Déjame en paz

Ashley

Jeremy POV.

Estaba caminando por el patio trasero pensando en Beth. ¿Debería contárselo? ¿Debería contarle lo que sucedió con Vanessa? Beth es una chica interesante, no se guarda las cosas, si las tiene que decir, las dice, aunque duelan. Como se dice, las verdades duelen.
Nunca he conocido una chica igual, es ella misma sin importarle quién hay alrededor. Ella se muestra tal y cómo es, y si a los demás no les gusta, que se jodan.
Después de caminar bastante y ahogarme con mis propios pensamientos, me dirigí a la habitación y me vestí para ir a clase.

Hoy el Sr.Hudson en clase de matemáticas, nos ha puesto muchos deberes. (Cosa que yo no voy a hacer). Ese hombre tiene algo, nos puso 3 páginas enteras de ejercicios sobre ecuaciones.

Al terminar la clase de matemáticas y salir del aula, el cielo ya estaba oscuro. Fui hacia mi habitación y como era tarde, me puse mi pijama. Hacía mucha calor, así que decidí abrir la puerta. Iba viendo a todos los estudiantes corriendo sigilosamente. Amanda y Sidney, las amigas de Beth pasaron por mi cuarto vestidas con un vestido negro por las rodillas y unos tacones altos.
No ví a Beth así que opté para ver si ella también se había quedado en el campus. Al llegar a su habitación, llamé a la puerta. Tardó bastante en abrir así que pensé que también se habia ido. Cuando estaba a punto de irme, la puerta se abre lentamente dejándome ver una Beth tímida, totalmente diferente a la que veía por los pasillos. Siempre sonriente.

- ¿Puedo?- Pregunté. Ella asintió.
Beth cerró la puerta. Tomé asiento.

- Así que... ¿Haciendo los deberes de matemáticas?

- Si. - Dijo con desesperación.- No los entiendo.

- ¿Quieres que te ayude? Yo no los he hecho, pero se me dan bien las matemáticas.

- Claro... si quieres.

Cogí una silla y me senté a su lado. Delante nuestro teníamos el libro y una hoja blanca. Completamente blanca, sin ningún ejercicio copiado. Nos dimos cuenta que en uno de los ejercicios, salía el Teorema de Pitágoras. ¿Por qué siempre sale este teorema? Desde secundaria que lo estoy estudiando. Bueno, el tema es que, Beth no se acordaba. No sabía como explicárselo, pero aún así lo intenté.
Al terminar los ejercicios de matemáticas, Beth empieza a reírse.

- ¿ De que te ríes?

- De nada, nada. - Dice entre carcajadas.
Se levanta y abre su armario y saca ropa deportiva.

- ¿Que haces?- Preguntó sorprendido.

- Voy a correr un poco por el campus.

- ¡Si son las 23:00!

- Aún mejor. Así habrá menos gente y no me molestarán. ¿Te vienes o te quedas aquí sin hacer nada?

-... Vengo. Supongo.

- Muy bien. Ponte ropa cómoda y nos vemos en 5min en la puerta de entrada.

Mientras yo salgo de la habitación, Beth va al baño con la ropa que se pondrá. Entró en mi habitación, abro el armario y cojo una sudadera, unos pantalones y me pongo unas bambas.
Bajo y ya está allí.

Elisabeth POV.

Estoy esperando a Jeremy en la puerta de entrada para ir a correr un poco por el campus. Como hace calor, me he puesto un top con una linea azul, unas mallas adidas y unas bambas. Y como no, una cola alta, para que el pelo no me moleste a la hora de correr.
Por suerte, medio campus se ha ido de fiesta y podré correr sin gente alrededor.
Veo a Jeremy de lejos.

- ¿Nos vamos?- Pregunto. Él afirma con la cabeza.

Vamos corriendo alrededor del campo de futbol americano donde el juega, delante del árbol donde conocí a Amanda...

- Una pregunta...

- ¿Si?- Preguntó mirándome.

- Hace días que lleva rondando por mi cabeza. ¿Por qué al llegar, fuiste tan grosero conmigo?

- No me abro a la gente y siempre muestro mi lado negativo.

- Ya veo...

Llevábamos bastante tiempo corriendo, así que decidimos descansar un rato.

- Tu también eres cerrada.

- No lo soy, lo único que me cuesta confiar en la gente.- Dije mirando a la nada.

- ¿Por que eres tan desconfiada?

- Porque las personas en las que confiaba antes me hicieron así.

- Pero debes darle nuevas oportunidades a la gente que te rodea.

- Tienes razón, pero... si...- No pude terminar la frase porque Jeremy me estaba besando. Sus labios rozaron cada parte de los míos. Con mis manos, subí a su pelo y lo acaricié. Paramos por falta de aire.

- Borra esa sonrisa de tu cara.- Dije levantándome del suelo. - Debo irme.

- Espera.- Me voltée.

- Dime.

- ¿Puedo invitarte a tomar un café?

- Jeremy, no soy una buena chica para ti.- Tras esas palabras, aceleré el paso y corrí hasta mi habitación. ¿Que es lo que siento? No quiero sentirme así, así no, indefensa, nervios en el estómago, no, ahora no.

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Jeremy POV.

Se fue. Sin más. Se fue. Se fue. Se fue. Dudo que Beth sienta lo que yo siento por ella. Es cerrada con la gente, no expresa sus sentimientos, ¿como puedo acercarme a ella? Muy fácil, no puedo. Tengo que acercarme más a ella. No importan los obstáculos que haya en el camino. ¿Así es la vida no?

Por la tarde, salí al patio y subí a su habitación. Llamé, me abrió su compañera y se fue. Estaba completamente solo, así que decidí escribirle una pregunta en un folio. Colgué el folio en la ventana para que lo viera y me fuí.

Elisabeth POV.

Después de una clase horrorosa de educación física, fuí al vestuario y me duché. Al terminar, salí del vestuario y me encaminé hacia mi queridísima habitación, y entré. Un folio estaba pegado a la ventana. Me acerqué y leí: ¿Cual es tu mayor miedo? Pd: Tu amigo el cabezón.

No pude evitar sonreir tras su intento de conocerme más. Me acerqué a la nota y contesté: No tengo miedo.

Al instante mi teléfono empieza a sonar. Una llamada perdida de mi prima. Cojo el teléfono, marco el numero y espero a que Ashley lo coja.

- ¡Ashley!- Dije chillando.

- ¡PRIMA! ¡Cuanto tiempo!

- ¡Si! ¿Como va todo? Ya me ha dicho tu madre que te quieres inscribir en una de las escuelas de música más importantes.

- Que rápido que corren las cosas.- Reímos- De momento van bien. ¿ Y a ti?

- Bien. De eso quería hablar contigo, que vengo al INSTITUTO FUTURE. Bueno, de hecho, estoy en la puerta.

- ¿Es una broma?

- ¡No! ¡Te lo digo de verdad. Anda baja y dale la bienvenida a tu prima!

- ¡Voy!

Colgué la llamada, salí de la habitación, cerré la puerta y bajé lo más rápido que pude hacia la entrada. Al bajar allí estaba, tan morena como siempre, alta, delgada y con una sonrisa de oreja a oreja. En resumen, la persona más importante para mí.

- ¡Ahhh!- Chilló con euforia al verme.

Nos abrazamos. Estaba aquí, era ella. Era mi prima.