El diario de mi desamor

008.

Querido idiota sin armadura, 

gran imbécil sin escrúpulos, 

Vengo a dedicarte unas cuantas hermosas palabras,

y es que realmente puede que no seas un caballero, y puede que yo no sea una dama muy ejemplar que se diga, y es que puede que realmente  yo sea muy tonta, realmente tonta, demasiado tonta, y claramente, también puede que yo me haya dado cuenta tarde de todo  esto.

Tristemente puede que yo no sea esa  doncella que esté destinada a estar a tu lado, porque al ser tan estúpida me dejé cegar por un amor inexistente,  que se ha esfumado, que me ha abandonado, que solamente  vivía en mi cabeza, y desde ahora puede que yo te olvide, como puede que no deje de pensar en ti, puede que luche por olvidarte, puede que dejes de habitar en mi,  pueden ser tantas cosas querido, como también puede que no exista nada, tal vez también, puede que sea tarde para remendar errores, y quien sabe, quizá,  realmente no haya nada que se pueda reparar.

Ya te superé, 

créelo, 

que a veces pases por mi mente,

 o que otras veces recuerde tu sonrisa no quiere decir nada,

Tampoco quiere decir mucho, tal vez, eso dice nada más a gritos que yo si te quise, mucho en tan poco tiempo, pero eso no quiere decir que cuando me busques me encontrarás enseguida, tenlo muy claro, ya no estaré en aquel sitio, ya no me busques en ningún otro, ya no te espero, ni aquí, ni allá, ya no estaré en ningún sitio esperándote.

Porque ya no te necesito, porque esperarte no me dejó más que cansancio, muchas lágrimas que jamás fueron secadas, orgullo que fue tragado pero que no valió la pena perder, ya no te pienso, ya no vales la pena

 ¿Qué puedo decir?, ya no estoy aquí, aún después de haberlo prometido, no puedo estar dispuesta a ayudarte a pesar de todo, y es algo que tendrás que aceptar.

Quizá la distancia sea lo mejor en este momento, y es que lo peor es que creo que aún te necesito, y es que aunque yo quiera negarlo es así, pero para su mala suerte amado caballero (O quizá para su buena suerte, nunca se sabe) no suplicaré por tu presencia porque todo lo sabe hacer usted es destruir, es así, solo destruir, ha habido miles de noches estrelladas en las que no hacía más que pensar en usted, luego, te pedí que te quedaras,  y realmente lo deseaba ¿Por qué no te quedase, cariño?, te quería conmigo.

Sé que me equivoqué en pensar que seríamos perfectos, pero, cualquiera que nos percibiera, todos se daban cuenta de que éramos el uno para el otro, pero a todas estas quiero decir que si dios existe, quiero decirle que fue realmente sabio cuando nos unió, usted y yo, no fuimos perfectos, pero prácticamente, rozamos la perfección,  pero seguro él no sabía una cosa, seguramente no sabía que te volverías una persona asquerosa sin corazón, un ser misero y  sin escrúpulos, tal vez, él no supo que no sabrías amarme como yo te amo a ti. 

Puede que mi amor viva hasta hoy, 

como puede que yo lo mate mañana, 

podrás vivir tranquilamente sin mi, 

y estaré bien. 

Si alguna vez, tal vez, vuelves a mí, en busca de amor, no me quedará más remedio que decirte que mi corazón se fue, que mi amor ya no existe en mí, que ya no hay amor en mi vida, y que menos lo habrá para ti, como tú ya no existes en mi vida, quien sabe, seguramente no estemos juntos jamás, no volveremos a lo de antes.

Ya no existes, y yo ya no sé cómo volver a existir. 

 Esto no tiene sentido, y jamás tendrá un orden, hay días en los que te amo, y otro en que no deseo que vivas, en los que daría todo porque dejaras de respirar, mi amor hacía a ti, fue constante, pero ahora es de a ratos, tranquilo, tú me enseñaste, me enseñaste a ser así, me enseñaste a ser como tú, a no ser real, a no sentir amor.

Claro que, no olvidaré de un día hacía otro, debido a que yo si amé, yo si sentí, yo viví lo que había que vivir en este amor, no todo fue color rosa a decir verdad, ¿Pero de eso no se trata la vida?, porque aunque seas un caballero idiota, y sin armaduras, lograste muchas cosas en mi, ¿Cómo?, ni yo lo sé, pero realmente fue así, que puedo decirte, la vida da millones de vueltas, algún día volveré a estar en la cima, y tu caerás, ya lo veremos, "querido mío".