
No respondo y él ubica una mano bajo su barbilla observándome.
—Aunque tienes los ojos de ese hijo e puta y un pequeño aire que no desmiente tu parentesco con el maldito pelirrojo.
—Que interesante.
—Si, te va bien el apodo de preciosa.
Parece que se pone aun más cómodo en el sofá, no deja de observarme. Toma su arma y contengo la respiración. Sonríe antes de dejarla en el suelo cerca de su pie, luego alza sus manos. Solo observo.
—Relájate, no voy a hacerte daño. No ese tipo de daño de cualquier manera.
Claro, eso sería lo normal: relajarme porque el tipo que me atacó una vez este en mi sofá con un arma al lado de su pie. Lindo.
—Esa es mi ofrenda de paz.
—Bastante original a decir verdad.
— ¿Qué puedo decirte? Soy peculiar. Así que mi compañero ¿Lo recuerdas, no?
—Claro, ese simpático hombre que me apuntó justo aquí— señalo mi frente, me doy cuenta que mi dedo tiembla— con un arma.
—Mi simpático amigo no te quiere, no aprecia la belleza de una mujer como tu. Cosa que yo si hago.
ESTÁS LEYENDO
Término Medio ( #1 Saga InfoNews)
RomanceAdelaide Parson se define así misma como una mujer en el término medio: En lo bonita, en la suerte, en virtudes y término medio en defectos. Así que si, término medio son dos palabras para definir su vida. ¿Algo que no esta en el término medio...