Una vez más me quedo perpleja ante su imagen, miro sus ojos, dos lagunas color azul oscuro, sus rubias y espesas cejas se fruncen un momento, estoy casi babeando ante el hombre que tengo delante, salgo de mi hipnosis cuando sonríe y se dispone a hablar.
-Hola Lea, pasé por acá de camino a casa para terminar lo que no pudimos esta mañana.
Me quedo pensando un momento intentando recordar pero se me hace difícil con él enfrente.
-Ohhh sí, te tenías que ir con tu amigo, no te preocupes.
Su rostro se ilumina por un momento y sus cejas se vuelven a juntar, casi puedo escuchar a su cerebro funcionar, pero de pronto recuerdo que estoy en pijama o bueno lo que yo uso como pijama, me miro el cuerpo y me pongo roja como un tomate si es que eso posible con mi piel morena, al parecer el se percate de mi repentina incomodes y dice.
-Te ves bien, no te preocupes.
Pero eso solo lo empeora, me pongo aun más roja, y creo que debo de estar hirviendo, lo miro y voy a decir algo cuando mi hermano me llama, al ver que no respondo viene a la puerta, se detiene junto a mi y se sorprende al ver a Zack.
-Vaya Zack, Lea estaba en lo cierto, sí que has crecido.
Yo le doy un pisotón mientras él le estrecha la mano a Zack, pero lo disimula, creo que aprendió a disimularlo de tanto que lo hago, igual él se lo gana siempre.
-Y dime qué te trae por aquí?
Le pregunta mi hermano y me siento humillada. Trágame tierra.
-Venía a saludar a Lea, esta mañana nos vimos pero no pudimos terminar nuestra conversación.
-Oh por supuesto, Lea, por qué no van a dar un paseo y se actualizan un poco? Es tu mejor amigo, cierto?
Lo fulmino con la mirada cuando hace énfasis en mejor amigo.
-Estoy pijama.
Respondo mirando a los dos.
-Pues ve a cambiarte, y de paso pasan por el supermercado y traes algo de comida para mañana.
Hago caso, no me hago la rogada, porque quiero salir con Zack, pero la manera en la actúa Ian no es normal, voy rápido a mi cuarto y me visto, me pongo unos pantalones negros pitillo y una camisa de Ramones, me miro a el espejo y decido que mejor me dejo el cabello recogido, cuando bajo Ian y Zack están hablando, pero en cuanto me acerco se callan, los miro con los ojos entrecerrados para ver que se traen entre manos pero los dos se hacen los locos.
-Bueno, Lea no regreses muy tarde, adiós Zack fue un gusto volverte a ver.
-Lo mismo digo Ian.
Dicho esto nos vamos, son alrededor de las 7:30, me quedo mirando los alrededores al igual que Zack.
-Y dime, dónde has estado todo este tiempo?
-En New London a 4 horas de aquí.
-Por qué te fuiste Lea?
Oh no esto ya me lo veía venir, me mira y puedo notar como sus ojos se oscurecen y veo su tristeza, me siento fatal al verlo así, y aun peor cuando sé que es por mi culpa. Quiero evitar este tema al máximo, no me gusta hablar de eso. Bajo la mirada y observo mis manos.
-El trabajo de papá, ocurrieron algunos problemas.
-Pero si Ian me dijo que todo iba bien en el trabajo en ese entonces.
Maldigo para mis adentros, y maldigo a Ian, obviamente no fue el trabajo lo que hizo que nos fuéramos, lo observo y de nuevo tiene el ceño fruncido, me siento mal por mentirle, pero necesito tiempo para contárselo, y estoy segura que me lo dará.
-Lea, entiendo que aun no quieras decírmelo, pero no me mientas, solo quiero que sepas que puedes confiar en mi, como en los viejos tiempos.
Lo miro y veo total sinceridad en sus ojos, se me hincha el corazón, y de repente me encuentro abrazándolo, al principio esta algo sorprendido pero luego me abraza por la cintura y hunde su cara en mi cuello, lo único que puedo decirle ahora es...
-Gracias.
-No hay de que.
Se que esta sonriendo, lo puedo sentir en mi cuello, y yo lo hago también, huelo su olor, y huele a colonia para hombre, reconozco el olor de inmediato, la solía usar mi hermano, One Million, se la regalé de navidad hace 3 años.
Me quedo en sus brazos un buen rato, y siento que todo esta bien, que nunca hubieron problemas, me siento protegida, y ahora no me quiero desprender de él.
Cuando me aparto de él se me queda viendo, no sé que es lo que tanto piensa mientras me ve, bajo la mirada un momento. Lea Winterhouse te acabas de sentir intimidada por un hombre, me regaño a mi misma por ser tan cabezota. Seguimos caminando hasta que llegamos a un parque, nos sentamos en un muro y los dos miramos a el cielo.
-Sabes? Cuando te fuiste todo era muy solitario por aquí.
No sé que decir y lo observo, sus cejas estan fruncidas de nuevo, me siento mal y él lo nota, de repente se exalta y dice.
-No, no lo digo para que te sientas mal.
-No te preocupes.
Le dedico una sonrisa, pero se que es imposible borrar la tristeza de mi rostro.
-Bueno, dime quiénes son tus amigos ahora?
Digo para disipar el aire tenso que se acumulaba a nuestro alrededor.
-Ahora solo tengo dos, tu sabes que no soy muy sociable, ya conoces a uno, Mike, y la otra es Anna.
Ante la mención de otra mujer se me eriza el vello, me entra el terror al pensar de que me haya reemplazado, o peor que sea su novia, pero luego recuerdo que dijo era su amiga, me tranquilo un poco, y encuentro mi voz.
-Así que ya me encontraste un reemplazo?
Lo digo con una ceja arqueada.
-No, claro que no, Anna es la novia de Mike, algunas veces salimos con ella, y pues se podría decir que es mi amiga.
Al decir eso me quito el peso de encima, pensé que era su novia, son celos los que estoy detectando?, me pego una patada en el trasero mentalmente por ser tan tonta. Recuerdo que debo ir al supermercado y que se está haciendo tarde.
-Zack deberíamos ir ya al supermercado.
-Emm sí, antes de que se haga tarde.
Empezamos a caminar al supermercado más cerca que tenemos pero él se detiene de golpe y casi me choco con su ancha espalda.
-Lea, te puedo preguntar algo?
-Claro.
-Dónde están tus padres?
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Cuando florecen los cerezos.
Teen FictionEra una niña normal, era feliz, tenía una familia que me amaba y un amigo al que quería, pero no todo puede ser tan perfecto, me tuve que ir, lo abandone. Me fui por estar mal, y termine peor, y luego que ellos se fueron perdí la razón, pero mi herm...