Greer y Kenna se encontraban en el cuarto de la segunda cuando las trompetas sonaron. Al escucharlas corrieron a la entrada para ver al príncipe. Lamentablemente no tuvieron la oportunidad de verlo, este había desaparecido al minuto que había llegado. Ambas, desanimadas, volvieron al cuarto en el cual antes se encontraban.
Desde que se enteraron de que vendría, querían verlo. Rumores decían que el príncipe inglés era muy apuesto y encantador. Lo único que deseaban era comprobarlo, pero él se había esfumado. La verdad Kenna estaba más entusiasmada que Greer. A diferencia de Caroline a Kenna si le importaba casarse y quería hacerlo pronto, el problema es que ella no quería quedarse en Portugal, así que conocer a alguien de otro país era lo único que quería.
Greer por otro lado, había empezado una relación con el mejor amigo de Francis, Leith, hace unos meses. Todos esperaban que en cualquier momento se comprometieran. La historia de ellos es realmente tierna, Greer conoció a Leith cuando él era sólo un sirviente en la cocina. Ella, al ser una noble, no podía estar con él. Leith, sin poder soportar más ver a la persona que amaba y no poder estar con ella, decidió unirse al ejército del país y tuvo que pelear junto al mismo Francis. En una de las batallas, Francis casi es asesinado, pero Leith lo salvó. Después de eso, Francis y Antonio, le dieron tierras y dinero a Leith para demostrar su gratitud. Con su nueva posición lo primero que hizo fue buscar a su hermosa Greer, han estado juntos desde entonces. Ya no tendrían ningún problema, además de lo ya mencionado, Leith se volvió el mejor amigo de Francis y todos sabrían que el sería su consejero cuando se volviera rey.
Ya en el cuarto de Kenna, esta se lanzó rendida sobre su cama, Greer por otro lado se sentó en la orilla de la cama. Ella no estaba tan decepcionada por lo ocurrido.
-No es justo, yo tenía muchas ganas de conocerlo- se quejó Kenna, Greer le empezó a hacer cariño en el pelo.
-Tranquila, Kenna. De todas maneras lo conocerás en el baile de la noche- trato de tranquilizarla, Greer siempre era así, cuidaba de sus amigas como si fueran sus hijas.
-Sí, supongo que tienes razón. ¿Crees que será lindo?- Greer no pudo responderle, ya que alguien tocó la puerta -Pase-
Por la puerta se asomó una sirviente bastante joven. Entró al cuarto e hizo una pequeña reverencia que las chicas respondieron con un movimiento de cabeza.
-Lamento mucho interrumpirlas, pero Lady Caroline las necesita en su cuarto de inmediato- ambas chicas se miraron extrañadas.
-Puedes irte, gracias- le dijo Kenna a la chica y luego devolvió su vista a su amiga -Eso es raro, Caroline debería estar en el salón del trono junto a su familia y el inglés-
-Tienes razón, asi que mejor nos apuramos- Kenna asintió y ambas chicas salieron del cuarto camino al de Caroline. Cuando llegaron, tocaron la puerta y Caroline les respondió con un tono muy alegre que extrañó a ambas. Desde que se enteró que un inglés vendría, estaba de muy mal humor.
Una vez adentro vieron a Caroline sentada en su tocador, peinándose, mientras tarareaba una canción. Luego de que Caroline dejo a Nik fue a su cuarto completamente feliz. Ese sujeto, tan misterioso, le había alegrado su vida. Fue hermoso poder hablar con alguien sin que la tratara como una muñeca de porcelana. Se sentía tonta por no haberse quedado con él y haberle preguntado más cosas, ni siquiera sabía de dónde era. Aunque por su acento podía decir que no era portugués. Cuando estuvo en su cuarto, le pidió a una sirvienta que vaya a buscar a sus amigas, tenía muchas ganas de contarles lo ocurrido. Estaba tan concentrada en sus pensamientos que no notó que sus amigas entraron hasta que Kenna le habló.
-Caroline, estamos aqui- Caroline las miró y les sonrió, realmente estaba feliz.
-¿Estás bien? Hace tiempo que no estabas tan feliz- le dijo Greer. Caroline les hizo un gesto con la mano para que ambas se sentaran. Kenna se sentó en su cama, Greer en un sillón del cuarto y Caroline en el alféizar de la ventana.
-Chicas, acabo de conocer a un chico encantador- ahora sí que las chicas estaban extrañadas. Normalmente a Caroline le molestaba mucho conocer a más chicos y no solía llevarse bien con ellos.
-¿Tú? Pero si tu odias conocer chicos- le dijo Kenna.
-Pero es que este es distinto. Creo que no sabe quién soy o fingió muy bien. Es el primer hombre que no me habla sólo por mi padre y mi país, se sintió hermoso. Además que fue muy encantador y evitó que me cayera- les explicó Caroline.
-Wow, realmente parece encantador. Que bueno que finalmente te gustó un chico. Cuéntanos más, ¿Quién es? ¿Cómo se llama?- Kenna estaba muy entusiasmada por la situación.
-Se llama Nik y no sé de dónde es o quién es. Tuve que irme... de hecho tengo que irme, las trompetas sonaron ya hace mucho tiempo- Caroline se levantó rápidamente y estaba por irse, pero Kenna la detuvo.
-Espera, luego de la reunión hay un baile y todos irán, seguro te encuentras con tu amor-
-¿Cuál es tu punto, Kenna? Ella debe irse- habló por primera vez Greer.
-Cámbiate, deja ese dulce vestido blanco por algo distinto- Caroline le sonrió y las tres chicas empezaron a buscar el vestido perfecto.
Poco tiempo después de que sonaran las trompetas los reyes y su hijo se encontraban en el salón del trono. En poco tiempo llegó el príncipe, que tuvo un buen recibimiento por los dos varones, pero no por la señora. Esto no le importó, ya que como él dijo, su madre habría sido aún peor. Estuvieron un largo tiempo ahí y el rey cada vez se preocupaba más por la ausencia de su hija. La reina se mantenía callada y Francis junto al príncipe estuvieron hablando todo el tiempo, se habían llevado realmente bien.
Finalmente la puerta se abrió, anunciándo la entrada de la princesa.
-Hija, que bueno finalmente tenerte aquí- mencionó el rey. Caroline no le habló, sólo miró a todos los presentes. Su padre se veía feliz de verla, su madre parecía harta y su hermano estaba hablando con el príncipe. Lo único que quería Caroline era terminar con esta reunión y poder buscar a Nik en el baile.
-Caroline, ven- le dijo su hermano. De mala gana, Caroline se acercó a él -Te presento a Klaus Mikaelson, el príncipe de Inglaterra- Caroline se sorprendió mucho al ver a Klaus, o como ella creía que se llamaba Nik.
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Adivinen quien hizo una pausa de vacaciones y decidio subir esto!! Pobre Care, de lo q se acaba de enterar, aunque ustedes ya lo saben, pero no importa.
En multimedia Francis y la cancion del capitulo, es de Kat Dahlia. Les prometo q subire Revenge pronto, esta casi listo el cap (me siento muy orgullosa de él, es de mi favoritos)
Chahuilco, les mando saludos desde Disney
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Our Kingdom// TVD and Reign Fanfiction
Romance~Just like in a game of chess; the Queen protects the King~