De camino a la escuela me debatía sobre la posible cita con Dylan, no conocía nada del chico y comenzaba a cuestionarme sobre mi inteligencia al aceptar. Podría ser un asesino en serie o un violador, bueno, quizás no tan así pero no lo conozco y se supone que estoy aquí para vengarme de la familia Londoño. Aunque según mi intuición, y está nunca falla, darle celos a Juan con Dylan sería una buena idea. Procurando por supuesto no romperle el corazón al chico, está hecho. Le daré celos a Juan con Dylan. Abrí mi casillero y tomé los libros correspondientes a cada una de mis materias del día, cerré la puerta y la silueta de un chico apareció frente a mí. Le sonreí al igual que él a mí
—Hola Alice,¿Lista para nuestra cita? —Preguntó apoyando su espalda en los casilleros—
—Sí, ¿Adónde iremos?
—Oh no, es sorpresa—Asentí—
«Sólo espero que no piense secuestrarme»
—Bueno, supongo que debo esperar
—Claro que si—Se acercó, nuestras respiraciones se mezclaban—Parece....
—Creí haberte dicho que te alejarás de ella—Tomó su hombro—¿No fue así? Por qué puedo recordártelo
—Vaya Londoño, cálmate. Sólo hablamos, además no veo tú nombre por ningún lugar—Tomó mí mano y me hizo girar—No, no está
—Escúchame imbécil—Lo tomó de su camisa—No quiero que estés cerca de ella, ni siquiera me gusta que estés en el mismo lugar que ella
—Muy bien, ya es suficiente—Tomé su brazo. Una corriente eléctrica recorrió mí brazo hasta pasar por todo mí cuerpo—Juan vamos, te acompañaré a clases—Varios alumnos rodearon el lugar—Juan—Insistí—
—No te quiero cerca de ella—Sentenció y me siguió—¿Cómo te hago entender que él no es bueno? Parece que te gusta llevar la contraria
—No puede ser tan malo, no es un asesino en serie o ¿Sí?
—No, pero quiere llevarte a su cama
—Pues no es como si fuese a caer, sólo saldremos. No te preocupes Juan
—No salgas con él, no lo hagas
—¿Quién te crees para decirme que hacer? Yo salgo con quién me dé la gana ¿Te quedo claro?
—¿Sabes que? Has lo que quieras—Cruzó en un pasillo, dirección contaría a la que iba—
¿Qué rayos le pasa a esté chico? ¿A caso sufre de bipolaridad? Primero es agresivo, luego es adorable y vuelve a ser agresivo. Sip, debería ir a un psiquiatra. Tal vez eso le haga bien. Crucé en la dirección que me indicaba el folleto, con mí vista en el papel. Sin darme cuenta choque
—Lo siento, iba distraída
—Si, así parece—Sonrió—¡No puede ser! Eres la chica por la cual se están peleando los chicos más hot's del instituto
—¿Qué? —Fruncí el ceño confundida—¿De qué hablas?
—Eres una reliquia, Dylan y Juan se están peleando por ti. Eso es realmente fascinante—Aplaudió—
—Si, no lo veo así son sólo idiotas tratando de marcar territorio, como si les perteneciese a alguno de ellos
—Debes admitir que Juan es realmente sexy—Una extraña sensación me recorrió, instalándose en mi estómago. No quería indagar en lo que eso pudiese significar, no era como si me importara o algo así
—Si, es lindo—Dije cortante. ¿Qué diablos pasaba conmigo? Desde cuándo me importa si alguien gusta de él, ¡Por Dios! Eso no debe importarme, no debo tomarme esto tan en serio, no creo que deba recordármelo
—Soy Jess y ella Danna—Sonreí—
—Soy Alice, discúlpenme debo irme a clases—Continúe mi camino pero ella tomó mi brazo—
—¿Qué aula? —Observé el papel—
—206—Alcé una ceja—¿Por qué?
—Nosotras nos dirigimos allí, corres con suerte. Irás con nosotros—Sonrió—
Nos dirigimos al aula, estuve callada mientras la chica no paraba de hablar. No me considero una persona grosera pero ya me estaba mareando. Al llegar al aula, entré. Mí mirada viajo a Juan ,quién estaba sentado en la tercera fila. Su mirada se conectó con la mía, la corriente eléctrica no tardó en recorrerme. Comenzaba a pensar seriamente sobre las sensaciones que comenzaron a aparecer con Juan, no creo que signifiquen mucho. Me preocupa el hecho de que nunca me había sentido así y eso comenzaba a preocuparme, ¿Qué podría significar? Sólo espero que no sea algo bueno para él, tampoco que sean las 6 letras que estoy pensando ¿Gustar? No, es todo menos eso
****
Me dirigí a la biblioteca, prestaría algunos libros para estudiar. Mañana tendríamos un examen y aunque odiaba la idea de estudiar, debía hacerlo. Era eso o calarme los regaños de mamá por reprobar. En el pasillo de ciencias tomé algunos libros y los revise, ojeé un par de cosas. La verdad me daba ladilla pero debía estudiar sí o sí. Saque un libro y me giré para ir hacía las mesas, di un brinco al verlo apoyado de los estantes. Dejé el libro en la mesa mientras su mirada me seguía, tomé un libro y lo dejé caer inmediatamente al suelo al sentir sus manos rodear mí cintura. La corriente eléctrica paso de su cuerpo al mío, el ambiente se tornó caliente. Agradecía inmensamente que estuviésemos en un pasillo que nadie frecuentaba. Sus mano me giraron, sus labios rosaban los míos. El deseo de sentir sus labios nubló toda parte coherente de mí cerebro, sólo quería que me besara. Apoyó su cuerpo contra el mío y rosó sus labios una, otra y otra vez. Hasta capturarlos por completo, besaba lentamente. Empujo su lengua contra mis labios, permití su acceso. Sus manos bajo mi camisa daban toques suaves, haciéndome erizar. Chispas volaban. Jamás me habían besado así, nunca sentí algo así. Lentamente se alejó de mí, su respiración agitada al igual que la mía
—Vamos, te llevo—Asentí aturdida por las emociones que comenzaban a arremolinarse dentro de mí—
Tomó mi bolso y lo puso en su hombro, aturdida camine hasta la mesa y recogí los libros. Salimos de la biblioteca rumbo al estacionamiento, al pasar por el campus escuché mi nombre. No me sentía lista para hablar con alguien, ni siquiera podía mantenerme de pie. Ese beso me dejó inestable, y sé en mis adentro que eso es malo, muy malo. En el estacionamiento guardó mi bolso y los libros en el asiento de atrás y me abrió la puerta del co-piloto
—Alice—Dijo llegando hasta mí. Juan tensó su mandíbula—¿Adónde vas? ¿Qué hay de nuestra cita?
—Lo siento debo estudiar
—Sólo serán unos minutos
—Creo que escuchaste bien, no quiere. Ahora lárgate antes de que pierda mi paciencia
—Está bien, será otro día—Se giró—
—No será otro día, manténte alejado de ella
—No te haré caso Londoño, ella no es tuya—Corrió hasta el campus—
—Imbécil—Bramó—
De camino a casa me mantuve callada, igual que él. No tenía nada para decir, aún estaba aturdida por ese beso y el hecho de que removiera dentro de mí, me molesta. Estacionó y bajé, me dirigí a la parte trasera y intente abrir la puerta, está no abrió
—Abre la maldita puerta
—Vaya, que boquita muñequita. Y pensar que besé esa boca
—Pues yo no te dije que lo hicieras
—Bien que lo disfrutaste—El sonrojo cubrió mis mejillas—
—Púdrete—Me dirigí a la entrada—
—Ten—Me tendió el bolso y los libros—No quiero que estés molesta¸ sólo trato de protegerte
—No necesito que lo hagas—Dije cortante—
—Como quieras—Respondió molesto—No seguiré insistiendo, ¿Quieres acabar en la cama de Dylan? Bien, no me importa—Giró sobre sus talones y subió a su auto. Desapareció—
Me quede allí de pie, sintiéndome mal. ¿Qué diablos pasaba conmigo?
Editado
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Dulce Venganza(Maluma) (Editando)
RandomAquella venganza se convirtió en un gran amor digno de contar Primer Libro