"Conste Que Te Advertí"

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¿Qué carajos acaba de pasar? Me sonrió, le sonreí... nunca se me cruzo por la cabeza que se riera, y que yo tampoco. ¿Qué no se supone que nos odiábamos? Pero si en el hospital se comportó como un crio, ¡joder! ¡y yo también! ¿Qué demonios estaba pasando aquí?

-¡beth!- grita Abby y me saca de mis pensamientos.

-¡mordelona!-le grito en respuesta y ella corre hacia mí, y se tira arriba mio, abrazandome.

-como te extrañe Beth.- me dice

-si- bufo- pues debiste haberme ido a ver mas seguido, parecía una verdadera maniaca en cuanto me fue a buscar tu hermano.- ella se separa de golpe, y me mira a los ojos, para después alzar una ceja.

-así que hermano ¿eh?

-¿que?-digo confundida

-desde cuando dejo de ser "aborto de simio"-dice haciendo las comillas con los dedos al decir el apodo que le invente.

-pues hoy, se portó todo un caballero- me rio al recordar que me cargo como si fuera un saco de papas.

-wowwww, creí que el hospital estaba curando tus magulladuras, no que te estuvieran rehabilitando, ¿qué te dieron?, ¿drogas?

-JA JA- le digo sarcástica

-¿cómo es eso de que fue caballero?

-entro a la casa cargándola como si fuera un saco de harina- le dice la sra.donalld entrando a la sala de estar, y sentándose en un sillón al frente del que me ubico con Abby.

- yo había pensado en un saco de papas, pero de harina... por mi esta bien- le sonrio

-jodido idio...

-Mia, esa boca-la corta su madre antes de que pueda decir nada. Me pregunto qué diría al saber que yo hablo peor que su hija, seguro se pone a rezar y a tirarme agua bendita, dudo que la madre de Abby sea así, pero nunca hay que bajar la guardia.

-amh... yo... antes usted había dicho... antes de que su hijo le dijera... lo que me dijo... eso... de que no la llamara asi por que se sentía...

-vieja?

-eh... si... la cosa es que me gustaría saber como llamarla.

-ay querida, por supuesto- me dice- llámame Maggie.

-Sra. Maggie- digo

-no, no, solo Maggie.

-oh, ok, Maggie.- digo incomoda, ella me sonríe y se levanta de su puesto

- bueno, yo solo venias a avisarles que está listo el almuerzo y está servido en el comedor, y ahora si me disculpan me iré al trabajo- se saca el delantal para cocinar- Mia, avísale a tu hermano que está listo el almuerzo y que baje a comer- Abby asiente- bien, adiós, cuídense, y cuiden a Beth, querida tú te puedes quedar hasta mañana, o el tiempo que te plazca, por mi está bien- dice refiriéndose a mí. Yo asiento con una sonrisa. Joder, mi mandíbula duele de tanto sonreír, seguro que este es el día que más e sonreído en toda mi vida.

- adiós mama- le dice Abby, cuando la señora do... Maggie está saliendo de la sala.

-adiós hija- se despide ella

-adiós Maggie-me despido, para no ser una mal educada. No fui educada bien, pero tengo modales, ¿Qué creían?.

-adiós, querida.- se despide de mí, y se escucha que cierran la puerta. Y en cuanto lo hace Abby se para de su puesto y empieza a correr.

- La que llega primero al comedor no le tiene que avisar a Jared- Alcanzo a escuchar mientras corre ¡mierda! Me levanto y corro como si de eso dependiera mi vida, pero en cuanto llego al comedor, no sé cómo ya que no conozco esta casa, Abby está sentada en la mesa, comiendo, me mira y con la boca llena, me sonríe. Qué lindo, desde aquí se puede ver el tomate.

- ¿dónde está su cuarto?-pregunto resignada.

-en el segundo piso, hay 4 cuartos, es el que no tiene nada en la puerta.-frunzo el ceño, pero de todas maneras, voy hacia las escaleras, y en cuanto estoy arriba ya sé cuál es su cuarto. Hay una puerta que tiene una calavera, de seguro debe ser la de Abby, hay otra que tiene unos gatitos, esa debe ser de Maggie, y hay otra, que esta rayada con crayones, como si lo hubiera dibujado un niño, y la última, que está al final del pasillo, que no tiene ni mierda. Camino hacia ella y me detengo en cuanto llego, levanto mi puño y quedo hay. Aquí vamos. Solo golpea Beth. Es que... y si... solo golpea! Y en cuanto mis nudillos tocan la puerta de madera, esta se abre. ¡JODER!

Mis ojos se abren a un tamaño inimaginable. Jared esta delante de mí, con su torso desnudo, esta sin polera, ESTA SIN POLERA!, joder y esos abdominales, y esa "V" Me atraganto y como puedo lo miro a los ojos, me está mirando con una media sonrisa, puedo jurar que es una coqueta. Luego, levanta una ceja.

-¿Beth? ¿Estás bien?- dice burlón- ¿te ha comido la lengua el gato?

- yo... eh... no!- mierda, mi voz! Dónde está mi maldita voz? Me muerdo mi labio inferior, frustrada. La vista de Jared cae en mis labios.

- no... no hagas eso de nuevo- dice, y yo por alguna estúpida razón recupero la poca confianza que me queda.

- ¿qué cosa?- digo inocente- ¿esto?- y me muerdo de nuevo mi labio inferior. Y en cuanto lo hago, Jared agarra de una de mis manos, entrándome a la habitación, cierra la puerta y me apoya en esta, levanta mis manos arriba de mi cabeza, y su mano cae en mi cintura para después bajar a mi cadera y acercarme a su cuerpo, acerca su rostro al mío y yo trago saliva.

- conste que te advertí- me susurra, mientras sus labios rozan los míos cuando habla.


NA: Sr.Maggie en multimedia.




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