Capítulo 6

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La casa de Samuel era bonita, ya no tenía el aspecto que el Señor de Luque le había dado a la casa. Antes las paredes eran un rojo vino, ahora estaban cubiertas por un morado fuerte. Guillermo empezó a sentirse más tranquilo.
-Siéntate. Estás en tú casa -le invitó Samuel.
-Gracias.
Guillermo tomó asiento sin dejar de contemplar la inmensa casa de Samuel. Y ahora que lo pensaba, era una casa muy grande y muy costosa para alguien que trabajaba en un Hotel (a pesar de que fuera 5 estrellas).
-Bueno, ahora que estamos solos -comenzó Samuel-. ¿Es cierto que eres escritor?
-Pues, sí, lo soy.
Guillermo miró a Samuel, quien le sonreía alegremente. Jamás había visto a alguien así de guapo, y estaba seguro que quería a Samuel, le deseaba tanto que podría hacer el amor en ese mismo momento.
-¿Quieres conocer la casa? -le preguntó Samuel-. Según escuché que tú nuevo libro se inspira en la casa.
Al principio, Guillermo no lo notó. El jamás le había dicho a alguien en qué su nuevo libro seria sobre aquella casa espantosa que lo había aterrado toda su vida.
Empezaron por la sala, era grande. Guille creía cada vez mas que Samuel era un buen tipo, quizás era el mejor que había conocido toda vida.
Se estaba enamorando.
El domador no fue gran cosa, tenía una pequeña mesa y dos sillas. Los cuartos tampoco aparentaron algo fuera de lo normal. Fue entonces cuando todo sucedió.
-¿Te gusta la casa? -le susurró Samuel al oído. Estaba tan cerca que Guillermo podía sentir el enorme miembro de Samuel.
-Ssi. Es muy... bonita -dijo entre jadeos. No podía esperar más.
Samuel puso a Guillermo de frente y con una gran fuerza quitó su camisa y desgárrandola toda. Una fuerza que no era normal, una fuerza más allá de los humanos. Pero Guillermo no lo notó, estaba tan exitado como para notarlo.
Samuel colocó sus labios en el cuello de Guillermo. Podía sentir sus dientes, y por un segundo, Guillermo pensó y que se los clavaría en el cuello. Tonterías.
Decidió concentrarse en lo que Samuel estaba haciendo. Le estaba besando, le gustaba. Guille empezó a desabrochar su pantalón, y vio el miembro de Samuel remarcado en los boxers.
Guille seguía sin creerlo. Era como si Samuel le hubiese leído la mente. Pero eso también era ridículo, de hecho, Guillermo quiso soltar una risa cuando se dio cuenta que estaba pensando que Samuel era un ser paranormal. Samuel no era un alíen. Ni mucho menos un vampiro.
Samuel recorrió el dorso desnudo de Guillermo, dejando un rastro de saliva por donde pasaba, sus dientes aveces le causaban cosquillas, pero intentaba contenerla porque reírse en pleno acto sexual no seria muy excitante.
A pesar de que quería que Samuel lo atravesara, tenia miedo, tenia miedo porque él jamás había estado con un hombre. Había escuchado que al principio duele, pero una vez que te acostumbras es como si tocaras el cielo.
Para no hacerselas más larga, Samuel termino penetrando a Guillermo durante casi una hora. A Guillermo le había costado trabajo acostumbrarse al pene de Samuel, era bastante grande. Le había calculado como unos 30 centímetros.
Se quedaron el cama recostado, desnudos y solo con la sábana cubriéndolos. Y Guillermo estaba aún confundido. Ahora no solo tendría que lidiar con escribir su libro, sino que también tendría que lidiar con lo que sentía por Samuel. Ese ser extraño que cada vez le gustaba más, y le aterraba también.

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Hoy hubo lemmon 7u7

El misterio de Samuel  «Wigetta»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora