Meredith
—Enhorabuena por ello.—Dije entre abriendo mi boca y luego la cerré, qué no se me notará una reacción extraña.—
—Gracias.—Dijo parando de tocarse los nudillos y me miró, señalaba con la mirada la puerta de el vestuario.— ¿Vamos a mi casa?—
—Si.—Dejé escapar un suspiró sonando un jadeo y cerré rápido los labios.—Dejábamos a jefe en su casa, Andrew el lunes el daría las llaves de el coche de vuelta. Pero eso no era lo importante, era qué él conducía a su casa y estaba mal. Mal por qué se acabará todo en esa casa. Aunque nunca tuvimos nada, pero ese nada se convertirá de verdad.
Subíamos las escaleras que su casa era un tercero y esperaba que abriera, cuando lo hizo entró él y luego yo. Me adentraba cruzadas de brazos en su casa y era más pequeña qué la mía. No tenía habitación, era un salón donde tenía su cama, el sofá y la tele. No estaba mal para una sola persona.. ¿Que hago pensando en esto ahora? Centrate.
—Que acogedora.—Dije manteniendome quieta en aquel sitio y le miraba.—
—Si que lo es.—Dijo encendiendo la luz de la mesita de noche y andaba hacia la luz de el salón apagandola.—
Me sentía incómoda por el ambiente qué el había hecho. No me sentía bien en este momento, pero un trato era un trato. Andaba hacia los pies de la cama y me giraba nuevamente mirándole. Él estaba frente mía pero a distancias.Miraba como se quitaba su camiseta de tirantas negra y la tiraba al suelo dejándose ver su torso. No me sorprendía sinceramente por qué casi siempre le veía a si pero estábamos en su casa a solas y eso me ponía nerviosa.
Tímidamente ponía las manos en mi camiseta y me la quitaba lentamente hasta quedarme semi-desnuda por la parte de arriba. Dejaba caer mi camiseta y dejaba ver mi torso aunque tenía puesto mi sujetador blanco. El corazón me iba rápido y respiraba mientras le miraba.
Él se quedó sorprendido al verme "desnuda". No se esperaba qué detrás de jerseys y camisetas largas había este torso y pecho pequeño. Dejó sus labios un poco abierto y luego los cerró. Andaba hacia a mi pegandose, y puso una mano en mi cintura acariciándola. Avergonzada dejé escapar un jadeo y trague saliva. Pero de repente, el se agachó al suelo cogiendo mi camiseta y se levantó dándomela.
—Pontela anda.—Dijo él mientras me miraba a mis ojos.—
—¿Qué? ¿Y la..?—Dije sin poder terminar la frase.—
—Te contaré mi pasado, ahora vistete.—
—Hm.—Cogía rápidamente la camiseta y le di la espalda poniendomela. Me puse totalmente sonrojada.—
—No sé por donde empezar.—
—Por dónde quieras.—Dije dándole la espalda, y luego me giraba lentamente mirándole.— Tengo tiempo de sobra.—Me quedaba mirando a sus ojos y luego me sentaba a los pies de la cama.—
—Pues empezaré con esto.—Dijo irónico y se sentaba al lado mía sin mirarme.—No tengo padres.—Hizo una pausa y luego seguía.— Mi madre era prostituta, lo hizo por mí y mi padre me odiaba por eso, asesinaron una noche a mi madre haciendo su trabajo cuando yo tenía diez años, en ese momento mi padre decidió pegarme cada día.—Hacía otra pausa contándolo como si fuera algo normal, pero se que le dolía.— Correas, puñetazos, patadas, toallas, incluso hasta con muebles y yo tenía que aguantarme, a los quince años me revelé contra mi padre y hacía lo qué quería, por qué recibía palizas igualmente, a los diecisiete conocí a jefe, le conté y me fui a vivir con él, por eso para mi jefe es como un padre.—
—¿Te avergonzabas contarme todo esto?—
—No, no me avergüenzo pero no quería que lo supiera nadie.—
—Lo sé.—Dije entendiéndole y suspiraba, no quitaba la mirada de él.— ¿Jefe te metió la idea de ser boxeador?—
—Fui yo, quería ser boxeador para recordar los golpes de mi padre, quería sentir lo qué es pegarle a otra persona sin motivos.—
—¿Y que se siente?—
—Vacío, me siento vacío.—
—Hm.—Lentamente puse mi mano en su rostro con cuidado por si el se quitaba y le acariciaba lentamente, susurré.—¿Ahora te sientes vacío?— —Hm.—Giraba rápidamente su cara al sentir la acaricia pero no apartó mi mano, dejó que le acariciara aunque en sus ojos, me miraban con miedo.—No, ese es el problema, me volveré a sentir vacío.—
—No volverás a sentirte vacío, confía en mí.—Dije mientras seguía susurrando, y dejaba mi mano en su rostro, le miraba profundamente a sus ojos.—
Noté que el tragó saliva sin saber que hacer exactamente y quise dar yo el paso. Me acercaba lentamente a él para besarle. Quería besarle, ya no podía más. Él también se mantuvo quieto pero antes de qué siguiera acercandome, puso la mano encima de la mía y la apartaba despacio de su mejilla.
—Iré a dormir en el sofá.—Dijo sintiéndome avergonzada por rechazarme en mi cara y se levantaba mientras andaba para ir al sofá.—
—Duerme en la cama, yo me iré a casa.—
—No, quedate.—Dijo dándose la vuelta repentinamente y negaba para qué no me fuera.—
—Y-Yo..—Estaba sin palabras sin saber que decir exactamente y solté un suspiró.—Lo siento por todo lo de tu pasado, pero ahora.. tienes una amiga que soy yo.—
—Lo sé y gracias.—Asentía lentamente mientras suspiro y se iba al sofá tumbándose.—
Tapaba mi cara sintiéndome totalmente avergonzada y rechazada.
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Un Golpe Duro.
DragosteUna futura enfermera llamada Meredith de 22 años.. está harta de trabajar de bar en bar para pagarse sus estudios. Ya qué también quería poner en práctica su carrera tendría que buscarse un trabajo que pudiera hacerlo. ¿Dónde podrían herirse? En un...