2. La reunión

198 9 1
                                    

Se hallaban los ocho en la gran sala de estar de la casa que habían prestado a Mandy. Era una estancia amplia y lujosa, con un gran ventanal que daba al jardín delantero, y una chimenea en otra de las paredes. Estaba encendida y proyectaba una cálida luz en la estancia. Una pequeña mesa auxiliar se situaba en el centro de la sala, y a su alrededor un gran sofá tapizado en gris y negro repleto de cojines formaba una ele por fuera.
La fiesta se encontraba en todo su apogeo . Mandy miraba a su alrededor y se sentía satisfecha. Estaba sentada en las rodillas de Michael, y enredaba sus rizos castaños entre sus dedos. Lea había vuelto de la cocina con un enorme bol de palomitas de maíz para todos, para ir picando mientras esperaban las pizzas. Las latas de cerveza y las botellas de ron, whisky y licores varios se amontonaban en la mesa. En una esquina un pequeño aparato portátil reproducía música de un pendrive. Patrick estaba haciendo unos trucos de cartas para impresionar a Tania y a Cecily, que le sonreían divertidas con el desparpajo del muchacho. Él aún no había decidido cúal de las dos le gustaba más, por lo que de momento procuraba tener los dos frentes cubiertos.
Michael acariciaba las piernas de su novia por debajo de la minifalda, deleitándose con el tacto de las negras medias de seda que llevaba, y haciéndole cosquillas en el pie metiendo un dedo travieso por dentro de los coloridos zapatos de tacón. Mientras charlaba con su amigo William de unos resultados deportivos, tenía la mente puesta en la noche que iba a pasar con Mandy y todo lo que pensaba hacerle una vez la tuviera tumbada en la cama. Por lo tanto, le resultaba difícil concentrarse y asentía sin saber muy bien lo que Will le comentaba.
-¡Atención, chicos, vamos a jugar ahora a beso, verdad o atrevimiento!. Pero como alguna le ponga siquiera un dedo encima a mi novio, juro que le arrancaré los ojos- exclamó Mandy entusiasmada.
-Jajaja muy graciosa, como si tu novio nos importara alguna. Además nosotras somos tus amigas y te respetamos, tontita.- esto último lo dijo Lea con un poco más de vacilación. Estaba secretamente enamorada de Michael desde que eran pequeños, prácticamente se podría decir que desde el jardín de infancia, pero nunca se había atrevido a confesarlo a él ni a nadie.Él le había pedido salir a Mandy, claro. Lea era consciente de que su amiga era mucho más llamativa que ella, aunque fuese menos guapa y más pija. Lea se consideraba normal pero sencilla, aunque con más cualidades que su amiga. Alguna vez le había parecido percibir señales por parte de Michael, pero se resistía a abrigar esperanzas y pensaba que todo se debía a su estúpida y romántica imaginación. Sabía que tenía que resignarse a su suerte, y soñar con Michael por las noches abrazada a su almohada.
-Mmmm esto se pone interesante. - Patrick se acomodó en el sofá, se subió las mangas de la sudadera y se frotó las manos.- Me pregunto qué señorita será la afortunada de probar mis irresistibles labios.
-¿Podemos excluir a Patrick?- casi suplicó Tania entre risas.
-¡No, dejádmelo a mi!- gritó William- le voy a dar el beso que se merece.
Patrick hizo el signo de vade retro con los dedos y una mueca de repugnancia
De repente sonó el timbre de la puerta. Mandy bajó el volumen de la música y dijo:
-Ese debe ser el repartidor de pizza. Me muero de hambre.- se dirigió contoneándose a la puerta, la abrió de golpe y se econtró con Nick Cassidy que llegaba casi sin aliento y se apoyaba en el quicio con las mejillas arreboladas.
-He venido tan pronto como he podido.- jadeó. - espero no haberme perdido nada.
Cuando Mandy apareció con él en el salón, todos los demás lo recibieron con un grito de júbilo.
-Llegas en la parte más interesante. Íbamos a besarnos todos con todos.- sonrió Patrick.
-Déjate de fantasías, Pat. Nos conformamos con beso, verdad o atrevimiento. ¿Quieres empezar, Nicky?- a Cecily le había costado llevar la iniciativa, pero la verdad es que le parecía lindo Nick y le apetecía besarle, aunque fuera una sola vez.
-De acuerdo.- Nick se tiró en la mitad del sofá junto a los otros. -Elijo verdad para empezar.

Cecily tuvo que disimular una mueca de disgusto. Pensó que al ser chico, Nick elegiría beso en primer lugar.
-A ver qué le podemos preguntar. Empiezo yo. Nick, ¿alguna vez te has masturbado pensando en alguna de las que estamos aquí?- inquirió Mandy con una sonrisita lasciva.
Los otros estallaron en risas.
-Sí. - contestó él lacónicamente. Sus amigos aplaudieron su arranque de sinceridad y Mandy se sintió orgullosa. Creía que se refería a ella, porque estaba segura de que ponía cachondos a todos los chicos de su edad y de que todos querian algo con ella.
Pero Nick miró de reojo a Cecily y no pudo evitar esbozar una sonrisa cómplice. Ella la captó y su cara empezó a arder. Quizá todavía tuviera posibilidades con él.
-Venga sigo yo y elijo atrevimiento. Pero no me pongáis una prueba muy difícil, sed buenos- intervino Patrick.
-De acuerdo, tú lo has querido. Michael se inclinó al oído de William y le susurró unas palabras. Echó un trago de cerveza y soltó la botella en el suelo. - Tienes que ir al piso de arriba y buscar en los cajones del dormitorio. Seguramente habrá ropa de la esposa de Richard, el amigo de mi novia, y tienes que encontrar el tanga más sexy que puedas y bajar aqui con el puesto. Solo con el tanga, ¿entendido?-
Los gritos llenaron de nuevo el salón. Patrick frunció el ceño por un instante, pero no había nada que él no pudiera hacer, y aceptó el reto. Subió las escaleras de dos en dos y le perdieron de vista.
-Esto va a ser bueno. Preparad los móviles para grabarle en cuanto baje- se regocijó William.
-A lo mejor después de verle te dan ganas de darle un beso y algo más- se mofó Tania, dando un codazo a Lea. Esta sonrió y empezó a liar un porro de marihuana. Lo encendió y lo compartió con Mandy.
-Quiero seguir jugando entretanto, y escojo beso.- Cecily se asombró de si misma y de haber sido tan atrevida. Los demás la aclamaron y Mandy le palmeó la espalda.
-Muy bien, así me gusta, que te integres en la pandilla. ¿A quien quieres besar?Podemos esperar a Patrick si quieres.... aunque aquí tienes también un magnífico especimen de macho urbano que no tiene novia.- dijo señalando a William. Cecily negó con la cabeza y señaló tímidamente a Nicky.
-¿En serio? debes estar de broma- se asombró Mandy. - En fin, tú misma. El gusto es libre.
Se colocaron uno frente al otro en el sofá, y Cecily se armó de valor y rozó sus labios con los de Nick. Acto seguido el chico la sujetó por la nuca y la atrajo más hacia si. La chica pensó que iba a morir de felicidad al sentir su lengua y sus labios acariciados por los del muchacho. Podía estar así eternamente. El beso concluyó después de unos segundos entre los silbidos de animo de los chicos y las risas nerviosas de las chicas.
-Yo también quiero.....- se oyó decir en la escalera. Patrick bajó como un rayo las escaleras y se echó encima de Nick cubriéndole la cara de besos. Estaba vestido sólo con un tanga de encaje negro y era más lo que dejaba al descubierto que lo que tapaba. Se mondaron de risa.
-Nick, esta es tu noche. - comentó Lea entre carcajadas. El timbre de la puerta sonó otra vez sobresaltándolos a todos.
-Estas sí tienen que ser las pizzas. - Mandy dio un salto y se plantó en el pasillo para ir a abrir de nuevo la puerta.
Pero no eran las pizzas. En el felpudo había una caja que ponía FELIZ CUMPLEAÑOS. Era de cartón y alargada, y estaba envuelta por un papel marrón corriente y una cuerda deshilachada. Extrañada la cogió y entró con ella en la casa.
-¿De quién es este regalo, chicos?- preguntó extrañada.
Los demás miraron la caja con la misma expresión atónita, negando con la cabeza. La depositó en la mesa y todos se agruparon alrededor mientras la desenvolvía. Dentro había un juego de tablero con varias casillas, unos dados y unos pivotes, así como un paquete de cartas. Una hoja de papel estaba encima de todo, y Mandy empezó a leerla con voz temblorosa.....

EL JUEGO DEL ASESINODonde viven las historias. Descúbrelo ahora