Era una noche fría. El viento era lo suficientemente fuerte como para amenazar con romper y mandar al suelo las ramas de los diversos árboles del Bosque Perdido.
Era silencio absoluto el del lugar, a excepción de las pisadas de un pequeño hylian rubio y de ojos azules, uno al que todos conocemos muy bien. Tenía un montón de heridas en proceso de cicatrizarse; casi estaba cojeando, puesto que su pie derecho estaba torcido.
Estaba empapado de sudor, debido al hecho de que había tenido que correr de unas bestias; ni siquiera la las había visto llegar, ni oído, y aunque hubiera concido su presencia antes, su lucha con Majora no solamente lo había derrumbado a nivel físico, si no también emocional y mental. No tuvo fuerzas para tomar su espada y escudo; no le importaban sus heridas físicas, ya bastaba con las psicológicas.
El motivo por el cual no se encontraba ni Epona al lado de Link era por el simple hecho de que esta se había escapado en Términa por un desafortunado accidente, pero creo que eso vamos a retomarlo más tarde.
Detuvo sus pasos y comenzó a respirar de forma grotesca, como si no hubiese respirado en varios años y esa era la primera vez que lo hacía. Miró al cielo y logró ver la luna, una gran sonrisa que mostraba que estaba en creciente.
-Ya casi llegamos -dijo pesadamente al aire.
Si alguien pasara cerca de él, diría que estaba completamente loco, pero esas personas no conocen la realidad.
Entro de forma lenta a la aldea Kokiri, la cual estaba completamente sola, debido quizá a que eran altas horas de la noche y que definitivamente nadie quería estar despierto.
Siguió caminando, en busca de su hogar. Quizá, después de un largo viaje, pueda darse el lujo de tomar un descanso, después de todo, había salvado otra dimensión de ser destruida por un Skullkid que sólo quería amigos, pero que acabo poseído por una máscara que contenía un demonio y... definitivamente necesitaba un descanso.
Bajó el pequeño risco que daba paso a la aldea. Logró ver su hogar, tan apartado del resto como él la recordaba. Comenzó a subir las escaleras, las cuales le parecían más pequeñas que la última vez. Al llegar a la pequeña plataforma que se encontraba antes de entrar a su hogar, se percató de que alguien estaba allí, dormido en el suelo con sus brazos y cabeza apoyados en su cama. Aún entre la oscuridad, Link pudo distinguir a esa figura como Saria.
Pobre de ella. El joven hylian no le había contado de su viaje, él simplemente recordaba que le había dicho que se iría a los Bosques Perdidos a buscar algo. Nunca especificó el tiempo que le tomaría ni qué era lo que especificamente iba a buscar. Se acercó a ella y acarició sus cabellos verdes y dió una sonrisa.
De repente, ella se despertó, exaltada ante la presencia de su amigo, que se sentía pesada y parecida al de un Dios, o algo así. De hecho, le tomó más tiempo del que pareciera el hecho de reconocer, entre la oscuridad, la silueta y los brillantes ojos azules de Link.
-¡Link! ¡Volviste! ¡Creí que nunca regresarías! -dijo, mientras se levantaba y abrazaba al mencionado. Éste no supo qué hacer y decidió que era una mejor opción el hecho de quedarse quieto, esperando que Saria comenzase una charla o algo así. Como eso nunca ocurrió, decidió tomar la palabra.
-¿Cuánto tiempo me fuí? -preguntó y apartó a su amiga kokiri. Ella le miró, extrañada. La verdad, con todos esos regresos en el tiempo, incluso él no podía contar las veces que tuvo que tocar aquella melodía que le hacía regresar tres días en el pasado. Sin embargo, desconocía si los viajes sólo habían afectado a Términa, o sí también afectaron, de cierto modo, a Hyrule.
-Link, te fuiste por tres Lunas Llenas -aclaró la niña, algo confundida por el cuestionamiento. El héroe suspiró y se acercó a su cama, puesto que estaba completamente agotado de su larga travesía.
-Lo siento, Saria, estoy demasiado cansado -y antes de que la mencionada pudiese decir algo, el joven quedó aparentemente dormido.
-Buenas noches... -murmuró, mientras salía de su hogar en compañía de su hada.
Su casa se quedó en silencio, mientras vagaba en sus pensamientos. Todo estaba bien, hasta que algo... más bien, alguien, interrumpió el silencio.
«¿No vas a decirle?» Una voz grave y serena cuestionó desde un lugar de su mente. No pudo evitarlo, pero una sonrisa se marcó en su voz.
-Creo que está mejor así. No creo que quiera saber... -y dicho eso, cayó profundamente dormido, con el permanente pensamiento de que esa vez realmente podría ver el amanecer de un nuevo día...
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Link and the Fierce Deity » The Legend of Zelda ©
Fanfiction[HISTORIA CANCELADA, LEER AVISO] "Ésta es una historia contada desde tiempo inmemorial... Se decía que un furioso Dios quería matar a Hylia..." Las cosas no son lo que parecen. Quizá el que creíamos villano era el bueno, y viceversa. Quizá nos alter...