Dulce Venganza(Maluma) (Editando)

18° Capítulo

Ethan.

Alice jugueteaba con su cabello mientras mamá le explicaba cómo debía hacer un ponqué y cómo debía rellenarlo, Alice observaba atenta y anotaba en la pequeña libreta que me había quitado. Tenía el ceño fruncido y los labios ligeramente abiertos, se veía preciosa. Hacía varios meses desde que la había conocido y sabía que lo que había comenzado a sentir era algo más grande de lo pensaba, la quería y deseaba que ella también. Probablemente su corazón—Era obvio—aún lo quisiera a él pero era algo imposible y lo único que él hacía era lastimarla.

—Ethan, cariño—Mi madre dejó de hacer la mezcla para mirarme—Tú papá está atrás, ve a ver que necesita

Suspire. El señor Jones cómo siempre había bebido demás y vino una vez más a hacer el ridículo en la pastelería, comenzaba a odiarlo. Mí padre—Si debería llamarlo así—de uno o dos años para acá se había vuelto—Su adicción había empeorado—un apostador compulsivo y mamá seguía tiendo fe de que él mejoraría, había empeorado aún más.

Abrí la puerta y ahí estaba, tirado en el callejón con la ropa desacomodada y con un horrible olor a alcohol.

—¿Que haces aquí, Mark?

—Ethan, te he dicho que no me llames así

—Perdiste el derecho hace mucho, desde que te volviste un adicto a las apuestas, desde que decidiste arruinar nuestra familia, desde que le levantaste la mano a mamá—La sorpresa en su rostro no pasó desapercibida, estaba furioso—¿Creíste que no lo sabía? Eres repugnante, intentaste golpear a mamá simplemente por qué no quería darte dinero para tú maldita adicción

—No intentes parecer listo, Ethan—El hombre que me dio la vida se acercó para amenazarme, me tomó del brazo mientras me veía furioso—Tú no eres nadie para juzgarme, tampoco debes meterte en los asuntos míos y de tú madre

—¡No seas, ridículo! —Tiré de mí brazo molesto—Sé que no era la primera vez, la habías golpeado antes, no quieras parecer listo conmigo por qué no lo eres

—Ethan, pequeño Ethan—Me tomó de la nuca—No seas insolente con tú padre...

—Tú no mereces llamarte padre...

—Te he visto venir con una chica, lo curioso es Ethan, que es la misma chica del juicio contra ese drogadicto, también es la chica que fue acechada por unos desquiciados y es la chica que anda de revoltosa con el hijo del magnate con el que trabajo—Su tono despectivo, cómo si conociese a Alice me irritó—Es una...

—¡No te atrevas a terminar esa frase!—Escupí furioso—No hables de ella cómo si la conocieras, cállate la maldita boca

—Es cómo tú madre, Ethan. Son unas zorras que...

Perdí la poca paciencia que me quedaba y le estampe un puñetazo en su cara, estaba furioso, lo derive y continúe golpeándolo. Lo odiaba por todo, por haberme golpeado cuándo tenía tres, por haberme hecho quedarme afuera en el patio mientras llovia, por aquella golpiza cuándo tenía ocho, por haberme abandonado en la escuela a los diez, por llevarme con esas prostitutas a los doce...

—Ethan, ¡Dios Mío, para ya!—La voz de mí madre parecía lejana, mí subconsciente sólo me monstraba una y otra vez cada una de las cosas que me había hecho—