18 de febrero 2016

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Hoy fue un día muy largo.
Me desperté con la peor resaca de mi vida. Pero hasta un punto de que no me acordaba ni lo que había hecho la noche anterior y mucho menos como había llegado a mi casa.

Lo primero que pensé fue en llamar a Nick para ver qué sabía, por qué lo único seguro era que hubiese estado con ella. Tome el teléfono y marqué...

- hola Tia ¿cómo estás?... Joder, tenía miedo de que no sobrevivieras después de lo de ayer. - dijo Nick tratando de imitar un acento español que más que parecer español, daba miedo.
- ¿Es necesario el acento? En serio, hoy no estoy de ánimos.- Dije mientras tomaba la punta de mi nariz con los dedos.
- Si serás cabrona... Ya te lo dije ayer, tengo que practicar para mi boda, coño.
- Hablado de ayer... No me acuerdo de nada - dije confundida
- Y para tu suerte tienes una amiga tan buena - Dijo Nick ya con su voz normal. - no te preocupes, ya estoy yendo a tu casa, hoy tenemos tarde de chicas, así que prepárate. -colgó.

Bien, ella ya venía en camino y yo todavía tenía la cara pegada a la almohada. Me levanté rápidamente y corrí al baño porque estaba únicamente en ropa interior y hacía un poco de frío. Cinco minutos después ya estaba frente al espejo con ropa interior nueva, un jean negro algo rasgado y decidiendo que remera ponerme... Nick no me había dicho a dónde íbamos así que no sabía muy bien como vestirme; opte por una camiseta blanca que en letras negras citaba "FUCK YOU", un gorro de lana gris, unos tenis negros y una campera azul marino.

Sonó el timbre cuando yo terminaba mi maquillaje improvisado.

- voy!!! - grité

El timbre volvió a sonar y esta vez retumbó en toda la casa.
Bajé la escalera un poco molesta y al abrir la puerta grité:
- ya venía, ¿no oíste?.... - mis ojos se abrieron como platos, claramente no era Nick quien se encontraba en la puerta.

Era un chico con el cabello oscuro, un poco más alto que yo, que se recostaba en el marco de la puerta.

- Pero qué simpática! - dijo él.
- ¿te conozco?
- no todavía, pero se que te encantaría conocerme...
- Si, por supuesto - dije sarcásticamente - pero justo ahora no puedo, porque voy tarde así que... Lo siento.
Ya estaba a punto de cerrarle la puerta en la cara, cuando la detuvo con su pie.
- Por cierto, soy Nate, tu nuevo vecino.
De repente sonó un bocinazo, eso quería decir que Nick ya estaba estacionando en la entrada, mire sobre el hombro del chico y le hice una seña que ella ignoró y prosiguió a tocar la bocina como loca.
Mi cabeza estaba a punto de explotar.

- lo siento, pero enserio debo irme. - dije y corrí a toda velocidad hacia el coche.
Salude a mi amiga y abrí la puerta del auto para poder sentarme.

- ¿Quién era él?, es guapo.. - Nick miraba por el espejo retrovisor al chico mientras encendía el motor.
- No lo sé, mi vecino creo. - dije confundida, todavía me dolía la cabeza.
- Tómate esto, te hará bien -dijo extendiéndome una pastilla- hay agua ahí abajo.
Tome la pastilla con un sorbo de agua y me acomodé en el asiento del copiloto.
- ¿ a dónde vamos? - pregunté
- Vamos por un café, y unas donas... Sé que es hora de almorzar pero yo me acabo de levantar.
No tenía ninguna objeción así que me quedé callada y cerré los ojos. Al cabo de 10 minutos, Nick apagó el motor del auto. Me sobresalté.
- ¿Ya llegamos? - dije
- Si, bienvenida al café valentino's, amo este lugar.
- Genial, entremos.
Despues de esa pequeña siesta en el auto ya me sentía un poco mejor, Nick ordenó 2 tazas gigantes de café negro y unas donas glaseadas, y nos sentamos en una mesa.
Esperamos a que nos llevarán nuestra orden y comenzamos a devorar todo como si hubiésemos estado 3 dias sin comer.
Nick hablaba sobre algo relacionado con los españoles y un estudio que había leído en internet cuando de pronto se quedó en silencio con la mirada fija hacia atrás de mi espalda.
- ¿Qué pasó? - yo me di vuelta sobre mis hombros y a unas mesas de distancia había un chico con el cabello castaño y ojos verdes mirando hacia nosotras.
- ¿Lo conoces?
- ¿No lo recuerdas? - dijo mi amiga asombrada.
- No en realidad... ¿Debería?
- Lo conocimos ayer en el bar
- Si, sobre eso... Ya te mencione que no recuerdo nada ¿verdad?
- te lo voy a resumir. Ayer luego de la escuela, me llamaste y me dijiste que tu madre tenía otro viaje por trabajo así que se iría por unos días. Yo te fui a buscar, tomamos un poco, fumamos un poco y fuimos a bailar al bar que está en el centro , él estaba allí, bailaste con él, no se si pasó a mayores porque estaba muy ocupada.. bailando... pero puedo decirte que hasta se ofreció a llevarnos a casa en su coche, creo que lo enamoraste Kook.
- Espera, espera... ¿Qué día es hoy?

- Jueves... ¿por?

- No fuimos a la escuela hoy!!! - dije.
- ¿Enserio? ¿Eso es lo que más te importa?... No te preocupes, ya llame fingiendo ser mi madre y dije que estábamos enfermas. Como son los primeros días no le dieron importancia. Estamos a salvo. Ahora.. Volviendo al tema del chico, creo que deberías ir a saludarlo.
- ¿Qué, estás loca? Ni siquiera lo conozco.
- Muy tarde, ya viene para acá - dijo Nick en un susurro.
Cuando quise mirar para atrás el chico ya estaba parado a mi lado y me miraba con sus ojos verdes.
- hola chicas, me preguntaba si quisieran que las invitara con algo. - dijo con timidez.
- No, muchas gracias - dije rápido
- Claro, nos encantarían unas donas - dijo Nick mientras me pateaba por debajo de la mesa.
El chico partió hacia él mostrador y nosotras nos miramos, yo no estaba de humor para conocer a nadie en ese momento.
Luego de unos minutos el chico regresa con una caja de donas glaseadas.
- soy Chris, por cierto.
- Genial, yo soy Nicole y mi amiga se llama Karen, está un poco gruñona hoy.
Ese comentario no era necesario para nada.
- ¿no deberían estar en la escuela un jueves a esta hora? - dijo el chico.
- Si, deberíamos- conteste mirando hacia Nick.
- Si, - dijo ella- salimos a tomar un poco de aire fresco, ¿cuál es tu excusa?
- De hecho, comienzo mañana, soy nuevo en la ciudad así que... recién ahora pude matricularme.
- Eso es genial. - dije sarcásticamente. Ha sido un gusto Chris, pero ya debemos volver a la escuela. - dije mientras me paraba del asiento y me dirigía hacia la puerta. Nick corrió detrás de mí.
- Eso fue un poco grosero. - dijo.
- No me interesa, vámonos de paseo. - dije mientras me subía al coche.
- Lo que tú digas. - dijo ella.


Diario de almas perdidas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora