Un Golpe Duro.

Capítulo 38.

Meredith

Bajaba del coche rojo que Andrew me regaló y andaba hacia al gimnasio entrando. Miraba a la gente que entrenaba para solo encontrarle él. Al verle. Cogía aire y respiraba hondo. Colocaba mi mano detrás del bolsillo de mi pantalón y andaba hacia a él que estaba con un joven. Estaba detrás de él sin se capaz de decirle una palabra. El joven paraba de dar puñetazos en las manos de Andrew y me señalaba con la mirada. Andrew se giraba rápidamente, sorprendido de estar tras suya. Andrew le dijo que se fuera y el joven le hizo caso. Me quedaba encorvada dejando mi mano tras el bolsillo y le miraba, entre con rabia, preocupada y triste...

-Hola.-Dije en tono seco.-

-Hola.-Su voz sonó susurrante, carraspeo su garganta.- ¿Cómo éstas?-

Miraba al suelo sin querer responder su pregunta, subía mi mirada luego a sus ojos azules.

-¿Y tú?-

-Pensando en ti desde ayer por la noche.-

-Me alegró qué estés bien.-Dije ignorando lo qué Andrew dijo.-

-No actúes a sí, no te va.-Negaba con sus ojos seriamente.-

-No sé como actuar después de lo de ayer.-

Andrew se quedó mirándome como si estuviera atontado.

-Quiero saber como éstas.-

-Mal.-Respondía con rabia, suspiraba negando.- Se me pasará.-

-Meredith, no estoy enamorado de ella, te lo juro.-

-No sé que pensar...-Quitaba mi mano de mi bolsillo de atrás y metía mi mechón de pelo tras mi oreja, encogiendo de hombros.-

-¿Que me éstas diciendo? ¿Quieres dejarlo?- Sus ojos se abrían en modo de alerta.-

-No.-Respondí velozmente, rotundamente me negaba a dejarle.- Solo vine a verte Andrew, pero eso no significa qué no siga dolida.-

-Yo también estoy dolido de lo que te dije.-

Suspiraba profundamente volviendo a mirar al suelo. No debí a ver venido a verle, soy una completa estúpida. Debí dejar qué el se arrastrará un poco a mí, qué me buscará. Pero yo no podía esperarle. Si es qué soy tonta...

-Este sábado me graduó y me preguntaba si vas a venir a verme.-Dije susurrando neutra, sin mirarle.-

-No lo sé.-

-¿No lo sabes?-Pregunte sorprendida, subía mi mirada a él otra vez.-

-No me gusta ese tipo de sitios, tener que ir con traje y encima a una universidad.-

-Solo es verme como me graduó, Andrew.-Dije fastidiosa por sus palabras, con el ceño frucido.-

-Meredith no lo sé.-Resoplaba como si estuviera agobiado y colocaba sus manos a cada lado de su cintura.- No sé si ir.-

Asentía dolida apartando la mirada de él y andaba hacia la puerta del gimnasio. Me paraba a dar tres pasos y me giraba mirándole. Volvía a meter mi mano tras el bolsillo del pantalón fe atrás. Sacaba las llaves del coche que él me regalo. Me acercaba a el cogiendo su mano y se las daba en su mano siendo bruta. Me giraba otra vez largandome de su gimnasio. Andrew oyera mi nombre en sus labios quejándose. A mi ya me daba igual. Me dice qué esta dolido pero no sabe si venir a verme. ¿Eso es estar dolido? Él no esta dolido él quiere dejarme y no sabe como hacerlo por qué él ya no me quiere. Nunca me ha querido. Nunca me lo ha dicho. Estúpida chica de universidad. Fijarte en un tipo boxeador como él. Tan inseguro. Tan oscuro. Tan... tan perfecto para mí. Lo qué más me duele que no podre desenamorarme de él con facilidad.