(...)
Ya es otro nuevo día de clases. ¡Lunes!
¡6:30! El sonido de la alarma comienza a molestar mis oídos. ¡Joder! Empiezo a quejarme porque he despertado agripada y con menos ganas que todos los días anteriores que he ido al instituto.
-Me siento muy enferma -digo en un susurro.
Procedo en ponerme de pie y siento que tambaleo un poco. Llego casi arrastrándome al baño, debería descartar la idea de ir al instituto hoy.
-¡Hey, chicos! Estoy enferma, no asistiré al instituto hoy. Los quiero! -envié este mensaje por privado a ambos. Tuve respuestas en unos minutos.
-¿Qué tienes, Addy? ¡Mejorate! Pasaré a verte después de clases. Te quiero! -me responde Nick.
Adoro a este chico, se preocupa bastante por mí.
-Hey, Addy! Sabes que te quiero mucho, pequeña. Mejorate! Iré a verte con Nick luego.
También adoro a Kleys, se preocupa mucho por mí también.
Apago mi celular y lo pongo a cargar en la mesita de la habitación.
-Este día no puede ir peor -bufo quejándome.
Estoy enferma y ni siquiera tengo medicamentos para tomar. Johanny tiene en su habitación pero tendría que arriesgarme a pedírselo o tomarlos cuando fuera a su trabajo. Opté por la primera opción porque ella siempre se da cuenta de todo y no quiero más problemas de los que tengo.
Entro al baño y me cepillo los dientes, me siento un poco caliente y no quiero agua fría en mi cuerpo. Descarté el bañarme por ahora.
*Toc, Toc*
Aquí me encuentro tocando el cuarto de Johanny.
-¿Quién es? -se escucha con voz soñolienta.
-Soy yo, Addy. Estoy enferma y necesito un medic... -Interrumpe Johanny antes de que terminara de hablar.
-¿Otra excusa más para no ir al instituto? ¡Eres una irresponsable! Ándate de aquí! -me gritó horrible y me retiré del pasillo. Ni siquiera me abrió la puerta, sólo me gritó todo desde adentro.
-¡Paciencia, paciencia, paciencia! -me digo a mí misma.
(...)
Me encuentro en mi cama escuchando música mientras ardo en fiebre. ¡Estúpida gripe! No tengo ni siquiera dinero para salir a la farmacia a comprarme un medicamento, Johanny pareciera que quiere que yo muera, siempre dice que son excusas cuando me enfermo, estos son los momentos en los que odio haber nacido.
Me quedé dormida hasta que un timbre molestoso y unas voces conocidas me sacaron de mi profundo sueño.
-¡Addy, Addy, ábrenos! -dicen al unísono Kleys y Nick.
Me levanto como sonámbula a abrir la puerta de abajo y tropiezo con mi cama y me retuerzo del dolor, tan débil ando, ¡me he caído al suelo! Me levanto y bajo a abrir. Ambos me reciben con un abrazo grupal. Los amo.
-Mírate, te ves tan ruda con esa pijama de gatitos -dice burlona Kleys.
-Está como para tomarle una foto -añade Nick.
Sólo los miro con cara de "se atreven y corre sangre". Los 3 nos echamos a reír.
Me doy media vuelta para ver el reloj y ya son las 4:00PM, lo que significa que sólo yo estoy en casa.
-¡Pasen, chicos! -les digo.
Estuvimos hablando un buen rato los 3 hasta que ambos me cuentan que Paul y Sean estuvieron preguntando por mí.
¿Y Sean para qué pregunta por mí? ¡Qué pesado!
-Nos ha pedido tu número, pero no se lo di -habla Kleys.
-¿Quién? -le pregunto.
-Paul -responde.
-¡Oh! ¡El chico guapo y simpático ha pedido mi número! -grité para mis adentros.
-Pero no se lo dimos -añadió por último Nick.
-Bien -les digo.
Tiempo después...
Son las 6:23PM y no tengo nada qué hacer, hace poco los chicos se fueron y estoy bastante aburrida. Me tiro a mi cama a pensar e inconscientemente pienso en el estúpido de Sean. La verdad que sí me cae mal. Después pienso en Paul y se dibuja una sonrisa en mi rostro, ¿qué me pasa?
Mi barriga ruge como león, significa que muero de hambre. La fiebre me ha bajado un poco desde que Nick generosamente se ofreció a comprarme unas pastillas, pero estos horribles mocos aún molestan.
Bajo a la cocina y con la poca fuerza que tengo logré prepararme un sándwich; me lo comí y subí al cuarto.
Cuando estoy enferma me da bastante sueño.
(...)
¡6:30AM!
Abro los ojos y siento que ya no estoy tan mal como ayer. ¡Gracias, mamá! -Já, otra vez el sarcasmo-
Hoy sí estoy decidida a ir al instituto. Con dificultad me baño, me visto y luego arreglo mi cabello. Hoy descarté la idea de maquillarme.
Estoy en la cocina comiendo mi desayuno para tomar el camino al instituto. Llego al instituto. Antes de entrar me quedo colgada en mis pensamientos.
-El lugar lleno de idiotas -digo en un susurro.
-No es para tanto-.
Siento como alguien detrás de mí susurra esas palabras. Volteo y ahí está Sean. Estamos bastante cerca, podría oler su perfume de macho pecho peludo y su respiración la puedo sentir. Tiene unos labios muy lindos. -¿qué estupidez pienso? -digo en mis adentros mientras salgo de mi trance.
-Assh, tenías que ser tú -le digo apartándolo.
-Anda, nena, deberías darme la oportunidad de ser tu amigo -dice con cara de perro mojado.
-Ni en tus sueños -digo dándole la espalda para entrar. Sean me detiene tomándome del brazo y volteo.
-En mis sueños ya estás. Por cierto, lindos labios, eh-.
¡Maldito mujeriego! Conmigo ese juego no funciona y más asco me da.
Entro y me encuentro con Nick y Kleys, los saludo y ambos me dicen con cara pícara: -te vimos, eh-.
-Ni siquiera lo piensen, él se acercó a molestar -les digo.
Les conté lo que pasó, después cada Nick se fue a su clase y Kleys y yo a la nuestra.
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¡Sean está loco por Addy!
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Adolescente problemática.
Teen FictionPrólogo Mi nombre es Addison Smith Taylor, pero llamenme Addy. Tengo 16 años. Soy de cabello largo, castaño y ondulado. Soy delgada y de piel blanca, tengo ojos marrones oscuros y mido 1.64m.