Mi respiración comenzó a volverse pesada, mis pulmones no tenían suficiente aire. Podía sentir los latidos de mí corazón, empecé a toser. «Maldición, iba a tener un ataque de asma» Intenté hacer que mis pulmones tuviesen aire pero era difícil hacer que el aire llegase a ellos, me levanté con dificultad y me dirigí a la cocina. Mamá tenía que tener un inhalador, había pasado tanto tiempo sin tener un ataque de asma que ya había olvidado que se sentía. Abrí los cajones desesperada, sentía como mis pulmones exigían aire. Abrí y cerré cajones, no había un inhalador. Busqué en los cajones de abajo, nada. Ihnale aire pero era doloroso, tenía miedo. Toqué el bolsillo de mí pantalón, mí celular. Llevé mí mano a mí pecho cuándo comencé a marearme, debía llamar a mamá. Ella podía ayudarme, lo necesitaba. Escuché un fuerte golpe, habían derribado la puerta. Mí mundo daba vueltas, todo se veía borroso. Lo último que vi fue una silueta, luego todo se volvió oscuro.
Desperté, tomé asiento y observé el lugar. Estaba en un hospital, mamá corrió al verme. Me estrechó en sus brazos, sollozando
—Alice, cariño—Acarició mí cabello—Mi niña, lo siento tanto
—Nada de esto fue tú culpa, sólo ocurrió
—Los vecinos llamaron a la policía, dijeron que vieron a unos hombres seguirte—Sollozo—Oh, mi dulce niña. Lo lamento, debí saber que podía volver a suceder. Debía tener inhaladores en la casa es sólo que luego de que dejaran de suceder creí.... Yo creí que se acabó, pensé que no sufrirías más ataques de asma. Que equivocada estaba, por supuesto que en cualquier momento tendrías otro—Aspiró su nariz—Lo siento tanto, pequeña
—Mamá, está bien. No importa, sólo consigue un inhalador para la próxima ¿Está bien?—Asintió—
—Conseguiré más que uno, la casa estará llena de ellos. No quiero que vuelva a a ocurrir, no podría soportarlo otra vez
—Deja de culparte—Besé su cabeza—No fue tú culpa
—Lo fue, cariño. Debí cuidarte mejor, si lo fuera hecho tú....
—No, no mamá. Esto no fue tú culpa, dejemos el tema a un lado ¿Bien?
—Te traeré algo de comer, el doctor me aseguró que te podría llevar a casa hoy
—Eso suena genial por que odio los hospitales
****
Ayer mamá no dejó de cuidarme, incluso tuve que obligarla a ir al trabajo. Pase de no llevar inhaladores a tener mí bolso repleto de ellos, se preocupó tanto que quiso cambiar sus turnos pero me negué. Ella debía seguir con su trabajo como enfermera, mí accidente no tenía por que cambiar eso. Cuándo llegué a la escuela cada mirada se dirigió a mí, no entendía nada. Con mí mirada en el suelo me dirigí a los casilleros, ignoraba los murmullos. No me gustaba para nada ser el centro de atención, lo odiaba. En el pasillo fue igual o peor,murmullos y más murmullos. ¿Que diablos les ocurría a los estudiantes? Abrí mí casillero y antes de si quiera pensar Jess tiró de mí y me abrazó.
—Alice, creí que te habían lastimado—Danna me observaba enternecida. Ok,¿Que demonios ocurría aquí?—¿Te encuentras bien?
—No estoy entendiendo nada—Fruncí el ceño confundida, Jess se alejó para verme a los ojos—
—Ayer irrumpieron en tú casa, dijeron que fuiste enviada al hospital. No sabían nada sobre tú estado—¿Como diablos lo sabían?—Fue transmitido por televisión, fue la primera vez que sucedía algo así. Fue una primicia—Eso explicaba los murmullos y las miradas de los estudiantes, genial. Ahora todos sabían lo que había ocurrido conmigo, bravo—¿Que ocurrió?
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Dulce Venganza(Maluma) (Editando)
AléatoireAquella venganza se convirtió en un gran amor digno de contar Primer Libro