No Grites

De nuevo para mi

  Eli:
Kevin estaba incómodo con la silla y estaba seguro que era por lo del otro día, lo deseaba de nuevo, trataba de controlar mi cuerpo pero era casi imposible con los movimientos, quería verlo de nuevo, sin ropa, a mi disposición.

Luego regresamos a nuestras casas y ese día decidí algo, no me importaba lo volvería a emborrachar.
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Una semana después ya tenía todo planeado para que Kevin estuvieran de nuevo conmigo pero esta vez sería algo más distinta no lo quería ebrio era tierno pero no recordaba nada, esta vez él pensaría que todo fue un delirio o un sueño provocado por el exceso de estrés así que lo he puesto a trabajar de manera que casi no duerma, me siento mal por él, tiene sus ojeras muy marcadas pero si así es la única forma lo haré y esta vez estará activo, le daré unas gotas que harán que él tenga energía de manera impresionante y luego vendrá el bajón de energía, lo llevaré a casa y le diré que se ha desmayado.

— Kevin a mi oficina—

5 segundos después ya estaba ahí — Señor aquí esta lo último que me ha pedido ya lo terminé—

— Perfecto ahora estas sin pendientes—

— Si así es, por fin—

— Te he saturado tanto de trabajo, lo siento, pero era necesario—

— No se preocupe así es el trabajo ¿no?—

— Así es siéntate y toma un vaso de jugo, sin alcohol —

— Muchas gracias—

— Te has puesto muy apuesto con tu nueva apariencia—

— Gracias—

— Y cuéntame que es lo que ahora más se te ha dificultado me gustaría que trabajáramos en eso— solo le alargaba la plática para que se terminará el jugo.

Por fin llegó la señal que tanto esperé, cuanto se pusiera ansioso ahí podía comenzar, él comenzó a mover mucho en la silla y comenzó a bajarse la corbata, perfecto.

Me levanté de mi asiento y me acerqué a él, Kevin movía tanto la cabeza, su ansiedad me era contagiosa.

— Tranquilo ¿qué pasa? —

— No lo sé—

— Ven al baño, te hará bien— esas palabras hacían una reacción en mis pantalones. Kevin me siguió al baño, cuando los dos estábamos adentro, comencé a hacer lo que tanto ansiaba, le tomé las manos y lo pegué contra el lavabo y comencé fusionar sus labios con los mios, él estaba inquieto y se alejó

— ¿Qué está haciendo? —

— Dime Eli, y estoy haciendo lo que ya hice una vez—

— ¿Qué? —

— Kevin, yo sé que igual me deseas pero no recuerdas que deseas que te haga feliz con esto, que te bese, que te saboree— señalo mis pantalones

No podía controlarse y menos con mis palabras, comenzaba a mover su parte baja en círculos y morder sus labios.

— Pero no está bien—

— Todo está bien, anda, te gustará gemir mi nombre—

— Enserio— comenzaba respirar muy rápido, él ya había comenzado a jugar conmigo así que comencé a seguir su juego, por fin no se había hecho del rogar.

— Enserio mi Kevin te gustará decir mi nombre cuando ya no puedas más, esta vez tú también podrás tenerme no solo yo, te podrás correr cuantas veces quieras, en donde quieras, di que si pequeño—

— Esta bien, porque yo igual te deseo, eres muy apuesto y quiero que te complazcas conmigo, te doy permiso, solo no me lastimes—

— No prometo eso, pero te haré feliz— lo tomé de la mano y lo volví a llevar a mi oficina en el escritorio, tiré con el brazo todo lo que había en el— esta vez cuando yo voltee el tomo entre sus manos mi cara y comenzó a acariciarla y me besó, lo tomé de la cintura y comenzó a despojarlo de toda su ropa, el sin ropa, decidí hacer un pequeño espectáculo improvisado.
Me hice dos pasa hacías atrás y comenzó a quitarme la ropa por mí mismo, acariciándome, una vez los dos desnudos lo hice recostarse hacia abajo en mi escritorio y yo encima de él, besando su cuello y dejándole marcas que él no podría ver, despeinándolo, mordiendo su torso, humedeciendo cada parte de él.

****Nota de la escritora: cuando dice "humedeciendo cada parte de él" se refiere a todo lo que está expuesto a él a todo, t-o-d-o, todisimo, ¿con que? Con lo que ustedes imaginen Emoticón pacman ya ya adiós. ****

Cuando yo y mi amigo ya no aguantamos la espera lo tomé de la cintura y lo hundí en mí, en una posición a gatas, sus gritos exquisitos, mordiendo su mano, estaba ruborizado, tenía calor, salí de él.

— ¿Qué es eso caliente? — preguntó Kevin

— Adivina que corre por tu espalda— solo soltó un pequeño gemido disfrutando mis palabras.

— Es mi turno Eli, yo también quiero—

— Pero primero ¿te ha gustado lo que hecho en ti? —

— Claro, ahora veo la causa de mi dolor, pero me excita tanto, Eli eres tan caliente—

— Tú eres tan delicado, que me inquieta tu fragilidad—

— Recuéstate— Lo obedecí por primera vez, lo hice igual que él pero me volteo, lo veía, comenzó por hacer círculos, su excitación comenzaba a crecer, me besaba sin embrago él no sabía mucho, me termino por sangrar el labio y el cuello.

— No te des la vuelta, así este perfecto—

Tomo su parte íntima y me lo introdujo, yo solo apreté los labios, le costó un poco de trabajo, y comenzó a mover frenéticamente que ni yo mismo lo hacía.

— Tranquilo Kevin, vas rápido, me lastimaras—

— No lo haré, tú abusaste de mí— Estuvo haciendo un lago tiempo mientras chillábamos nuestros nombres y yo casi suplicándole que parara hasta que se corrió dentro de mí, jamás había sentido eso— Se recostó sobre mí y me susurró — me has quitado mi virginidad— y se desmayó, mi fantasía había terminado