Un Golpe Duro.

Capítulo 37.

Andrew

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Abría mis ojos lentamente encontrándome en un hospital. Me sentía dolorido pero menos. Miraba mis brazos qué a cada lado tenía puesto sueros. Subía como podía la sábana que estaba tapado viendo torso rodeado de una gran venda. Menuda páliza que me dieron y no recuerdo mucho.

Al poco rato entraba Jefe con dos chicos de el gimnasio para ver como me encontraba. Pero faltaba una persona con ellos, que no la veía.

-¿Como te encuentras Andrew?-Preguntaba Jefe acercándose a la camilla mientras me miraba.-

-Mejor que en el ring estoy.. ¿Que me pasó?-

-Estabas muy mal escupiendo sangre, tienes el hígado inflamado y el golpe en la cabeza.. te remató, pero no estoy decepcionado si es lo que éstas pensando muchacho, hiciste demasiado.-

-Debí haberle ganado.-Susurraba un tanto enfadado. Luego suspiraba mirando a Jefe.-

-Tienes toda la vida por delante.-

-Pero esta era la oportunidad de..-Me callaba pasando de el tema y nuevamente suspirando. De repente miraba a la puerta esperando qué alguien más entrara.- ¿Dónde esta Holly?-

-Ahora tienes que descansar.-

-Si, ¿Pero dónde esta ella?-Preguntaba preocupado mientras miraba a Jefe esperando ansioso una respuesta.-

-Duerme chico, duerme.-

-Haz caso a Jefe.-Decía uno de los chicos que vino a verme de el gimnasio.-

Me estaba poniendo nervioso al ver que no contestaba a la preguntan y se iban dejandome solo en la habitación.

Miraba al techo respirando hondos varias veces. Si se creen que me quedaría aquí, es qué son idiotas.

Cuando era por la tarde, la hora de visitas había terminado y no venía nadie a mi habitación.

Me quitaba de un tirón los sueros de mi brazo sintiendo un tanto de dolor y me sentaba en la camilla lo más rápido que podía. Me levantaba haciendo todo el esfuerzo que podía. Tocaba mis costados dolorido mientras cogía la ropa de la silla para ponermela. Tenía que darme prisa.

Cuando me vestí entero, me puse la capucha en la cabeza para no ser reconocido y salía de la habitación mirando por los lados. La suerte estaba de mi lado. No había nadie. Salía a toda leche de allí colocando mi mano en un lado de mi torso, aún dolorido. Las heridas aún eran recientes, se notaban.

Bajaba de el autobús andando a paso acelerado hasta llegar al gimnasio y entraba, era un día normal allí. La buscaba con la mirada por si ella estaba pero no.

Andaba hacia al vestuario para entrar pero Joey me vio y venía a mí corriendo mientras me saludaba. Mierda.

-¡Eh!-Vino poniéndose frente mía y se me quedaba mirando muy confuso.- Los chicos de el gimnasio me dijieron que estabas hospitalizado, ¿Que haces aquí? ¿Estas bien? ¿Te encuentras mejor?-Preguntaba bastante preocupado poniendo su mano en mi brazo.-

-Estoy perfectamente.-Le respondía rápido asintiendo y hablaba bastante nervioso.- ¿Has visto de venir a Holly por aquí hoy?-

-No, bueno ni hoy ni desde que se fue contigo al combate, ¿Por qué?-

-No jodas, ¿Ni si quiera sabes dónde está?-Preguntaba nuevamente rápido mientras me quitaba la capucha de la cabeza por los nervios.-

-Enserio te estoy diciendo qué no, ¿Acaso no estaba en el hospital?-