El diario de mi desamor

009.

"No hables con él en las madrugadas", me dijo. Las madrugadas son peligrosas. Uno tiene a sincerarse, y peor, a enamorarse.

Porque ya no quiero verte, 

porque ya mis manos ya no quieren sentirte, 

porque mi mente ya no quiere pensarte, 

mis ojos ya no quieren llorarte, 

y mis manos ya no necesitarán escribirte, 

porque ya no me perteneces, 

porque ya no te pertenezco porque ya no estás y así amor mío, 

ya no puedo, 

porque me dueles más de lo que te amo, 

y así no es justo para ninguno, 

pero aun así  puedo irme, 

no puedo dormir sin decir que te quiero, sin decirte que me haces muy feliz, 

porque más que cariño es una tortuosa costumbre, 

porque me he acostumbrado a ti, 

a tus manos y a tus besos, a

 tus abrazos y a tu voz, 

a tu exquisita mirada, 

y lo armonioso de tu canto, 

porque me di cuenta tarde, 

te noté en esas noches oscuras, 

en esas noches llenas de soledad, 

en esas madrugadas donde el dolor era la mejor compañía, 

solo pensaba en ti,

 y en tus brazos rodeándome, 

a ti a mi lado, 

recostado en mis piernas, 

pero ya no debería pensar en eso, 

porque eres el puñal que se clava una y otra vez en la herida que causaste, 

porque quiero tenerte, pero no puedo.

Tampoco puedo olvidarte, aunque necesite volver a verte, aunque me tienten a necesitarte, porque nunca hablé sinceramente, nunca logré decirte lo que realmente sentía, porque decía que todo estaba bien en mi vida, aunque todo se derrumbara encima de mí, porque quiero huir, porque quiero alejarme de ti.

Porque al pasar de los años no puedo volver a opinar en tu vida, porque con el paso de los años has logrado olvidarme, porque ahora con el pasar de los años no somos nada, y menos somos amigos, porque ya no tengo ideas nuevas para escribir, porque todo ahora se trata de ti, porque al hacer una carta debía escribir lo que sentía, y solo sabía que yo te extrañaba, aunque yo supiera que dejaste de pensar en mi desde hace mucho, porque me enseñaste tantas cosas, sobre como diferenciar, diferenciar el amor de una noche, con un amor que no tiene igual.

Porque a pesar de todo ya no sé lo que siento por ti, es que no podría decidir, porque eres de esos hombres que abren huecos en el alma, porque eres de esos que te hacen sentir de todo, porque cuando veo tus ojos, la tormenta empieza a mirarme, porque la lluvia se empieza a acercar, porque sé que destruirás de nuevo

Tus manos me empujarán al vacío, pero no puedo evitar seguirte, porque me he enamorado de ti, me enamoré hasta de las letras de tu nombre, de esos cabellos rebeldes, de cada uno de tus defectos, que a decir verdad son muchos, de esa ternura que solo disfrazabas con frialdad, porque eso me atrapó, porque eso principalmente me enloqueció, eso fue mi perdición. 

Y aunque el futuro tenga que empezar desde algún punto, no quiere decir que este sea el que siga, porque vivir sin ti ahora se ha vuelto complicado, porque te extraño más que nunca.

En la frondosidad del bosque me veo perdida otra vez, te has ido y me has desamparado, sí, otra vez,  esto no es más que un círculo vicioso del que no escaparé jamás, yo realmente creía que todo cambiaría si una segunda oportunidad te daba, pero lamentablemente al parecer no, y es que no eres el sujeto correcto para ser amado, o simplemente no mereces sentir amor, yo  creí en ti, en tus ojos y en tu suave, dulce e inofensiva mirada que sin necesidad alguna me engañaba.

"Todos pueden ser buenos, 

como todos pueden ser malos, 

ya es dependiendo del lado en que estés mirando, 

algunos son gentiles o buenos, 

otros solo son malos o diabólicos."

 En el bosque, en el que me abandonaste, tuve que haber tenido cuidado, y a pesar de todo, era un poco obvio que aún tenía esa pequeña esperanza de salir bien, de encontrarte atrás de un árbol, o que llegarías de repente a salvarme, para llevarme contigo de ahí, sin heridas y con el corazón completo, pero, ya lo notas, no he podido porque tú has decidido pisotearme hasta que dejé de ser aquella que un día fui, destruiste mi corazón a tal punto de quedar totalmente seco y desabrido, sin sentimientos y sin compasión

¿Se siente bien esto qué haces? Al parecer sí, pero, es más que evidente que cuando volví al bosque, en el que un día me abandonaste supe más de lo que aprendí antes, aprendí que aunque no quieras debes ir con cuidado, y tal vez así puede que salgas victorioso y sin heridas que tengas que sanar después, y es que si vas apresurado, puede (O realmente, pasará ) que lastimado salgas.

Al menos después de todo eso no te quedará más que  una nueva enseñanza y una nueva historia que narrar, aunque esta no sea tan divertida después de todo, pero puede que esto valga la pena, como puede que traiga de las mismas una tras otra. 

Puede que en bosque, la vida no sea injusta y te de una recompensa, te enseñe con un resplandor la diferencia entre lo que sueñas y lo que necesitas, puede que todo cambie y sea exactamente como era antes. 

En el bosque, 

en el que me abandonaste, 

tal vez, 

un día pueda volver a encontrarme.