¡Tu tobillo!

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Hoy era un día soleado, alegre, lleno de felicidad... ¿Por qué siento como si estubiera en las nubes?
Jeremy es el culpable.
No lo es. Cuando salí de mis pensamientos profundos, mis amigas estaban aún durmiendo.
- ¡Chicas! ¡Despertad!- Les dije tirándoles una almohada a cada una.
- ¡Elisabeth! No hagas eso- Dijo Amanda con la típica voz de recién levantado.
-Tenemos que irnos en 2h.
- Ahora vamos. Se te ve muy feliz a tí. ¿Se puede saber el motivo?- Preguntó Sidney.
- Nada en concreto.- No puedo guardar secretos porqué mi risa me delata.
- Empieza a cantar.- Dijo Amanda señalandome con si dedo índice y con una sonrisa debajo de la nariz.
- Nada, nada... solo que...- Estaba a punto de decirselo cuando llamaron a la puerta.- ¿Si?.- Al abrirla me encuentro al Sr.Hudson.

- Chicas de aqui 1h deben estar en el salón con todas las maletas hechas. Dense prisa.- Dijo el Sr.Hudson.
- Okey, ahora vamos.- Cierro la puerta y empezamos a hacer las maletas, a recoger la habitación...
Una vez que terminamos, cerramos la habitación y bajamos al salón donde nos esperában todos listos para irnos.

- Muy bien chicos, es hora de irnos.- Dijo el Sr.Hudson.
Todos asentimos con la cabeza y aligeramos el paso hacia la puerta de salida.

- En el autocar deben ser las mismas parejas que la vez anterior.- Dijo el Sr.Hudson cargando sus bolsas.
Cada alumno mientras iba subiendo al autocar iba sentándose con la misma pareja como recién habia dicho el Sr.Hudson.

- Hola.- Dijo él con una sonrisa de oreja a oreja.
- Hola.- Le dije mirándolo con un sonrisa. Al sentarse a mi lado Jeremy me cogió de la mano y estubimos todo el viaje cogidos y charlando.

Una vez que terminamos, deshice las maletas y nos fuimos a darnos una ducha, la necesitábamos.
- Al final no nos has contado el por qué de esta felicidad repentina.- Dijo Amanda mientras deshacia sus maletas.
- Nada, nada.

Recibo un mensaje que es el culpable de que pegué un salto.

Jeremy a las 17:00:
A las 20:00 ve a la cafeteria, allí te recogeré para irnos al cine.

Yo a las 17:01:
Ok, pero... no tenemos permitido salir del centro. ¿Como lo vamos a hacer?

Jeremy a las 17:02:
Ya lo verás, SORPRESA.

Yo a las 17:03:
Okey, pero no estoy tranquila igualmente.

Jeremy a las 17:04:
Confia en mí. Ya verás como todo va a salir según lo planeado.

Yo a las 17:05:
Okey, ahora te veo. Bye!

Jeremy a las 17:06:
Bye! ;)

Me preparé para la clase de educación física, me puse un top deportivo, unos pantalones deportivos, unas bambas y por último, una cola alta.
Todos nos dirigimos al gimnasio, dónde el Sr. Polyt nos esperaba.
-Muy bien, voy a decir unas parejas y os tendreis que agrupar. ¿Entendido?- Todos afirmamos lo más fuerte que pudimos.- Asi me gusta... Arthur y Amanda, Sidney y Robert, Jeremy y Elisabeth...

Esto me huele a gato encerrado...
- Cojanse con sus parejas de las manos. Los chicos, alzad a las chicas mientras las chicas les ayudan dando un salto.

- ¿Preparada?- Jeremy me guiñó un ojo.
- ¿Preparada? ¿Para qué?- Le susurro, lo que hace que me mire con cara de niño divertido. Seguidamente, me alza con tanta fuerza, que al caer al suelo, caigo encima de Jeremy y nos caemos los dos. Al levantarme del suelo, Jeremy hace una mueca de dolor.
- ¿Estas bien?- Preguntó preocupada. Éste, me guiña un ojo y después empieza a quejarse de dolor. El profesor viene corriendo hacia nosotros.
- ¿Que ocurre?
- Sr. Polyt, Elisabeth se ha caído encima y nos hemos caído y me he torzido el tobillo. No lo puedo mover.- Dice Jeremy mientras hace una mueca de dolor.
- Elisabeth, acompaña a Jeremy a infermeria. Para que le miren el tobillo.
Así lo hice, levanté a Jeremy del suelo y pasó su brazo por mi cuello, seguidamente empezamos a caminar, bueno, Jeremy a "cogear".
Cuando estábamos lejos del gimnasio, Jeremy sacó su brajo de mi cuello y empezó a caminar como si nada hubiera pasado.

- Se discreta, a las 20:00 en la cafeteria.- Dijo él con voz muy baja. Afirmé con la cabeza y me dirigí a mi habitación para cambiarme.

Tras unas horas eligiendo que ponerme, decidí ponerme unos pantalones negros,una blusa turquesa, unos botines y me dejé el pelo suelto. Al terminar de vestirme, me maquillé un poco, sin exagerar. Miré el reloj y eran las 19:45, PERFECTO.
Bajé a la cafeteria, y vi una sombra. ¿Sería Jeremy? Me fui acercando y cuando solo había unos metros de distáncia, esa persona se fue acercando a mi...
- ¿Que narices haces aquí estas horas?- Pregunta una voz bastante familiar.

- ¿Se puede saber quién eres tu?

- Oh, claro.- Dió unos pasos a delante para que la luz de las farolas que entraba por la ventana iluminara su rostro. Oh dios mío... ¿Por qué está aquí?

Muchas gracias a todos por pasaros por la novela.


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