Bajo las estrellas

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Me acerqué a él lentamente. Jeremy me cogió de la cintura y empezamos a bailar. Era una canción lenta, todas las parejas de la sala estaban abrazados.

- Estas preciosa- Me susurró al oído.
- Gracias.- Noté como me sonrojaba.
Nos quedamos callados. No era un silencio incómodo, sinó un silencio que no querras que terminara. No queria separarme de él, estaba tan bien entre sus brazos.
Al terminar la canción, Jeremy me cogió de la mano y me llevó al patio trasero.
Nos sentamos en un banco. Unas lucecitas de colores cálidos permitían que pudieramos vernos. Se veía tan guapo.

- Beth.- Al escuchar mi nombre salir de su boca, me tensé un poco.
- ¿Si?
- No se como decirte esto... pero... me gustas.
Mis ojos se abrieron. (Me gustas, me gustas, me gustas...) esas palabras se repetían en mi mente. ¿Estaba sucediendo de verdad?
- Di algo.- Dijo algo nervioso.
Me levanté del banco y Jeremy me siguió.

-Yo...

JEREMY POV.
Me levanté del banco y seguí a Beth. Se veía preciosa con ese vestido. Estábamos debajo de un árbol con esas típicas lucecitas pequeñas. Su rostro estaba iluminado por una de esas luces.
De repente se giró. Nuestros ojos se miraban fijamente. Pasaron minutos y seguiamos en la misma situación, sin movernos. Me acerqué a ella.
Beth rió timidamente. Imité el gesto.
Nos acercamos lentamente. Nuestros labios se juntaron y pude sentir que mi corazón emepazaba a latir más deprisa.

Al separarnos, la cogí de la cintura i apoyó su cabeza en mi hombro.
- Tu a mi también.- Dijo ella lentamente.
Al escuchar esas palabras, se formó una sonrisa que no podía borrar.

Esta chica es la que hace que tenga ganas de levantarme cada mañana, que los días lluviosos se conviertan en soleados...
Beth levantó su cabeza y me miró.

- Cuando volvamos del viaje, ¿te gustaría ir al cine?- Pregunté alegre.
- Me encantaría.- Sonreímos-Pero, dime señorito, esta prohibido salir del campus, ¿qué planeas?
-Confía en mí.-Susurró antes de bajar su mirada hacia mis labios.
Nerviosa acorté la poca distancia que había entre nosotros y dejé que él terminara y me besara con suavidad, con ternura, como nunca nadie lo había hecho.

Muchas gracias por pasaros por la novela y por todos los comentarios y los votos.
Soys los mejores lectores que se puede tener.

Bye!

Déjame en pazDonde viven las historias. Descúbrelo ahora