EL JUEGO DEL ASESINO

5. Sospechas

Michael había vuelto a mirar el vídeo. Lo pausó en el momento en Mandy se acercaba a William en la puerta de los lavabos públicos y le sujetaba la cabeza para besarle. Él tenía una mano alrededor de la cintura de ella, y se dejaba hacer.Michael suspiró. Quizás lo veía para torturarse a sí mismo. No podía pensar con claridad. No sabía quién podía haber sido el remitente, pero en el fondo le daba lo mismo. Alguien que los conocía a ambos le había querido hacer un favor, para que viera cómo era la chica que estaba a su lado. Era natural que ocultara su número, ya que no querría verse envuelto en un problema que en el fondo le era ajeno.

William se había sentado en el extremo opuesto del sofá, hundido en el asiento y mirando al suelo, sin atreverse a hablar ni saber qué decir. Los demás mantenían un silencio incómodo mientras esperaban a las chicas que estaban en el piso de arriba. Lea pasaba un brazo alrededor de los hombros de Cecily, que se entretenía en arrancar una etiqueta de una botella de cerveza. Patrick y Nick se miraban de vez en cuando y el primero intentaba reprimir un bostezo. La cosa se había puesto interesante, pero otra vez se aburría. Quería que bajaran las chicas para terminar el dichoso juego.

De repente oyeron un grito desgarrador en el piso de arriba, que les hizo saltar en sus asientos. Nick fue el primero en reaccionar, y se tiró escaleras arriba seguido en tropel por todos los demás.

Mandy estaba sentada en el suelo del pasillo, con la cara surcada de lágrimas y sollozando intensamente. La puerta del baño estaba abierta, y de allí salía humo y un olor como a carne quemada y pasada que les invadió las fosas nasales y les revolvió el estómago. Nick se asomó cautelosamente y de inmediato retrocedió.

-Oh dios mío, no puede ser....- el  chico no podía creer lo que había visto allí dentro. La chica que antes había estado jugando con ellos y pasándoselo en grande, muerta dentro de una bañera llena de agua.

-Aparta- Michael le dio un empujón y se asomó al interior. Se quedó paralizado, pero sus hombros empezaron a temblar sin que pudiera impedirlo. Intentó cobrar presencia de ánimo, y revisó a fondo la habitación, intentando encontrar un sentido a aquello, averiguar qué era lo que exactamente había pasado. Se dio cuenta de que había un cordel amarrado al picaporte, y éste iba a dar al techo. Dentro de la bañera, sobre las piernas ahora electrocutadas de Tania, había un secador de pelo negro enchufado a la corriente. Abrió mucho los ojos y retrocedió asustado al pasillo cerrando la puerta tras de sí.

-¿Qué pasa Michael?- preguntó Lea con voz temblorosa. Nick se había apoyado en la pared y procuraba respirar por la nariz y expulsar el aire por la boca. Estaba claro que había visto algo terrible. Cecily intentó dirigirse al baño, pero Michael le cortó el paso.

-Nadie va a entrar ahí, ¿me habéis entendido? Quiero que bajemos todos al salón ahora mismo. Os explicaré lo que pasa, pero por favor os pido que no entréis en el baño. Vamos todos abajo- dijo con voz firme. Se agachó y ayudó a Mandy a levantarse del suelo. A la chica le temblaba todo el cuerpo y no podía dejar de llorar. La ayudó a caminar y siguieron a los demás otra vez hasta la sala de estar.

-De acuerdo, pasa lo siguiente. Mandy ha ido a buscar a Tania y la ha encontrado muerta en el cuarto de baño. - interrumpió con un gesto a Patrick y William, que habían abierto la boca para hablar. Cecily y Lea ahogaron una exclamación y se taparon la boca con la mano. - Dejadme terminar. No ha sido un accidente. He mirado bien a su alrededor y he visto que había un cordel preparado para soltar un secador de pelo y electrocutar a la pobre Tania en el momento en que cualquiera abriera la puerta. Le han tendido una trampa. -

-No por favor, no- Lea se tapó la cara con las manos y dejó caer la botella de cerveza que había cogido al bajar. El líquido se derramó y empapó la alfombra, pero nadie pareció darse cuenta.
-¿Qué hacemos, Michael?- preguntó Patrick casi suplicante